Rafael, el docente jubilado detenido por el homicidio imprudente de un hijo de acogida

Rafael, el docente jubilado detenido por el homicidio imprudente de un hijo de acogida 4a2z6n

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El coche de Rafael, una 'cárcel' mortal para su hijo de acogida: no pudo ni gritar porque "tiene hipotonía muscular y no habla" 1j1t3j

Rocío Garrido, abogada del investigado, subraya a EL ESPAÑOL que su cliente no protagonizó una conducta temeraria: "Pudo sufrir un lapsus de memoria, a causa de la falta de oxígeno y medicación que toma por una neumonía". 3w412q

Más información: Rafael, el docente jubilado de buen corazón que "olvidó 6 horas" a su hijo de acogida en su coche y murió "a 35 grados" 3ln54

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El chiquillo de 2 años que murió encerrado en el coche de su padre de acogida en Linares, tras pasar horas y horas, atado a su sillita, no pudo ni pedir auxilio. “El niño tiene hipotonía muscular, no habla y solo puede mover un poco las manos y los pies”, tal y como desvelan fuentes policiales a EL ESPAÑOL. El pobre falleció agonizando.

De forma que el viejo Mercedes de su padre de acogida, Rafael, un docente jubilado muy querido en la ciudad, por su labor en la escuela de adultos, se convirtió en una 'cárcel' mortal para este menor de edad que además presenta un retraso madurativo.

Este diario ha podido saber que el pequeño, a sus 2 años, no era capaz de permanecer sentado por sí solo, apenas mantenía el equilibrio de su cabeza como si fuera un bebé, pero gracias a las terapias y a la estimulación que recibió bajo el cuidado de Rafael, ya había comenzado a gatear.

Tales avances evidencian que este antiguo docente que había ejercido de padre de acogida de trece menores durante los últimos ocho años, con todos los informes favorables de la Junta de Andalucía, por desgracia, se fueron al garete este martes, en una historia que solo tiene víctimas.

La víctima principal es un niño que tenía toda la vida por delante, y la víctima colateral, Rafael, un jubilado que realizaba una labor impagable y que estaba muerto en vida al llegar a la Comisaría de Linares en calidad de detenido. "Estaba desolado", según confirman fuentes policiales.

La Comisaría de la Policía Nacional en Linares en la que declaró Rafael tras ser detenido.

La Comisaría de la Policía Nacional en Linares en la que declaró Rafael tras ser detenido.

La Unidad de Atención a la Familia y Menor (UFAM) sigue trabajando en el atestado que entregará al juzgado y donde deberá reconstruir todo lo que hizo Rafael durante la trágica mañana de este martes.

En concreto, desde las 7.30 horas, cuando abre sus puertas la guardería El Jardín del Príncipe, a la que acudía el menor fallecido, hasta las 14.55 horas, cuando el 112 recibió una llamada del matrimonio compuesto por Rafael e Isabel, pidiendo asistencia sanitaria urgente.

En la reconstrucción en la que trabajan los investigadores de la UFAM, se parte de la premisa de que Rafael se ocupó de llevar a la guardería al niño, de 2 años, mientras que su esposa, Isabel, trabajadora social, se encargó de llevar al Colegio Jaén a la niña, de 4 o 5 años, cuyo cuidado también le asignó la Junta de Andalucía.

“El hombre llevó al niño y la mujer a la niña”, según indican fuentes policiales a este diario. Los desplazamientos arrancan a primera hora de la mañana: “La secuencia de tiempo empieza a las 8.20 horas, cuando va a dejar al menor a la guardería”.

Rafael se subió a su viejo Mercedes, con la lunas tintadas y aseguró a su hijo de acogida al sistema de retención infantil. Pero no envió su habitual WhatsApp a las cuidadoras de El Jardín del Príncipe, para que salieran a recoger al pequeño.

“En principio, el hombre se viste y lleva al niño, pero se despista y no llega a dejarlo porque normalmente suele avisar para que salgan a recogerlo”, según sostienen policiales.

La fachada de la guardería El Jardín del Príncipe de Linares a la que no llegó a acudir el menor.

La fachada de la guardería El Jardín del Príncipe de Linares a la que no llegó a acudir el menor. Google Maps

La principal hipótesis de la UFAM apunta a que el pequeño murió fruto de un “despiste” de su padre de acogida. Pero lo cierto es que Rafael no ha especificado el motivo por el que en un momento dado, al volante de su Mercedes, no culminó la entrega del menor en la guardería que está a 500 metros de a su domicilio. “Lo único que dice es que va a dejar al niño, da la vuelta a la manzana y se vuelve a su casa”.

Pasa por delante de la guardería y a continuación, estaciona el Mercedes en la calle Pintor el Greco, dejando al crío atado en su silleta hasta que muere. Todos los elementos jugaron en contra del pequeño hasta las 14.55 horas. Prueba de ello es que Rafael volvió a bajar a la calle, a cambiar de sitio su otro vehículo y no detectó nada. "El hombre bajó a media mañana a cambiar el aparcamiento del otro coche que tenía porque le daba el sol y el niño seguía allí [dentro del Mercedes]”.

Rafael no vio al crío dentro del Mercedes por dos motivos. El primero: las lunas están tintadas y desde el exterior no se aprecia lo que ocurre en el habitáculo. Y el segundo: la silleta la tenía colocada detrás del conductor, tapada por ese asiento, en vez de estar colocada tras el asiento del copiloto como marca la normativa.

De forma que buscó una zona de sombra para estacionar su otro vehículo mientras que el pequeño agonizaba en el habitáculo, sin agua, con temperaturas máximas “de 35 grados centígrados” y "durante seis horas", según fuentes policiales. Además, no pudo gritar a los peatones que pasaron por esta calle, a causa de su retraso madurativo: “El niño tiene hipotonía muscular. No habla".

Esa falta de tono muscular también le impidió golpear las ventanas. En esta reconstrucción de los hechos, cobra fuerza que la voz de alarma la dio Isabel, al terminar su jornada como trabajadora social, cuando se dirigió a la guardería a recoger al niño tras hacer lo propio con la niña en el Colegio Jaén. “La mujer cuando sale de trabajar, pasa a recoger al niño y le dicen que no está”. Mala señal.

Isabel se desplazó de inmediato a su domicilio y se confirmó la tragedia: “Fue la mujer la que vio que el niño estaba en el coche”. “Encontró el menor en el Mercedes y llamó al marido”. Cuando Rafael llegó a la calle Pintor el Greco se derrumbó al ver las consecuencias del "despiste" que había cometido. Los médicos no pudieron reanimar a la criatura y murió en el Hospital San Agustín.

Rafael estacionó su Mercedes en la calle Pintor el Greco de Linares.

Rafael estacionó su Mercedes en la calle Pintor el Greco de Linares. Google Maps

Rafael ha sido citado este viernes para declarar en los juzgados de Linares, como investigado por un homicidio imprudente. Lo hará bajo la asistencia letrada de Rocío Garrido, una reputada abogada que lleva temas de primer nivel, como la acusación particular que ejerce la madre de uno de los dos guardias civiles que perdieron la vida arrollados por una narcolancha en Barbate.

"En este caso, no existe un homicidio en ninguna de sus formas previstas en el Código Penal porque no ha habido ningún descuido, como dice la Policía Nacional", tal y como argumenta la letrada Rocío Garrido. "Tampoco existe una conducta descuidada ni temeraria y en el momento procesal oportuno aportaremos pruebas de ello".

- ¿Por qué sostiene que su cliente no cometió un despiste mortal con el niño que tenía bajo su tutela?

- Rocío Garrido: No sé si la falta de oxígeno y el tratamiento que mi cliente tomaba a causa de una neumonía, le pudo causar algún tipo de lapsus de memoria, incluso pudo sufrir un microictus. Él estaba en perfectas condiciones para ejercer de padre de acogida y así lo acreditan todos los informes de los CAI [Centros de Atención e Intervención de la Junta de Andalucía].

El menor, de 2 años, cuando quedó al cuidado de mi cliente era como un bebé que no era capaz de sentarse solo, apenas movía la cabeza, los brazos y los pies. No podía hablar, solo balbuceaba. Pero en el tiempo que había estado bajo su cuidado, el niño progresó mucho porque era capaz de gatear y los terapeutas estaban asombrados. Hay vídeos que demuestran que mi cliente jugaba para estimular su psicomotricidad y para que emitiera pequeños sonidos.

- Rafael tiene 69 años. ¿Ha valorado la posibilidad de que sufra algún tipo de enfermedad neurodegenerativa que no haya sido detectada hasta ahora?

- Yo le he recomendado a mi cliente que acuda al neurólogo, a salud mental y a su médico de cabecera. Voy a solicitar que se le hagan pruebas médicas.