La neurocientífica y divulgadora Nazareth Castellanos. Foto: Siruela

La neurocientífica y divulgadora Nazareth Castellanos. Foto: Siruela 4upn

Salud y Bienestar

Nazareth Castellanos, neurocientífica: "Comemos alimentos llenos de azúcar que generan ansiedad y depresión" 5d622t

A pesar de dar cada vez más visibilidad a nuestra salud mental, aún no somos del todo conscientes de lo que afecta a ella la dieta que seguimos. 304eo

Más información: Conchita Vidales, cirujana nutrigenética: "Este es el error más común al querer perder peso durante la menopausia" 1u5j6z

Publicada

La salud mental lleva años adquiriendo el protagonismo que merece. Tan solo en España, el 34% de la población sufre algún problema psicológico, según los últimos datos aportados por el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023. Más concretamente, este padecimiento supera el 40% en la población de más de 50 años y el 50% en la de más de 85 años.

En los últimos años, hemos sido testigos de un creciente interés por la conexión entre la alimentación y nuestra salud mental. Si bien siempre se había destacado la relación entre una dieta equilibrada y el bienestar físico, cada vez son más los estudios que sugieren que lo que comemos también influye directamente en nuestro estado emocional.

Según Nazareth Castellanos, Doctora en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid y experta en el campo de la neurociencia, esta relación es mucho más profunda de lo que pensábamos. En una reciente charla, esta explicaba cómo el consumo habitual de alimentos con un alto contenido en azúcares añadidos está vinculado a un aumento en los niveles de ansiedad y depresión.

La neurocientífica advierte que los alimentos ultraprocesados, cargados de azúcares, no solo afectan nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro. En su charla, Castellanos destacó que una dieta rica en azúcares no solo incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes, sino que también tiene un efecto negativo sobre el estado mental de las personas.

El azúcar, al igual que los alimentos ultraprocesados, interfiere en la correcta regulación de nuestras emociones, favoreciendo el desarrollo de trastornos como la ansiedad y la depresión.

La conexión entre el azúcar y la salud mental 2j3q4n

Una de las claves que Castellanos subraya en su intervención es el papel fundamental de la microbiota intestinal, ese ecosistema de bacterias y microorganismos que viven en nuestro intestino.

La neurocientífica explica que el intestino no es solo responsable de la digestión, sino que también juega un rol crucial en la comunicación con el cerebro a través del nervio vago. Este nervio recoge la información sobre lo que ocurre en el intestino y la transmite al cerebro, influyendo directamente en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional.

Cuando consumimos alimentos altos en azúcares, especialmente los ultraprocesados, alteramos este equilibrio microbiano. Un desequilibrio en la microbiota puede ocasionar inflamación en el cuerpo y, lo que es aún más importante, en el cerebro. Esta inflamación crónica se ha relacionado con un aumento de los síntomas depresivos y de ansiedad. Como explica Castellanos, "una dieta desequilibrada afecta a las funciones cerebrales y altera los procesos bioquímicos que regulan nuestras emociones".

El azúcar y el riesgo de depresión 3ov6s

No es solo la neurociencia la que respalda estas afirmaciones. Recientes estudios científicos han puesto en evidencia que el consumo excesivo de azúcar está asociado a un mayor riesgo de padecer depresión.

Según una investigación publicada en la revista BMC Psychiatry, los participantes que consumían altas cantidades de azúcar en su dieta tenían un riesgo un 33% mayor de desarrollar depresión en comparación con aquellos que consumían menores cantidades.

Este estudio, realizado entre 18.400 personas, encontró que por cada aumento de 100 gramos de azúcar diarios en la dieta, la incidencia de depresión aumentaba un 28%. Aunque aún se investigan los mecanismos exactos detrás de esta relación, los expertos sugieren que el azúcar puede alterar la microbiota intestinal, un factor clave en la regulación del estado de ánimo y el bienestar mental.

¿Qué alimentos debemos evitar? 232g4r

Para proteger nuestra salud mental, es esencial hacer elecciones alimenticias conscientes. Según la neurocientífica, los productos ultraprocesados, como los refrescos, las golosinas, los aperitivos salados y las comidas rápidas, deben ser evitados. Estos alimentos no solo están repletos de azúcares añadidos, sino que también contienen aditivos y grasas saturadas que dañan nuestra salud mental a largo plazo.

En lugar de estos alimentos, Castellanos recomienda optar por una dieta rica en nutrientes, con alimentos frescos y naturales. Frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pescados ricos en ácidos grasos omega-3 son fundamentales para mantener un equilibrio en la microbiota intestinal y, por ende, en nuestro bienestar emocional. Además, una dieta saludable no solo favorece la salud mental, sino que también mejora nuestras defensas y regula funciones endocrinas vitales para el buen funcionamiento del cuerpo.

Al final, tomar decisiones alimenticias más saludables no solo beneficia nuestra salud física, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental. Como destaca Castellanos, el poder de la dieta va más allá de la apariencia física: "Lo que comemos influye directamente en nuestra capacidad para gestionar el estrés, nuestras emociones y, en última instancia, nuestra felicidad".

Este enfoque, conocido como psiquiatría nutricional, es un campo emergente en la medicina que reconoce que a través de la alimentación, podemos intervenir directamente en la salud mental. De hecho, estudios recientes en Estados Unidos y Australia respaldan la idea de que mejorar nuestra dieta puede ser una herramienta efectiva en el tratamiento de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión.

La importancia de ser conscientes de lo que comemos 4n2963

Es crucial que seamos conscientes de cómo la alimentación influye en nuestra mente. Si bien no podemos culpar exclusivamente a los alimentos procesados del aumento de trastornos mentales, es evidente que su consumo excesivo juega un papel importante en el deterioro de nuestra salud emocional.

La próxima vez que tengas antojo de un dulce o un refresco, recuerda que tu salud mental es tan importante como tu salud física. Optar por alternativas más saludables puede marcar una gran diferencia en tu vida emocional y, a largo plazo, en tu bienestar general.

Reducir el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados no solo es clave para prevenir enfermedades físicas, sino también para proteger y fortalecer nuestra salud mental. Tomar decisiones conscientes sobre lo que comemos puede ayudarnos a sentirnos mejor tanto por dentro como por fuera.