
Concha Sánchez, directora general de Operación de Red Eléctrica. Redeia r675w
"Si está Concha en Madrid no habría habido apagón": trabajadores de REE cuestionan cómo se operó la red el 28-A 2t3n3v
Las carencias de la alta dirección, los avisos del sistema y la inexperiencia ante incidentes de gran magnitud pudieron ser determinantes el día del apagón. 6936p
Más información: FCC alertó a Red Eléctrica antes del apagón: había riesgo de colapso por sobretensión en las subestaciones que mantenía 294k2n
Las dudas sobre la operativa de Red Eléctrica de España (REE) el día del apagón no sólo están fuera. También resuenan dentro de la propia compañía y entre quienes en su día formaron parte del núcleo técnico del operador.
“Si Concha hubiese estado en Madrid, no habría habido un apagón”, dicen algunas voces internas del operador del sistema. María Concepción Sánchez Pérez, conocida como Concha Sánchez, es la directora general de Operación y la tercera en la cadena de mando dentro del operador.
Entre la alta dirección del área operativa del sistema de Red Eléctrica, Sánchez es la única con un perfil técnico-industrial, lo que hace que su rol sea fundamental en situaciones críticas.
Está por debajo de Beatriz Corredor, la presidenta de Red Eléctrica, que tiene formación jurídica. Y también de Roberto García Merino, el consejero delegado del grupo, que procedente del ámbito de la gestión empresarial.
Concha Sánchez es la responsable última de garantizar el equilibrio y la seguridad del sistema eléctrico ante cualquier eventualidad, así como la continuidad del suministro en tiempo real.
Por la naturaleza de su responsabilidad, su puesto trasciende lo meramente técnico y se reconoce legalmente como una función de interés general, dotada de una relevancia institucional que va más allá de una dirección empresarial habitual.
Motivo por el que su nombramiento en el cargo en 2022 requirió de la aprobación directa de la entonces ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Con tres décadas de experiencia en Red Eléctrica, su conocimiento técnico es ampliamente reconocido dentro y fuera del grupo. Y resulta clave para gestionar un sistema que se ha vuelto extraordinariamente complejo con la acelerada integración de las energías renovables.
Estas tecnologías, por su carácter intermitente (dependen del sol y del viento) y su baja inercia, exigen una supervisión mucho más fina y un respaldo técnico más robusto.
Pero el día del cero energético que dejó sin luz la península ibérica, Concha Sánchez se encontraba fuera de Europa por motivos personales.
Era una jornada de baja demanda eléctrica y alta penetración renovable. Tres centrales nucleares estaban paradas (con el permiso de Red Eléctrica), las plantas de gas producían en mínimos y había muchas hidroeléctricas en mantenimiento programado.
El resultado de esta combinación de factores era un mix eléctrico altamente desafiante en el momento previo al apagón y la ausencia de la directora general de Operación se notó para algunos.
Las últimas revelaciones, en el marco de la investigación que continúa el Gobierno, indican que alrededor de las 12:30 horas se produjeron tres eventos de pérdida de generación que sumaron 2,2 gigavatios (GW), en Granada, Badajoz y Sevilla.
En poco más de veinte segundos, entre las 12:32:57 y las 12:33:17, la frecuencia cayó, activando hasta seis desconexiones automáticas de consumo (deslastres de carga), pero ninguna evitó el colapso total del sistema.
“En el centro operativo de Red Eléctrica apenas queda personal con experiencia en la gestión real de incidentes de esta complejidad. Ni siquiera en escenarios que se aproximen mínimamente al nivel de dificultad del 28 de abril”, señalan voces que estuvieron involucradas en gestión del sistema eléctrico años atrás.
Las compañías eléctricas han denunciado que, desde las 10:00 horas del 28 de abril y en días anteriores, se detectaron oscilaciones crecientes en la tensión de la red.
Creen que Red Eléctrica dejó pasar estas señales de advertencia que registraba el sistema, sin aplicar medidas correctoras a tiempo.
De hecho, Aelec -patronal de Iberdrola, Endesa y EDP- ha pedido que las investigaciones en curso incluyan también las variaciones registradas entre el 22 y 24 de abril, cuando se notificaron sobretensiones que provocaron la desconexión automática de la refinería de Cartagena y las líneas de alta velocidad de Adif.
Fuentes técnicas cargan además contra los errores cometidos por REE en las horas posteriores al apagón. "Los señalamientos sin información completa, directivos que no dominan el tema y portavoces poco preparados... mientras que los que realmente saben estaban fuera de España".
Ante la ausencia de Concha Sánchez, no fueron ni Corredor ni García Merino quienes salieron a dar explicaciones frente a los medios de comunicación después del colapso. La cara visible aquel día fue Eduardo Prieto, director de Servicios a la Operación.
Prieto coordina la ejecución técnica diaria, la aplicación de los protocolos y la supervisión de los equipos responsables de la operación en tiempo real. Se trata de un directivo con experiencia, pero de segundo nivel, que actúa bajo la dirección general. De ahí que su aparición pública sorprendiera entonces.
Señalamientos 6c1m6d
Las tensiones entre las grandes compañías energéticas y Red Eléctrica no han dejado de aumentar en las últimas semanas. El operador del sistema aseguró este jueves que los valores de tensión antes del incidente no excedieron los límites establecidos por la normativa.
De hecho, Beatriz Corredor exoneró a su compañía de cualquier fallo en la operación del sistema eléctrico y la gestión de las redes de alta tensión antes del colapso, centrando así la responsabilidad en las eléctricas.
La presidenta de Red Eléctrica señaló que las causas que llevaron a ese cero eléctrico peninsular son "acumulativas", aunque dijo que era "importante decir claramente qué no pasó" ese día.
"Lo que no pasó es que no había un problema de potencia asíncrona; no faltó inercia en el sistema; no hubo una sobrecarga en la red, ni cortocircuitos; no hubo ciberataques; funcionaron bien los deslastres; y no tuvimos problemas de control de tensión en la red de transporte".
Fuentes de REE recuerdan, ademñas, que la compañía "está convencida de que se hicieron las cosas bien". Se remiten a las palabras de Corredor la pasada semana en las que destacaba que "los operadores del centro de control siguieron estrictamente los procedimientos de operación".
Insisten también en que Red Eléctrica es la primera interesada en que se esclarezcan las causas cuanto antes.
Con todo, desde el sector eléctrico sostienen que la red operaba al límite de la seguridad y que no se atendieron las alertas previas que manifestaban un riesgo inminente.
Jordi Sevilla, exministro socialista de istraciones Públicas y predecesor en la presidencia de Red Eléctrica de Beatriz Corredor, también se sumó a las críticas al operador del sistema en un reciente artículo de opinión.
Bajo su punto de vista, se ignoraron las advertencias técnicas sobre la necesidad de adaptar la red y mantener suficiente respaldo síncrono (que proporcionan las centrales de gas, las nucleares o las hidráulicas), lo que contribuyó a que el apagón fuera posible.
Además, Sevilla criticó que el "Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se planificó desde un despacho, con demasiado mesianismo renovable y haciendo oídos sordos a los problemas técnicos asociados a un cambio tan importante".
Investigaciones en curso 1321
Por el momento, el Gobierno mantiene abiertas investigaciones en los ámbitos eléctrico y digital para esclarecer las causas exactas del apagón y entender por qué Red Eléctrica no logró aislar la incidencia.
La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha señalado que el nivel de inercia del sistema eléctrico peninsular se encontraba dentro de los márgenes recomendados. Asimismo, ha descartado problemas relacionados con la cobertura, las reservas o la dimensión de la red.
De forma paralela, la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), de la que forma parte Red Eléctrica, también desarrolla su propia investigación. No obstante, su imparcialidad ha sido puesta en entredicho por las principales compañías eléctricas.