La casa de José y Juani con los juguetes del pequeño.

La casa de José y Juani con los juguetes del pequeño. Laurine Maurice 42104u

Alicante

José y Juani denuncian la lentitud del proceso de adopción en Alicante: "Han abandonado a Adrián" 4a3z5y

La acogida temporal del menor vence en agosto y la pareja sigue sin obtener una respuesta definitiva de los servicios sociales de cara a lo que pueda pasar a partir de esa fecha. 29i22

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Adrián -nombre ficticio utilizado para proteger la identidad del menor- tiene apenas dos años y medio y ya ha vivido en tres hogares distintos.

Desde que fue retirado de su familia biológica hace más de un año, ha pasado por una familia de acogida urgente y lleva ahora nueve meses viviendo con Juani y José, un matrimonio de acogida temporal que lucha para que el pequeño tenga por fin un hogar definitivo.

La pareja acordó con los servicios sociales acoger temporalmente al pequeño durante un año, un plazo que se vence el próximo mes agosto. Sin embargo, viven con la incertidumbre de no saber qué pasará a partir de ese momento, pues todo apunta a que tendrán que acoger al menor durante más tiempo debido a la "lentitud" del proceso de adopción, tal y como denuncian en una conversación con EL ESPAÑOL.

En la Comunitat Valenciana, los niños en situación de acogida pueden ser tutelados a través de acogimiento familiar o acogimiento residencial antes de encontrar una familia adoptiva definitiva. El acogimiento familiar implica que el niño vive en una familia diferente a la suya, mientras que el residencial implica que el niño vive en un centro de protección infantil.

En el caso de la acogida familiar, existen tres tipos, siendo el primero de ellos la acogida urgente, utilizada en los casos en los que se necesita una intervención inmediata con el menor, evitando la institucionalización temprana y cuya duración máxima es de seis meses.

Pasado este periodo, el menor pasaría en acogida temporal. Con una duración máxima de dos años, esta una medida transitoria se utiliza, ya sea para la reintegración del menor en su familia o mientras se busca una solución más estable, como es el caso de José y Juani.

Finalmente, se recurre a la acogida permanente, o bien cuando no es posible la reintegración familiar, o bien cuando el menor tiene necesidades especiales y puede llegar a ser de duración indefinida.

"Abandonado" por la istración 1s5j44

Adrían fue separado de su madre biológica en marzo del año 2024. Con solo un año y tres meses, pasó a una familia de acogida urgente en Alcoy, donde solo pudo quedarse el máximo legal: seis meses.

Después, fue asignado a Juani y José, una pareja experimentada en acogida, quienes desde el primer momento vieron cómo el sistema burocrático comenzaba a fallar.

"Desde que lo tenemos, no han hecho ningún informe. Nada. Solo reuniones sin sentido", explica Juani, visiblemente frustrada.

La Generalitat Valenciana, a través de una empresa subcontratada, coordina el acogimiento de los menores en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, la falta de técnicos, los retrasos en los informes y el cambio constante de responsables ha provocado que el caso de Adrián esté paralizado. La pareja denuncia incluso haber pasado meses sin tener un técnico asignado, la persona responsable de supervisar la acogida.

"Nos lo metieron por los ojos", recuerda Juani. "Y ahora no saben qué hacer con él. Se desentienden porque saben que aquí está bien, que tiene una casa, un espacio amplio para jugar".

A los problemas istrativos se suma la situación personal de Juani y José. Él debe someterse a una operación y ella cuida de su madre enferma.

Una situación que les haría imposible adoptar al pequeño Adrián. "Nos duele porque lo queremos. Pero no podemos adoptarlo, no queremos volver a ser padres, además, aunque quisiéramos, no podríamos por superar la diferencia de edad máxima. Solo queremos que este niño tenga estabilidad y pueda tener un hogar definitivo para construir su vida".

Adrían no recibe visitas de sus padres biológicos, quienes no han mostrado ningún interés. Su madre, con antecedentes por prostitución y usurpación, ya ha perdido la tutela de otros tres hijos. Aún así, el sistema no acelera los trámites de adopción.

"No entendemos cómo, con todo esto, no se ha iniciado ya el proceso. Es un niño pequeño, necesita unos referentes estables", asegura José.

"Estamos indignados con esta situación porque cuanto más tiempo pase Adrián con nosotros, más se va a apegar a nosotros y más dolorosa será su partida", lamenta la pareja.

Una espera que duele 1jb56

Aunque hayan acordado con los servicios sociales la acogida temporal durante un año, a Juani y José ya les han comunicado que tendrán que renovar hasta diciembre, porque "no dará tiempo" a completar el proceso de aquí a agosto, pues los informes entre la Generalitat y los servicios sociales de Santa Pola, de donde procede la familia biológica, ni siquiera están empezados, según asegura la pareja.

"El proceso es desesperante. Tardan años en lo que podría resolverse en meses", denuncia José.

Otro obstáculo reciente es el cambio hacia un modelo de pre-adopción. En él, las familias adoptivas no adquieren la patria potestad hasta pasados tres años, tiempo durante el cual pueden incluso devolver al menor.

"¿Cómo vas a devolver a un hijo?", se pregunta Juani. "Eso destroza la cabeza de cualquier niño".

Segunda acogida, mismo problema 481r8

Para Juani y José, este es su segundo caso de acogida. Con la anterior bebé, cuya madre firmó la renuncia en el hospital, tuvieron que esperar 14 meses para que la pequeña fuera adoptada. "¿Por qué tanta burocracia cuando la madre ya ha renunciado?", se preguntan.

Mientras las istraciones se pasan papeles y esperan informes que nunca llegan, Adrián crece, se apega a su familia de acogida y se aleja cada vez más de la posibilidad de tener unos padres adoptivos a tiempo: "Ya nos llama papá y mamá y a esa edad ya empieza a crear recuerdos", añade Juan.

Como tantos otros niños atrapados en un sistema lento y desbordado, su infancia avanza sin certezas, marcada por una única constante: la espera.