La exmilitante socialista Leire Díez este miércoles.

La exmilitante socialista Leire Díez este miércoles. Sara Fernández x6jb

Política

Moncloa insiste en desligarse de Leire Díez sin que el PSOE explique qué material sobre sumarios les entregó en Ferraz 1d4v1y

"El 'pendrive' no se ha abierto y lo hemos entregado a la Justicia", aseguran fuentes oficiales del PSOE. 4y3s1s

Más información: Leire Díez dice que investigaba "como periodista" y espera que su baja en el PSOE sea "temporal" 701x4k

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"Por si había alguna duda, Aldama ya nos ha aclarado hoy que su objetivo es acabar con Pedro Sánchez y que Feijóo sea presidente. Ya no hay ninguna duda de que esa es su motivación y la de todos los que le rodean".

Así se expresa un miembro del núcleo duro del presidente del Gobierno. Se refiere a las declaraciones de Aldama, este miércoles, en las que aseguraba: "A ver si ya de una vez la oposición y el señor Feijóo hacen lo que tienen que hacer y nos sacan a este Gobierno y de este caos en el que estamos”.

Su tesis, y la del Gobierno, es que vivimos en una campaña de acoso contra el presidente, en una operación en la que entrarían políticos, periodistas, jueces y de las fuerzas de seguridad del Estado.

En Incluso, dejan caer el término "golpe de Estado", sin que conste ninguna denuncia en tribunales o Fiscalía por esa supuesta conspiración.

Es lo que Óscar López, ministro y opositor a Isabel Díaz Ayuso, llama "coletazos de la Kitchen", en referencia a la operación del PP para obstruir la investigación sobre la corrupción que afectaba al partido en tiempos de Mariano Rajoy.

En realidad, esa estrategia no es nueva en la política española y, con matices que tienen que ver con la naturaleza de los escándalos, ha sido utilizada por varios gobiernos y partidos en la historia constitucional.

“Hay una campaña organizada que no se propone limpiar el país de corrupción, sino que busca la destrucción de la figura personal de Felipe González”, aseguró Narcís Serra en julio de 1996 cuando dimitió como vicepresidente del Gobierno por el caso de las escuchas del Cesid.

La letra y la música son similares a lo que suena estos días.

González usó esa estrategia y esos términos en su última legislatura para sacudirse la intensa presión por los múltiples escándalos. Él y su entorno hablaron entonces también de la conspiración entre periodistas, políticos del PP, jueces y agentes de las fuerzas de seguridad del Estado para acabar con él.

Frases similares se volvieron a escuchar desde 2009, pero esa vez en boca de dirigentes del PP que también decían ser víctimas de conspiraciones encabezadas por el adversario político, en ese caso, el PSOE.

Así, el entonces coordinador de Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, situó en 2011 al exministro Alfredo Pérez Rubalcaba, como el "principal director del montaje político" contra el PP en el caso Gürtel.,

Por eso pidió el cese del jefe de la UDEF (Policía Nacional) y del entonces fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, así como de las fiscales especiales contra la corrupción encargadas del caso.

En opinión de Trillo, Gürtel era "un montaje de la Policía dirigida por Rubalcaba".

Dos años antes, Rajoy, entonces líder del PP y de la oposición, apuntaba también a una conspiración al señalar que Gürtel “no es una trama del PP como algunos pretenden, esto es una trama contra el Partido Popular”.

Añadía que algunos habían pretendido convertir ese sumario "en una causa general contra el Partido Popular".

Y tampoco tenía inconveniente en señalar a instituciones concretas: "Nunca en España, ni con Adolfo Suárez de presidente, ni con Leopoldo Calvo Sotelo, ni con Felipe González, ni con José María Aznar se había hecho un uso tan partidista de la Fiscalía como ahora". 

Hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, asegura estos días que hay una operación contra ella del Gobierno. "Todo les vale con tal de que no gobierne la derecha", dijo el martes.

Ahora, el Gobierno de Sánchez usa términos similares y apunta a conspiraciones y cloacas de la Guardia Civil.

También discuten la actuación de la Fiscalía Anticorrupción por haber pactado con Víctor de Aldama su libertad provisional a cambio de colaborar contra el Gobierno en el caso Ábalos.

Explican que no hay pruebas de que Leire Díez trabajara para Santos Cerdán, es decir, que no se le puede llamar "fontanera del PSOE", que Aldama no ha colaborado finalmente con la Justicia o no ha podido probar sus acusaciones, o que se ha demostrado que no había un "inminente informe de la UCO" contra el responsable de Organización de los socialistas.

"Es cuestión de tiempo, hay que tener paciencia y aguante porque finalmente todo se va a desvanecer y se va a comprobar que no hay nada, que todo es falso. Como los whatsapp de Ábalos que quedaron en nada", aseguran en el Gobierno.

Despido 'con honores' 422x1c

Esa versión no impide que haya inquietud entre los socialistas que están fuera de ese núcleo duro.

No se entiende el silencio del partido, la suavidad con que se trató a Leire Díez con el expediente informativo.

Se le ha permitido pedir la baja voluntaria; "ha humillado" al número tres del PSOE, que ha tenido que recibirla en la sede para que "se despida con honores"; y se está haciendo que varios ministros se quemen a lo bonzo para defender al Gobierno y al partido en este caso.

El PSOE no quiere contar qué contiene el pendrive que Leire Díez entregó el martes en la sede de Ferraz, tras comunicarles que renunciaba voluntariamente a su militancia. "El pendrive no se ha abierto, y lo hemos entregado a la Justicia", aseguran fuentes oficiales del partido.

La supuesta fontanera aseguró en Cuatro que ese dispositivo de memoria contiene datos de sumarios judiciales. Esa entrega mostraría una cierta colaboración con el partido.

La inquietud llega a Sumar, el socio del PSOE en el Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pidió este miércoles explicaciones de nuevo al Gobierno.

Moncloa intenta encontrar brechas para cambiar la agenda y que estos temas no capitalicen el día a día. De ahí, la propuesta sobre vivienda a las comunidades autónomas, o el silencio de semanas del presidente del Gobierno para intentar preservarle del lodazal.

Según Moncloa, Alberto Núñez Feijóo está elevando al extremo la presión, porque necesita movilizar a los suyos para la manifestación del domingo en Madrid y para el congreso del PP del mes de julio.