Cadáver de Yolanda González, 2 de febrero de 1980.

Cadáver de Yolanda González, 2 de febrero de 1980. 626k4h

Historia

España en Transición: las fotos de un país que no sabía si avanzaba o se rompía 5j161j

Las imágenes recopiladas por Rafael R. Tranche en 'Instantes para la historia de la transición' retratan una juventud en combate y un país al borde de la transformación. 3i750

Más información: De la llegada del 'Guernica' a la efervescencia del Congreso: retrato de una España que acababa de despertar 431n4f

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El 2 de febrero de 1980 amaneció el cuerpo abandonado de la adolescente Yolanda González en medio de la nada. Cuando lo encontraron a la altura del kilómetro 3 de la carretera de Alcorcón, parecía dormida y resguardada del frío.

Horas antes, dos de Fuerza Nueva, un partido político de extrema derecha, la engañaron con identificaciones policiales falsas, la secuestraron y la ejecutaron

Simultáneamente, al norte del país, el joven Jesús María Zubicaray, exmiembro de ETA, estaba siendo acribillado a balazos por el Batallón Vasco Español, otro grupo de extrema derecha, al volver a casa de fiesta.

¿El motivo de dicha fiesta? Haber acabado con la vida de 6 guardias civiles en una emboscada hace escasas horas.

Las fotografías recopiladas por Rafael R. Tranche (Madrid, 1961) en Instantes para la historia de la transición (Cátedra) capturan tanto los grandes acontecimientos de esta etapa como los “microacontecimientos”, tejiendo “una relación a tres bandas entre acontecimientos, imágenes y memorias”, explica Tranche.

Rafael R. Tranche es un historiador, cineasta y catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en cine, televisión y fotografía desde una perspectiva histórica y estética, ha investigado ampliamente sobre la propaganda visual durante la Guerra Civil española y el franquismo.

Caminos divergentes  4w1p3y

Entre 1975 y 1982, España vivió un proceso de transformación política frenético. La muerte de Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, abría oficialmente el fin de una dictadura de casi cuarenta años. 

Adolescentes que jamás verían su primera cana reflejada en el espejo componen un fragmento de las fotos, en las que también se puede observar a jóvenes atrincherados en cárceles y orgías en la plaza del 2 de mayo.

Estas son solo algunas de las infinitas baldosas amarillas que componen el camino de la transición por el que deambuló España hacia un futuro sumamente incierto

Este libro completa el relato de el arduo camino que supuso la transición: fue una travesía sembrada de sangre, represión, libertades en construcción y violencia política, con más de 500 víctimas mortales por terrorismo o enfrentamientos sociales.

El libro está dividido en 6 capítulos, el primero empezando en los orígenes de la Transición, pasando por las agitaciones en la calle, la metamorfosis urbana, el carisma deslumbrante de los políticos (Adolfo Suárez y Felipe González) que lideraban en aquel momento y acabando con imágenes extremas de violencia política y el apoteósico clímax del 23F, cuando el teniente coronel Tejero irrumpió en el Congreso a punta de pistola, inaugurando la década por todo lo alto.

Manos ensangrentadas por la muerte de José Luis Montañés y Emilio Martínez, 13 de diciembre de 1979. Foto: Andrés Palomino

Manos ensangrentadas por la muerte de José Luis Montañés y Emilio Martínez, 13 de diciembre de 1979. Foto: Andrés Palomino

El 13 de diciembre de 1979, durante une manifestación estudiantil en Atocha, un estudiante alzaba sus brazos cubiertos por la sangre de su compañero de clase José Luis Montañés, que estaba de camino al hospital, ya muerto, con un agujero de bala en el cuello.

A escasos metros otra de las balas le perforaba el hemitórax derecho a Emilio Martínez, otro de sus compañeros, matándolo al instante

La foto recalca la vulnerabilidad de los manifestantes a la vez que traslada la capacidad expresiva de la cara a las manos. El libro está lleno de instantáneas que capturan momentos frágiles de un movimiento explosivo dotado de temeridad. Le pone cara a cada acto de rebeldía, o en este caso, manos.

Represión policial tras el funeral en conmemoración de los trabajadores muertos en Vitoria, 3 de marzo de 1977. Foto: Germán Gallego

Represión policial tras el funeral en conmemoración de los trabajadores muertos en Vitoria, 3 de marzo de 1977. Foto: Germán Gallego

Estas muertes ocurrieron durante una de las incontables protestas que estallaron en aquellos años, muchas de las cuales desembocaban en tragedia como la de Maria Luz Nájera, que murió en el enero de 1977 al impactarle un bote de humo en la cara durante una manifestación en la gran vía, en aquella 'semana negra' de enero en que el el viaje hacia la democracia casi descarrila. 

La policía antidisturbios, herencia directa del régimen, seguía utilizando tácticas represivas propias de la dictadura: pelotas de goma, detenciones arbitrarias, infiltraciones y torturas en comisaría.

En ese contexto, la cámara fotográfica se convertía en un arma de denuncia y resistencia. Muchas de las instantáneas que hoy conforman este libro circularon en revistas como Triunfo, Interviú, Fotogramas o Diario 16, que jugaron un papel esencial en la ruptura del silencio oficialista.

Huelgas por doquier 6g5719

La descomposición del cadáver de Franco no sólo selló una etapa, sino que también supuso un replanteamiento del cuerpo humano en la sociedad española. El sexo, las relaciones de pareja, la alimentación, la “autoconciencia”... todo fue puesto en tela de juicio.

Frente al relato idealizado de una Transición modélica, estas instantáneas contrapuntan la narrativa común y revelan la violencia estructural, la represión policial, la persistencia de las cloacas del franquismo y la fragilidad de los derechos recién conquistados.

Un dato revelador de la agitación social de entonces es la más de 1.500 huelgas que paralizaron el país en 1976, en medio de una represión policial todavía desproporcionada.

El cuerpo, antes sometido a la moral católica franquista, se convertía en campo de batalla ideológico y de liberación. Las fotos que ha recopilado Tranche provocan ese mismo efecto, más de cincuenta años después: interpelan, rasgan, cuestionan.

El 9 de mayo de 1976 se celebró el Festival de los Pueblos ibéricos en la Universidad Autónoma de Madrid. Frente a 50,000 espectadores actuaron los cantautores más emblemáticos de la época: Pablo Guerrero, Víctor Manuel, Julia León

Festival de los Pueblos Ibéricos, Madrid, 9 de mayo de 1976. Foto: Guillermo Armengol

Festival de los Pueblos Ibéricos, Madrid, 9 de mayo de 1976. Foto: Guillermo Armengol

El colosal despliegue policial no pudo ensordecer los gritos de “amnistía y libertad” que coreaban las diferentes facciones de los “pueblos ibéricos”. El vigor que desprende tanto el chaval propulsado al aire por sus compañeros, como los mismos que le lanzaron, rebosa de cada fotografía que se centra en la conquista de los espacios públicos, en la agitación en las calles. Brote por excelencia de un país en transición.

Tres años más tarde, el 24 de abril de 1979, y con el mismo motivo, un grupo de manifestantes abucheó la bandera nacional y trató de sustituirla por la republicana en el consistorio. La fotografía captura el choque entre símbolos, la colisión de antónimos: la nueva democracia y sus heridas abiertas.

Villalar, 29 de abril de 1979. Foto: Guillermo Armengol

Villalar, 29 de abril de 1979. Foto: Guillermo Armengol

Aunque el libro abarca diferentes contextos y años, muchas de las imágenes contienen esa misma vitalidad explosiva y áspera de la época. Es posible oler la pólvora, oír el goteo de sudor y sangre sobre la acera, sentir el calor de un nuevo amanecer. Cada instantánea es un fogonazo de memoria, una prueba de que la historia también se escribe con cicatrices.