Raquel y Gonzalo tienen en Alicante una de las 50 mejores pizzerías de Europa: "Vivimos en otra era de la pizza"

La emoción de renovar un título europeo aún brilla en los ojos de Gonzalo Infante y Raquel Perramon. Su pizzería en Alicante mejora cinco posiciones en la lista más valorada que reconoce a las mejores pizzerías de Europa y les coloca otra vez entre las siete más votadas de España: "Vivimos en otra era de la pizza".

Gonzalo valora el reconocimiento anunciado este miércoles "porque vas creciendo y cada vez se complica más el hecho de hacer las cosas como el primer día". Desde que abrieran su local en El Campello en 2019 hasta ahora llevan ya tres años en esa lista y han pasado a tener cuatro restaurantes.

Entrar en el club 50 Top Pizza Europa les permite codearse con lo más selecto de su profesión, y cada vez con más seguridad ya que van subiendo entre ellos. Raquel agradece que eso les hace compartir "las mismas inquietudes, los mismos problemas, las mismas alegrías, los mismos retos diarios".

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"Lo más divertido es ir viajando, ir conociéndolos e ir compartiendo el pertenecer a esta pequeña familia", agradece risueña sobre esta selección que este 2025 corona a una pizzería londinense.

Eso es lo que les permite ir organizando actividades extra que pueden disfrutar durante el año con sus clientes, como la reciente fiesta en mayo por la semana de la pizza en la que trajeron al maestro quesero Salvatore Voccia y reivindicaron las recetas hechas con los productos de Alicante.

Situada en una de las esquinas de la plaza Gabriel Miró, además de en la playa de Muchavista, Elche y Murcia, en su carta cuentan con 16 pizzas, una apuesta por la sencillez que les lleva a esta premiada calidad.

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"Preferimos dar poco, pero muy bueno", remarca Gonzalo sobre esta tendencia con la que se centran en "poder dar algo de mucha calidad y que sea operativamente gestionable" en sus diferentes locales.

De esa forma, prosigue Raquel, demuestran su voluntad de "enfatizar el producto que ponemos, porque le damos más protagonismo a cada uno de los productos que vamos poniendo y lo que hay detrás, que es artesanía".

Y ahí Raquel se detiene a "ensalzar la figura del maestro quesero y del cortador del embutido", entre otros porque supone "reconocer esos trabajos que muchas veces están en la sombra y que nosotros ponemos en valor porque nos parece que es muy respetable y que se está perdiendo un poquito".