En este pueblo se come de maravilla.

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En este pueblo se come de maravilla, según National Geographic: un paraíso gastronómico cerca de Aragón

Se trata de un destino ideal para visitar durante Semana Santa: una localidad de pequeño tamaño pero esconde una gran riqueza gastronómica y cultural.

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España es un auténtico paraíso gastronómico, un país donde cada rincón tiene su propia identidad culinaria y donde la comida no es solo una necesidad, sino una forma de vida. Desde las costas hasta el interior, cada pueblo y ciudad ofrece sabores únicos, recetas con siglos de historia y productos de primera calidad que convierten cualquier comida en una experiencia inolvidable.

Cabe destacar que Castilla y León presume de sus asados de lechazo y cochinillo, con Segovia y Burgos como grandes referentes, mientras que en Zamora o Ávila el queso y la ternera son protagonistas.

En consecuencia, hay una localidad castellana muy cercana a Aragón que es un auténtico paraíso gastronómico, según National Geographic, que destaca destaca por una gastronomía capaz de enamorar a los paladares más exigentes.

En la provincia de Guadalajara, muy cerca del límite con Aragón, se encuentra Jadraque, un pequeño municipio de unos 1.500 habitantes que, pese a su reducido tamaño, se distingue por una cocina que conquista incluso a los comensales más exigentes.

Además de la gastronomía, otro de sus mayores atractivos es el Castillo del Cid, una fortaleza que domina el paisaje desde lo alto de una colina y que, según la tradición, estuvo vinculada a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Desde allí, se pueden disfrutar de unas impresionantes vistas del valle del Henares, que añaden un valor paisajístico al conjunto monumental del municipio.

Pero si hay algo que distingue a Jadraque, además de su legado histórico, es su exquisita gastronomía. La estrella de su cocina es el cabrito asado, un plato que se ha convertido en emblema del pueblo y que se elabora con esmero en sus asadores tradicionales. Además, la localidad ofrece una excelente selección de productos de la tierra, como embutidos, quesos y dulces típicos, que hacen las delicias de los visitantes.

Entre los platos más representativos de Jadraque se encuentran los siguientes:

  • Cabrito asado: Sin duda, el emblema de la cocina jadraqueña. Preparado con ingredientes sencillos (sal, agua y fuego lento), el secreto de su éxito radica en la calidad del producto y en la técnica de asado. Acompañado con una ensalada y un buen pan de pueblo, es una delicia difícil de igualar.
  • Cordero y cochinillo asado: Aunque el cabrito es el plato estrella, en los asadores de Jadraque también es común encontrar cordero y cochinillo asado al estilo castellano, siempre con ese toque especial que le da la cocción en horno de leña.
  • Gachas manchegas: Un plato contundente y tradicional de la cocina rural, elaborado con harina de almortas, aceite de oliva, ajo y panceta. Ideal para los meses de invierno.
  • Migas pastoriles: Un plato típico de la gastronomía castellana que en Jadraque se elabora con pan duro, ajo, pimentón, aceite de oliva y acompañamientos como chorizo, panceta o uvas.
  • Sopas de ajo: Otro clásico de la cocina de la zona, especialmente consumido en invierno. Se prepara con pan, ajo, pimentón, huevo y caldo, dando como resultado un plato humilde pero lleno de sabor.

Con respecto a los dulces, la repostería de Jadraque también tiene su encanto. Entre los dulces más tradicionales destacan:

  • Rosquillas caseras: Elaboradas con ingredientes sencillos como harina, huevos y azúcar, son un acompañamiento perfecto para el café o una merienda.
  • Bizcochos borrachos: Un postre empapado en almíbar y licor, típico de muchas zonas de Castilla-La Mancha.
  • Flores manchegas: Un dulce crujiente y ligero, con una forma característica similar a una flor, frito en aceite de oliva y espolvoreado con azúcar.

Jadraque, con su cocina tradicional y su hospitalidad, es un destino gastronómico perfecto para quienes buscan disfrutar de sabores auténticos y recetas de toda la vida, siempre con el inconfundible sello de la cocina castellana.

Además de su castillo y su oferta culinaria, Jadraque cuenta con un interesante patrimonio, con iglesias, ermitas y casas solariegas que evocan su pasado medieval. Sus festividades, llenas de tradición y fervor popular, son otra razón para acercarse a este encantador rincón de Guadalajara, ideal para una escapada que combine historia, naturaleza y buen comer.

En consecuencia, Jadraque es un destino accesible desde distintas zonas de Aragón. Aunque no cuenta con grandes infraestructuras de transporte, llegar desde ciudades aragonesas como Zaragoza, Teruel o Huesca es relativamente sencillo tanto en coche como en tren.

El coche es la mejor opción para llegar a Jadraque desde Aragón, ya que permite disfrutar del paisaje y hacer paradas en otros lugares de interés. Desde Zaragoza (170 km, unas 2 horas): Tomar la A-2 (Autovía del Nordeste) en dirección Madrid hasta la salida 104 (Jadraque-Sigüenza) y seguir por la CM-1001 durante unos 30 km hasta Jadraque.