
Vista de la exposición de Paco Roca en el Instituto Cervantes, Madrid. Foto: Instituto Cervantes t353q
El Cervantes dedica una exposición a los cómics de Paco Roca, "memoria visual del horror del franquismo" 1h4h4l
Se muestran 70 obras originales del historietista ganador del Premio Nacional, que define su obra como "una lucha contra el olvido". 4b1456
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"Estoy un poco abrumado, esto es como asistir a tu propio funeral", ha bromeado el historietista Paco Roca este miércoles nada más subirse al estrado para presentar la exposición que el Instituto Cervantes, en su sede principal de Madrid, dedica a su ya larga trayectoria en el mundo del cómic. "Estás oyendo hablar a todo el mundo tan bien de ti que cualquier cosa puede ir a peor a partir de ahora".
Lo ha dicho iluminado por un gran foco redondo que también proyectaba su luz sobre el inmenso pórtico de entrada a la exposición, titulada La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca.
Entre el numeroso público al que se dirigía el autor galardonado con el Premio Nacional del Cómic de 2008 —en su segunda edición, un año después de que se lo dieran a Max— se encontraban el director del Cervantes, Luis García Montero, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez. Los dos representantes de las instituciones organizadoras de la exposición —el departamento que encabeza Martínez está detrás también de la exposición recién inaugurada en la BNE sobre Jorge Semprún— habían disertado antes que él para alabar el trabajo de Roca.
"Es un gran paso para mí y para el mundo del cómic formar parte de un lugar como este", ha celebrado el dibujante y guionista.
Paco Roca es el comisario de su propia exposición. El montaje de la misma se despliega a partir de cuatro grandes "mapas emocionales" de su obra que ha dibujado expresamente para esta ocasión. Entre las 70 obras reunidas en la exposición, hay 19 viñetas enmarcadas y 51 piezas originales dispuestas en vitrinas, entre páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia.

Paco Roca durante la inauguración de su exposición en el Instituto Cervantes. Foto: I. Cervantes
Como refleja su título, la memoria —individual, familiar, social e histórica— es el tema central de esta exposición y también de toda la obra de Paco Roca. "Me interesa mucho la memoria porque la mía es muy mala, vivo en una lucha constante por recordar lo que hice el último año o la semana pasada", ha reconocido el historietista, que ganó el Premio Nacional por Arrugas, una delicada obra sobre el alzhéimer.
Roca ha subrayado la necesidad de luchar contra el olvido también "como sociedad", y en este sentido ha destacado la labor de la llamada memoria histórica o memoria democrática. Para el dibujante, existe un riesgo al dejar de lado la memoria, en especial con las nuevas generaciones. "Es nuestra identidad y somos parte de nuestro pasado. Como dijo Orwell, quien controla el pasado controlará el futuro y ese es el peligro: España a la fuerza se ha hecho desmemoriada y es un grave riesgo no saber de dónde se viene", ha afirmado.
De hecho, Roca ha hecho una crítica a que esa desmemoria actual permite que "todo quepa y acabe siendo un gran embarramiento en el que no se entiende nada". "Ahora ser fascista o franquista es lo más moderno entre determinados chavales y eso es el gran peligro de desconocer el pasado", ha lamentado.
La memoria histórica es el tema central de su último libro, El abismo del olvido, un cómic de no ficción que narra el caso de la fosa 126 del cementerio de Paterna, cuya tapia trasera también es conocida como “el paredón de España”. Se estima que allí fusilaron a más de 2.000 personas ya que reunía las condiciones idóneas para las ejecuciones: estaba cerca de la cárcel modelo de Valencia y tenía un cuartel militar y un cementerio, muy cerca el uno del otro.

Viñetas de 'El abismo del olvido', de Paco Roca y Rodrigo Terrasa
Este libro lo realizó en colaboración con el periodista Rodrigo Tarrasa. "Hicimos El abismo del olvido a partir de testimonios y del trabajo de los arqueólogos e investigadores, para intentar construir una memoria visual del horror del franquismo", ha señalado Roca.
"De la memoria histórica me interesa reconstruir un pasado a partir de testimonios de toda esa gente que durante 40 años de dictadura no pudo contar lo que pasó y tuvo que sufrir ese duelo en la intimidad porque no podía expresar su dolor en público", ha añadido el historietista. "El cómic y el arte en general sirven para hacer justicia, aunque sea justicia poética".
Un ejercicio de memoria histórica es también su cómic Los surcos del azar, que rescata del olvido la heroica historia de La Nueve, la compañía de soldados republicanos españoles exiliados que tuvo un papel destacado en la liberación de Francia de los nazis.
Lo mismo sucede con El invierno del dibujante, donde contó la rebelión de los historietistas de Bruguera en los años 50 ante los abusos cometidos por la editorial.
En Memorias de un hombre en pijama y La casa, es la memoria personal y familiar la que entra en juego. En esta última, la muerte del padre de Paco Roca se convierte en detonante de una exploración sobre los vínculos familiares y el legado material e inmaterial que heredamos. En Regreso al Edén también se exploran los recuerdos familiares y de infancia, mezclados con el devenir histórico de España.
Del mismo modo, la exposición se divide en tres partes, cada una representada a través de un mapa emocional y la correspondiente obra del autor. Por un lado, la memoria histórica, centrada en cómics como Los surcos del azar y El abismo del olvido, donde se abordan testimonios, injusticias, reconstrucción del pasado o memoria visual.
Por el otro, la memoria e identidad, cuando a partir de Arrugas se aborda la memoria como un elemento clave en la construcción de la identidad, reflejando el impacto del paso del tiempo y la pérdida de recuerdos. Por último, la memoria familiar, enfocada en Regreso al Edén y La casa, en la que se profundiza en los recuerdos íntimos y la herencia emocional.
Para el director del Cervantes, Luis García Montero, Roca ha organizado una exposición "luminosa y llena de color", lo que supone una apuesta significativa por la memoria. "Los ejercicios de memoria de hoy, más que invitar a un recuerdo en blanco y negro, tienen que invitar al color, porque se trata de recordar lo vivido sin mentiras", ha apuntado.
En este sentido, ha defendido que la memoria en la obra del autor no se convierta en "una vuelta a las heridas del pasado", sino un ejercicio de recuerdos a través de imágenes y palabras. "Porque las palabras también son importantes y en ellas cabe algo más que un vocabulario: memoria, olvido, miedo, justicia…todas ellas nos invitan a pensar por dentro la realidad", ha destacado García Montero.