
Montaje de Lucia Bravo junto a un edificio. 122r11
Lucia Bravo, arquitecta: "Si quisiera comprarme una casa ahora mismo, seguiría el método cangrejo" 4213
Comprar una casa no es solo una ilusión, es una decisión compleja donde ignorar lo que realmente necesitas puede salirte caro. 3i1u52
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Comprar una casa es probablemente uno de los mayores retos a los que se enfrentan muchas personas. Entre precios elevados, escasa oferta y decisiones cargadas de emoción, es fácil perder el rumbo.
Sin embargo, la arquitecta Lucía Bravo tiene claro que el secreto está en empezar el proceso al revés: pensando primero en nosotros mismos.
Este enfoque, que ella misma llama 'método cangrejo', no se centra en la ubicación, los metros cuadrados o las zonas comunes, sino en algo mucho más profundo: nuestras necesidades reales.
El método cangrejo: empezar por el final 1n6r2j
Para Bravo, fundadora de 'Elebé Arquitectura', no se trata de visitar casas sin rumbo, sino de establecer desde el inicio cuáles son los requisitos mínimos que deben cumplirse.
"Empiezas por el final: ¿cómo quieres vivir?, ¿cuántos sois?, ¿qué presupuesto tienes?, ¿qué espacios necesitas?", explica en una entrevista para el canal de YouTube del interiorista Abel de González.
Este planteamiento, lejos de ser complicado, simplifica la búsqueda: se filtra por precio y metros útiles, y solo después se miran los detalles.
La arquitecta insiste en que muchos compradores se dejan llevar por lo que ven, pero terminan pagando por una casa nueva que no les gusta y, además, tienen que reformarla.
"Hay poca oferta en el mercado y mucha gente compra algo que no es lo que quería… Al final, pagas el precio de lo nuevo y encima tienes que rehacer espacios. Eso encarece todo", comenta.
Frente al deseo de muchos por estrenar vivienda de obra nueva, Bravo propone abrir la mente a los inmuebles de segunda mano.
Según ella, una casa usada, acompañada de una reforma bien pensada, puede ajustarse mucho mejor a lo que realmente buscamos.
"Una casa reformada puede tener más sentido si sabes lo que buscas: más metros, una mejor distribución o, simplemente, una cocina con ventanas" destaca Bravo.
Las ventajas no son solo económicas. Con una reforma, el propietario decide los materiales, cómo entra la luz, dónde ubicar ventanas o cómo organizar los espacios. Eso sí, advierte: hay que fijarse en detalles clave.
Por ejemplo, la luz natural. "Si no hay al menos cuatro ventanas, yo no sigo. No compensa por muy bonita que sea la reforma".
Además, resulta fundamental revisar el estado del inmueble, consultar el registro de la propiedad y conocer la última inspección técnica del edificio. Sin estos pasos, el riesgo de comprar algo poco transformable es alto.
Bravo es clara: "Si no puedes mover muros, solo vas a poder aprovechar un 30% de lo que querías. Entonces, no compensa".
En definitiva, el mensaje es sencillo pero poderoso. No se trata de lanzarse al mercado inmobiliario sin plan, sino de entender qué vida queremos construir y buscar un espacio que nos permita hacerlo realidad.
El 'método cangrejo' nos anima a empezar por el final, a pensar antes de actuar y, sobre todo, a evitar frustraciones.