Lolita Flores en un momento de la entrevista con Jordi Évole.

Lolita Flores en un momento de la entrevista con Jordi Évole. 1ou1e

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Lolita, a Évole: "Hay muchos camerinos en España de patadas mías, de puñetazos en la pared y de espejos rotos" 2j211f

La artista se sincera como nunca sobre sus adicciones tras las muertes de su madre, Lola Flores, y su hermano Antonio. 3g3y3l

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La de este domingo, posiblemente, fue la entrevista más sincera que ha dado jamás Lolita. La artista fue la segunda invitada del programa de Jordi Évole en laSexta, después de que Juan y Medio abriera la temporada.

Antes de charlar con ella, el periodista quiso comprobar en sus carnes la emoción que se siente al verla subida en el escenario. Y así lo hizo en Poncia, una obra hecha a raíz de La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. "He flipado, es tremendo", reconocía Évole.

Y hablar de Lolita es hacerlo también de una de las grandes familias de artistas que ha tenido nuestro país la suerte de disfrutar. Y la función ante las cámaras de Lo de Évole no defraudó en absoluto porque la cantante de Sarandonga se abrió en canal. 

A Lolita se le paró la vida cuando murió su madre, Lola Flores, tras una incansable lucha contra el cáncer de más de 20 años. Aquello lo pudo superar, pero no el adiós a su hermano Antonio Flores tan sólo unos días más tarde.

"Cuando murió mi hermano, yo iba todos los días al cementerio. Eso lo sabe muy poca gente", contó Lolita a Évole reconociento que, quizás, "no hice lo suficiente" para desenganchar a Antonio de la heroína.

Lolita salió adelante y retomó su trabajo pese a estar llena de rabia: "Hay muchos camerinos en España de patadas mías, de puñetazos en la pared y de espejos rotos", se sincera. "Terminaba un concierto y tiraba sillas".

De hecho, Lolita cayó en una espiral de malos hábitos y adicciones: "Fue un año y medio de locura absoluta en mi interior. Bebía, tomaba coca, me acostaba a las tantas, me ponía los discos de Moncho [el cantante de boleros Ramón Calabuch Batista], me ponía la botella de whisky y una caja de clínex. Y a escribir y a llorar".

"Me salvó mi hija que llamó a mi hermana diciendo que no me veía bien. A un hermano no se le quiere tanto como a un hijo, pero se le quiere como a uno mismo”, dijo.

Lo cierto es que la entrevista de Lolita gustó y mucho al público, pues Lo de évole volvió a marcar un estupendo dato de audiencia, al firmar un 9,4% de cuota de pantalla y 1.260.000 espectadores (Juan y Medio hizo un 10,7%). La próxima semana, el programa emitirá la charla con Pepe Mújica en la que será, posiblemente, su última entrevista antes de morir.