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Salud y Bienestar

Luis Gil, nutricionista: "Llevo 21 años ayudando a pacientes a perder peso y este es el error que comete la mayoría"

La ausencia de la planificación es uno de los grandes obstáculos que enfrentan muchas personas en su intento de perder peso.

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Según los datos extraídos de la "Encuesta sobre el conocimiento y la actitud en torno a la obesidad", 7 de cada 10 españoles han seguido alguna vez una dieta para adelgazar.

A pesar de la sorprendente cifra, se estima que únicamente el 38% —es decir, 4 españoles de cada 10— consultó al médico. Unos datos que también explican por qué el 81% de ellos fracasan y abandonan la pérdida de peso.

La improvisación, aunque parezca útil y efectiva, es uno de los mayores errores en cuanto a la pérdida de peso se refiere. Así lo ha explicado el nutricionista Luis Gil, quien ha confesado que después de más de 20 años, este es uno de los errores que más ve en consulta.

Los desafíos de la improvisación

La ausencia de la planificación, o directamente, la improvisación, es uno de los grandes obstáculos que enfrentan muchas personas en su intento de perder peso.

El proceso es, la gran mayoría de las veces, muy similar. La persona decide seguir una dieta con un alto nivel de motivación; sin embargo, esa motivación no está acompañada de una estrategia clara ni de una organización coherente.

De acuerdo con el nutricionista Luis Gil, esa falta de estrategia supone una improvisación. Organizamos todas las comidas en el momento, y como consecuencia, comprometemos el proceso.

La pérdida de peso, para que sea realmente efectiva, requiere una organización previa. "Es imprescindible tener claro qué vas a desayunar, comer o cenar, para que puedas hacer la compra en función de eso", indica Gil.

Tener presente qué vamos a comer a lo largo del día nos ayuda a evitar caer en elecciones impulsivas, o, simplemente, a no caer en opciones rápidas y menos saludables.

Este enfoque nos quita esa carga mental del momento en el que no sabemos qué comer. No solo nos mentalizamos, sino que tenemos el camino ya hecho para cuando llegue el momento.

Además, según Luis Gil, "es importante no elegir el camino más duro". Las dietas restrictivas o exigentes están estrechamente vinculados al conocido efecto rebote en el que el cuerpo recupera los kilos perdidos rápidamente e incluso gana más peso a largo plazo.

"Elige el camino que puedas mantener sin sentir que tu vida es un castigo", indica Gil, "si cada día sientes el proceso de pérdida de peso como una batalla, estás condenado a abandonarlo".

Es fundamental elegir un camino que no solo sea compatible con la vida cotidiana, sino que también nos permita tener una buena relación con la comida.