
El endocrino Francisco Rosero.
Francisco Rosero, endocrino: "Al suspender Ozempic, el peso perdido se recupera casi por completo en menos de un año"
Si empiezas a aplicar este medicamento para la diabetes con el objetivo de perder peso, "tendrás solamente dos opciones", advierte el experto.
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Ozempic es un medicamento formulado para tratar la diabetes pero que en los últimos años se ha popularizado en España y otros países, también como solución rápida para perder peso. Todo ello, en un país donde el 63,7% de los hombres y el 48,4% de las mujeres presentan exceso de peso y en el que, según la Federación Española de Diabetes (FEDE), hasta un 90% de los diabéticos tipo 2 también lo padecen.
En este contexto, el endocrino Francisco Rosero lanza una advertencia clara sobre el uso de este fármaco. "Si estás pensando en ponerte Ozempic espera un segundo porque un estudio publicado esta semana por la Universidad de Oxford demostró que cuando se suspende este medicamento la ganancia de peso se da muy rápidamente".
El especialista subraya que "en menos de un año, ya habrás recuperado todo el peso que habías perdido". Por ello, plantea un dilema a quienes recurren al medicamento sin modificar su estilo de vida: "En resumidas cuentas, si empiezas a aplicártelo tendrías solamente dos opciones: seguir aplicándotelo para toda la vida con los efectos secundarios y todo lo que pueda pasar o tomar conciencia y sanar realmente tu metabolismo".
Rosero insiste en que hay una alternativa más sostenible. "Dominar tu insulina, controlar tus hormonas con comida real, cronobiología y un poquito de esfuerzo. Sí, hay que hacer un poquito de esfuerzo pero los beneficios son muchos". Y concluye: "La decisión es tuya, dependencia o libertad".
Con ello, el experto trata de advertir sobre los efectos secundarios de fármacos utilizados para la pérdida de peso como el Ozempic y en la necesidad de acompañar cualquier tratamiento farmacológico siempre con cambios profundos en los hábitos. Y es que, la pérdida de peso no debería depender de un solo producto, sino de una estrategia integral y siempre apoyada en expertos y centrada en cada caso particular.
Riesgos y efectos secundarios
Aunque los análogos del GLP-1 como Ozempic han demostrado eficacia en la pérdida de peso y el control glucémico, su uso continuado no está exento de riesgos. Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran las náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento.
A largo plazo, los pacientes también pueden experimentar pérdida de masa muscular y desnutrición, especialmente si no acompañan el tratamiento con una dieta equilibrada. Además, existen estudios que alertan sobre un posible aumento del riesgo de pancreatitis y problemas en la vesícula biliar.
Otro aspecto preocupante es el riesgo de hipoglucemias si se combina con otros antidiabéticos. También se han reportado efectos sobre el sistema nervioso, como dolor de cabeza, mareos y fatiga persistente.
Por ello, los expertos como Francisco Rosero, insisten en que este tipo de fármacos deben ser siempre prescritos y supervisados por un médico. Y sobre todo, utilizados como apoyo a un cambio de hábitos, no como única vía para adelgazar.
Complicaciones visuales: otro posible efecto
Más allá de los efectos digestivos o metabólicos, estudios recientes están empezando a señalar también posibles daños en la salud ocular asociados al uso de semaglutida, el principio activo del Ozempic. Un artículo publicado en la revista JAMA Network ha documentado varios casos de pérdida de visión tras el uso de este medicamento.
De los nueve pacientes descritos, siete desarrollaron una neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica, una afección que daña el nervio óptico. Otro presentó papilitis y uno más, una maculopatía media agua paracentral, condiciones que comprometen seriamente la visión.
Aunque los autores del estudio no han podido establecer una relación causal definitiva, manejan la hipótesis de que la bajada rápida de glucosa que provoca el medicamento podría dañar los vasos oculares. Esto llevaría a una inflamación y obstrucción que, en algunos casos, puede terminar en ceguera irreversible.