
Gabriel Rufián (ERC), Carlos Cuerpo y Mónica García. Eduardo Parra / Europa Press. 3i2t4g
El Gobierno pacta con ERC negociar con el BCE que el Instituto Catalán de Finanzas tenga licencia bancaria 2t545h
El Ejecutivo cede a esta exigencia a cambio de que los republicanos den su voto a la Autoridad del Cliente Financiero. v2p6h
Novedades en el campo bancario, aunque en esta ocasión no tiene nada que ver con la opa del BBVA sobre el Sabadell. El Gobierno se ha comprometido con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) a apoyar que el Instituto Catalàn de Finanzas (ICF), que depende de la Generalitat, consiga la licencia bancaria. De esta manera, la entidad podría ofrecer servicios bancarios básicos.
Para ello, el Ejecutivo deberá negociar este nuevo estatus ante la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE). A cambio de este movimiento, los republicanos se comprometen a dar su apoyo al proyecto de ley para crear la Autoridad del Cliente Financiero.
El acuerdo, concretamente, se ha cerrado entre ERC y el Grupo Socialista. Desde Economía confirman el pacto, que obligará al Gobierno a tratar de conseguir el estatus bancario para el ICF. Desde el PSOE también, e indican que "supone un avance en la negociación con los diferentes grupos parlamentarios en una de las leyes prioritarias del Gobierno, que es la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero".
Por su parte, los republicanos celebran el acuerdo. Para ellos supone un "avance significativo en la configuración del ICF como un verdadero banco público, orientado a dar apoyo directo a pequeñas y medianas empresas, cooperativas y personas autónomas en Cataluña".
"Se trata de una herramienta clave para facilitar el a financiación, fomentar el desarrollo económico del país y reforzar la soberanía financiera. Con ello se da respuesta a la existencia de fallos de mercado en la financiación empresarial en los territorios, derivados de problemas de información, que es uno de los objetivos que persigue el proyecto de Ley de Defensa del Cliente Financiero", aseguran los republicanos.
Hasta ahora, el ICF actuaba básicamente mendiante avales y préstamos con garantía pública sobre proyectos empresariales, detrás de los cuáles siempre debía haber un banco intermediario, igual que le ocurre al ICO. Si se logra la ficha bancaria, podría ofrecer esas líneas de forma directa e incluso entrar en el negocio minorista.
No obstante, se trata de una petición que tiene que pasar por todos los permisos de la autoridad bancaria europea, además de superar las trabas que pueden ponerle por problemas de competencia, un proceso que puede dilatarse mucho en el tiempo, advierten fuentes financieras.