Así es la plaga de mosca negra que golpea a Madrid: mordeduras, riesgos de infección y zonas más afectadas 2f1i54

Madrid se prepara para recibir al verano. Sin embargo, antes de que esa fecha llegue, para la cual quedan todavía unas semanas, lo que sí ha llegado a la capital de España es el calor. Y es que durante estos días se instalarán las primeras jornadas superando los 30 grados.

No obstante, la llegada del calor y de buen tiempo no solo trae noticias positivas y que todos quieren escuchar. También trae consigo algunas cuestiones negativas, especialmente en zonas como Madrid. Y es que la capital de España tiene una nueva residente.

Se trata de la mosca negra, la cual vuelve a amenazar a algunas partes de la ciudad y de toda la comunidad. Como siempre que llega el calor, algunos insectos hacen acto de presencia y generan molestias en buena parte de la ciudadanía.

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Este simúlido diurno suele aparecer entre los meses de mayo y octubre y, tras la crecida de los termómetros, ya han empezado las primeras consecuencias graves. Y es que muchos madrileños han padecido las primeras mordeduras graves.

Porque este particular insecto no pica, sino que muerde. Y así se alimenta para poder cumplir todos sus procesos vitales. Una costumbre que realiza a cualquier hora del día y ante la que conviene tener cuidado para evitar las graves consecuencias que puede acarrear.

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El verano ya se divisa en el horizonte y con él no solo llegan las altas temperaturas. También algunos enemigos de los madrileños que acostumbran a hacer la vida imposible a todos aquellos que paran por la capital o por alguna zona de la región.

Sin duda, uno de los más molestos es la mosca negra, la cual ya ha comenzado a hacer estragos. En cuanto las temperaturas han subido, este insecto de entre 3 y 5 milímetros ha hecho su aparición con sus habituales y dolorosas mordeduras.

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De hecho, ya hay algunas zonas que se podrían considerar como las más afectadas. Es el caso, por ejemplo, del entorno del Manzanares. Sus vecinos se encuentran intentando desarrollar su día a día con la mayor normalidad posible dentro de las adversas circunstancias.

Las zonas marcadas en rojo en la región son las ribereñas, especialmente la del Henares y la del Jarama. Allí, la aparición de esta mosca ya es un verdadero problema. Y es que este insecto no solo es molesto, también es doloroso porque no pica, sino que muerde.

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Una conducta que realiza por necesidad vital, ya que es una especie hematófaga. Es decir, que necesita de ciertos fluidos corporales de animales y/o humanos para cumplir con sus ciclos naturales. La hembra rasga la piel de su víctima y se alimenta hasta quedar satisfecha. Así recibe los nutrientes que necesita para madurar sus huevos y engendrar a una nueva generación.

Es importante saber que este insecto no transmite ninguna enfermedad. Pero sí puede provocar problemas en nuestra piel más graves que una picadura de mosquito. Además, como no pica, sino que muerde, pueden provocar grandes heridas, inflamaciones y mucho dolor. Y es así cuando el peligro se acentúa, ya que pueden traer consigo infecciones o incluso reacciones alérgicas.

Además, esta mosca tiene una particularidad que la convierte en más peligrosa. Al morder, libera un anestésico que evita que sus víctimas se den cuenta hasta un tiempo después. Para aquellos que hayan sufrido alguna mordedura, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias realiza algunas recomendaciones.

• Limpiar la zona para evitar infecciones.
• Aplicar hielo para disminuir la inflamación.
• Utilizar cremas o pomadas emolientes para evitar el picor.
• En casos más severos, tomar antiinflamatorios, antihistamínicos o corticoides.

Para evitar las mordeduras de la mosca negra, lo mejor es utilizar repelentes como la Dietiltoluamida (DEET) o el citridiol, también en altas concentraciones. Por último, se recomienda no pasear cerca de ríos a primera hora de la mañana o de la tarde. O hacerlo bien cubiertos de ropa y calzado.

En algunos ayuntamientos como el de Madrid, además, se llevan a cabo diferentes medidas como el uso de larvicidas contra larvas de la mosca negra sin afectar a otras especies acuáticas o el desbroce de vegetación acuática y análisis entomológicos para monitorizar la efectividad de las intervenciones.