El base canadiense de Oklahoma City Thunder y MVP de la temporada, Shai Gilgeous-Alexander.

El base canadiense de Oklahoma City Thunder y MVP de la temporada, Shai Gilgeous-Alexander. Reuters Reuters 6m1ti

Baloncesto

⁠El poder estadounidense se agota en la NBA: siete años seguidos con MVPs extranjeros que marcan el fin de una era 6u63

Mientras la NBA europea toma forma, el éxito reciente de los jugadores internacionales demuestra que el estigma antiguamente asociado a los extranjeros es historia. 2e4q2v

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La NBA sigue disputándose en suelo estadounidense, pero a todas luces, la competición baloncestística por excelencia tiene ya un cariz global.

El número de jugadores internacionales crece cada año y su estatus dentro de la liga es cada vez más importante, como demuestran los últimos siete galardones a mejor jugador de la temporada regular (MVP).

Si entre 1955 y 2018 solo dos de los ganadores no habían nacido en Estados Unidos (Steve Nash y Dirk Nowitzki), las últimas siete temporadas han tenido un MVP extranjero que demuestra el radical cambio de tendencia en la élite del basket.

Y no solo se trata del ganador. El dominio de los jugadores internacionales se ha normalizado hasta el punto en que la terna de candidatos a MVP de las últimas cuatro temporadas no ha contado con ningún jugador estadounidense.

En esta ocasión, Shai se ha impuesto al serbio Nikola Jokic y al griego Giannis Antetokounmpo. La temporada anterior, fue Jokic el que venció sobre Shai y el esloveno Luka Doncic.

Y la temporada anterior, el camerunés Joel Embiid se hizo con el trofeo por delante del serbio y del griego.

Pionero Steve Nash 4h4u6t

El que abrió la veda del MVP fue el base canadiense Steve Nash, que logró dos galardones consecutivos en 2005 y 2006 gracias a su nivel liderando a los Phoenix Suns de Mike D'Antoni.

Un año después, el alemán Dirk Nowitzki tomó su relevo y elevó a tres los años sin un MVP nacido en EEUU.

En 2008, Kobe Bryant recuperó el trono y a partir de ahí, LeBron James (4), Stephen Curry (2), James Harden, Russell Westbrook, Kevin Durant y Derrick Rose se coronaron en una década de monopolio estadounidense.

Siete años 1t4pf

El ciclo actual se abrió en la temporada 2018-19 con el primer galardón para el ala-pívot griego de los Milwaukee Bucks, Giannis Antetokounmpo. The Greek Freak logró repetir en la siguiente temporada.

En la 2020-21 el serbio Nikola Jokic se hizo con el primero de sus tres MVP tras haber reinventado la posición de center.

Su capacidad para asistir, rebotear, anotar en la pintura y desde el triple le permitieron repetir en la 2021-22 y en la 2023-24.

Giannis Antetokounmpo, en un partido de los Milwaukee Bucks en la temporada 2021/2022

Giannis Antetokounmpo, en un partido de los Milwaukee Bucks en la temporada 2021/2022 Reuters

Su dominio solo se vio interrumpido en la 2022-23 por el pívot camerunés Joel Embiid, aunque Jokic no se quedó lejos y hay quien opina que hubiera sido el justo vencedor ese año.

Idéntico caso es el de la presente temporada, en la que el canadiense Shai Gilgeous-Alexander se ha impuesto al serbio en una lucha ajustada dado el gran rendimiento de ambos.

A ojos de los votantes, la victoria del canadiense se sustenta en su condición de máximo anotador de la temporada y de estrella del equipo con mejor récord en la regular season.

Los argumentos del serbio eran su capacidad para elevar el nivel de un equipo muy inferior (Denver Nuggets) y unas estadísticas sin ancedentes históricos.

Jokic ha acabado en el top-3 de máximos anotadores, reboteadores y asistentes, algo que ningún jugador en la historia ha conseguido.

NBA europea 531ik

El dominio de los jugadores internacionales coincide con un momento de política expansiva en la NBA.

El comisario de la liga, Adam Silver, tiene sus ojos puestos en Europa y el pasado mes de marzo anunció la creación de una competición apadrinada por la NBA y la FIBA que amenaza la actual jerarquía de la Euroliga.

La nueva competición promete una rentabilidad económica mucho mayor para los clubes europeos, además de contar con el sello y el escaparate de la marca NBA. 

Desde la Euroliga se mantienen abiertos a cualquier opción que amplíe el volumen de ingresos del baloncesto europeo, pero rechazan frontalmente la injerencia de la NBA en el panorama continental.

Adam Silver, Comisionado de la NBA.

Adam Silver, Comisionado de la NBA.

Como ya sucediera con el proyecto de la Superliga de fútbol, la viabilidad y el éxito del proyecto dependerá del grado de adhesión de los clubes más importantes del continente a una nueva competición.

Tras la nueva escisión con la FIBA, los requisitos económicos y comerciales que algunos equipos han de reunir para optar a participar en la Euroliga han despertado el rechazo de muchos clubes.

La maniobra de Silver ha empujado a los principales equipos europeos a barajar hasta qué punto les conviene ser fieles a la hasta ahora máxima competición europea o abrazar los cantos de sirena del nuevo torneo.

La nueva liga será semiabierta. Entre ocho y diez equipos serían fijos y otros cuatro podrían clasificarse cada año gracias a sus méritos.

La NBA quiere que tanto Real Madrid y FC Barcelona sean dos de las franquicias de esta nueva competición. Ninguno de los dos equipos han renovado su contrato con la Euroliga y permanecen atentos.

Futuro 252v5t

Aunque siguen saliendo grandes jugadores estadounidenses, el futuro de la Liga apunta a seguir la misma trayectoria.

La edad de los finalistas de este año (Giannis y Jokic tienen 30, mientras Shai tiene 26), invita a pensar que seguirán en la élite de la liga en los próximos años.

Además, varios de los jugadores con más proyección y con más opciones de ser los futuros MVP son también extranjeros, como es el caso de Luka Doncic o del francés Víctor Wembanyama.

Luka Doncic, durante un partido con Los Ángeles Lakers

Luka Doncic, durante un partido con Los Ángeles Lakers Reuters

Eso sí, esta racha tendrá que romperse algún día y por ahí aparecen los jugadores estadounidenses llamados a recuperar el orgullo patrio, como Jalen Brunson, Anthony Edwards, Tyresse Haliburton, Ja Morant o Donovan Mitchell.

Estados Unidos seguirá siendo una potencia baloncestística tanto en lo individual como a nivel de selecciones, y su liga seguirá siendo un referente deportivo y comercial.

Pero si se trata de la hegemonía y la cúspide del baloncesto mundial, los jugadores internacionales ya no cargan con el estigma de ser parte del resto del mundo. El mundo ya es suyo.