
El farmacéutico y divulgador Phil Hugo. 41x6o
Phil Hugo, farmacéutico: "A una isla desierta me llevaría una lata de sardinas. Es el alimento perfecto" 14o71
El farmacéutico y divulgador Phil Hugo ha desgranado las propiedades de uno de los alimentos más ricos nutricionalmente. 285h4g
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En un escenario tan extremo como el de verse atrapado en una isla desierta, la elección de un alimento que pueda cubrir la mayor parte de las necesidades nutricionales se convierte en una cuestión de supervivencia más que de preferencia culinaria.
En este contexto, el farmacéutico y divulgador Phil Hugo ha lanzado una provocadora y bien fundamentada propuesta: optar por las sardinas como el alimento único y esencial.
“Sardinas, un alimento barato, que aporta 20 gr. de proteína por cada 100, muchos omega 3 y yodo; imagínate que en esta isla desierta nunca haga sol, tengo ahí la vitamina D, tengo también calcio porque me voy a comer las espinas, para mí es un alimento perfecto”.
Este razonamiento se fundamenta en el impresionante perfil nutricional de las sardinas, que ofrecen proteínas de alta calidad para mantener la masa muscular y la integridad de los tejidos.
Además, incluyen ácidos grasos esenciales para el equilibrio cardiovascular y neurológico, nutrientes que suelen escasear en contextos de aislamiento y limitaciones alimentarias.
Diversos estudios han corroborado que son una fuente destacada de proteínas completas y biodisponibles. Según la Fundación Española de la Nutrición, una porción de 100 gr. de sardinas cocidas contiene aproximadamente 24,6 gr. de proteína de alto valor biológico, lo que representa cerca del 50% de las necesidades diarias recomendadas.
@fit.generation EL ALIMENTO PERFECTO PARA SOBREVIVIR Si estuvieras en una isla desierta y solo pudieras llevarte un alimento, ¿cuál sería? @Phil Hugo Farmacéutico lo tiene claro: sardinas Buena cantidad de proteína, calcio, Omega-3...las razones son infinitas. Y en tu caso: ¿qué alimento te llevarías y por qué? Dale like y SÍGUENOS para más consejos sobre entrenamiento y nutrición #omega3 #fitness #vitaminaD #calcio #proteínas ♬ sonido original - FIT GENERATION
Esta riqueza proteica resulta particularmente valiosa en situaciones donde el a fuentes alternativas de proteínas animales es nulo o muy limitado, como podría ocurrir en la mencionada isla desierta.
La proteína, como es bien sabido, es esencial para la síntesis de enzimas, hormonas y la regeneración celular, procesos cruciales para la supervivencia a largo plazo.
Por otra parte, las sardinas destacan como uno de los alimentos con mayor densidad de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, especialmente EPA y DHA.
Estos lípidos poliinsaturados han demostrado efectos protectores sobre la salud cardiovascular y la función cognitiva, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como la aterosclerosis, la hipertensión y ciertos tipos de demencia.
La cantidad aproximada de omega-3 en este alimento alcanza los 2 gr. por cada 100 de porción comestible, consolidándolas como un verdadero tesoro para la salud en términos de grasa saludable.
Así, su ingesta no solo ayudaría a mantener la integridad de las membranas celulares, sino también a modular la respuesta inflamatoria y prevenir trastornos metabólicos en un entorno hostil.
Sardinas y vitamina D 1z3zd
El argumento de Hugo también resalta el papel esencial de la vitamina D presente en las sardinas, un micronutriente cuya importancia aumenta en condiciones de falta de luz solar directa.
La vitamina D, presente en concentraciones de hasta 6 mg. por cada 100 gr. de sardinas en conserva, desempeña un papel crucial en la homeostasis del calcio y el mantenimiento de la densidad ósea.
Sin la exposición solar necesaria para la síntesis cutánea de esta vitamina, la dieta es la única fuente que podría cubrir sus necesidades, y las sardinas, en este sentido, serían casi insustituibles.
Uno de los elementos menos apreciados, pero igualmente valiosos de las sardinas es su contenido en calcio, sobre todo si se consumen con sus espinas. Las sardinas en lata con espinas alcanzan hasta 380-400 mg. de calcio por 100 gr., superando incluso a la leche de vaca en densidad mineral.
Este mineral es fundamental no solo para el fortalecimiento de la estructura ósea, sino también para la contracción muscular y la transmisión nerviosa, procesos esenciales para la vida en condiciones adversas.

El yodo es otro micronutriente presente en abundancia en este pescado y que juega un rol decisivo en el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, responsable de regular el metabolismo energético y mantener la temperatura corporal.
Según un estudio publicado en la revista Nutrients, la deficiencia de yodo es una de las principales causas prevenibles de retraso mental y bocio en poblaciones aislada.
Gracias a este nivel de nutriente, la tiroides tendría un suministro constante para sintetizar hormonas vitales, garantizando la homeostasis general en una situación de supervivencia.
Más allá de estos nutrientes clave, las sardinas también aportan otros minerales y vitaminas fundamentales como el fósforo, el magnesio, el hierro y la vitamina B12, conocida por su papel crucial en la formación de glóbulos rojos y el funcionamiento del sistema nervioso.
Estos micronutrientes actúan en sinergia para reforzar la vitalidad del organismo, previniendo la anemia, mejorando la salud ósea y manteniendo un metabolismo energético óptimo.
Los efectos positivos de las sardinas para la salud cardiovascular han sido documentados en numerosos estudios.
Por ejemplo, una revisión concluyó que los omega-3 presentes en pescados azules como las sardinas reducen significativamente el riesgo de enfermedad coronaria al modular los niveles de colesterol LDL y HDL, así como al disminuir la presión arterial y prevenir la formación de trombos.
El beneficio de los omega-3 va más allá del sistema cardiovascular: el DHA, en particular, es esencial para el mantenimiento de la estructura y función cerebral. Estudios han vinculado una ingesta adecuada de este ácido graso con un menor riesgo de padecer trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer y con mejoras en la memoria y la concentración.
Así, las sardinas se erigen como un alimento indispensable no solo para la supervivencia física, sino también para el mantenimiento de las capacidades cognitivas.