El pueblo de Castellón donde se come muy bien. Turisme CV
El pueblo de Castellón donde se come muy bien por menos de 20 euros: en plena naturaleza y a 40 minutos de Valencia
Esta localidad cuenta con un restaurante recomendado por la Guía Repsol y galardonado con un 'Solete'.
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El atractivo natural de la provincia de Castellón es incomparable. Sin embargo, la oferta gastronómica no se queda atrás y ya se ha convertido en una de las insignias de sus municipios.
Tradición y sabor, esos son los dos pilares fundamentales de la gastronomía castellonense, que ya es reconocida en las principales guías culinarias, como la Guía Repsol.
En concreto, el municipio de Jérica cuenta con un restaurante galardonado con un 'Solete' Repsol, erigiéndose como un pueblo en el que comer muy bien durante una escapada a la provincia de Castellón.
Este establecimiento es conocido como El Rullo, ubicado en el centro del municipio castellonense y al que acuden celebridades como el árbitro Mateu Lahoz.
Su cocina tradicional de interior contrasta con sus platos mediterráneos con el mejor marisco de la Comunitat Valenciana, respetando así la oferta gastronómica típica del grueso de la autonomía.
El uso de productos locales junto al entorno privilegiado en el que se encuentra, en pleno corazón natural de la provincia de Castellón, lo convierten en un enclave único para degustar lo mejor de la gastronomía local.
Jérica
Jérica es sinónimo de naturaleza. Ubicada en la comarca del Alto Palancia, en la provincia de Castellón, cuenta con una población de 1.726 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Es un enclave que destaca especialmente por su naturaleza y por su gastronomía, entre muchos otros atractivos. Además, su localización entre montañas hace que sea habitual en los recorridos de los ciclistas.
El casco antiguo de Jérica, declarado Bien de Interés Cultural en 2004, refleja su rica herencia histórica.
Jérica. Turisme CV
En sus calles empedradas y llenas de vida, destaca la Torre de las Campanas o de la Alcudia, una estructura mudéjar del siglo XVII que se erige como símbolo del municipio.
Esta torre, visible desde lejos, cuenta con tres cuerpos octogonales y ha servido como campanario, aljibe y cuadra a lo largo de los siglos.
Por si fuera poco, el recorrido del casco histórico cuenta con más monumentos reseñables como la Iglesia del Cristo de la Sangre, de estilo neoclásico, y la Ermita de San Roque, un ejemplo del gótico valenciano construido sobre una antigua estructura árabe.
La Cruz Cubierta, una cruz de término del siglo XVI protegida por una estructura con bóveda de crucería, también forma parte del patrimonio local.
Espacios en naturaleza
Además, Jérica cuenta con espacios en pleno paraje verde como la Vuelta de la Hoz. Se trata de un paraje natural donde el río Palancia ha esculpido un meandro rodeado de gargantas de más de 50 metros de altura.
Este espacio, acondicionado con senderos y áreas de picnic, es ideal para caminatas y escalada, siendo frecuentado habitualmente por senderistas y familias.
Para los amantes del turismo activo, empresas locales como Hardacho ofrecen actividades como cicloturismo y rutas guiadas, permitiendo explorar los paisajes de Jérica y sus alrededores de manera segura y organizada .
