Vista de Ontinyent, una de las poblaciones de la 'Toscana valenciana'. EE 5t455f
Romik, agente inmobiliario, habla de la 'Toscana Valenciana': "El mejor lugar para trabajar en remoto o vivir a otro ritmo" 4m4x2w
Es la zona ideal para el comprador que busca algo más que una vivienda; un estilo de vida pausado, conectado con la naturaleza. 4l4f3w
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"La 'Toscana Valenciana' es el mejor lugar para desconectar, trabajar en remoto o simplemente vivir a otro ritmo". Lo asegura Romik Asatryan, agente inmobiliario y director de K&N Elite Valencia, quien habla de esta zona de la región como "uno de los enclaves con mayor proyección", sobre todo para el comprador europeo.
El experto asevera que la demanda de experiencias auténticas, en entornos tranquilos pero conectados, está en auge. Por esta razón, tanto los alojamientos rurales como los pequeños complejos boutique encuentran en la 'Toscana Valenciana' un lugar perfecto.
Con este nombre se conoce popularmente al eje que forman los municipios de Xàtiva, Ontinyent, Fontanars dels Alforins, Moixent o La Font de la Figuera.
Es también en esta zona donde el comprador europeo busca algo más que una vivienda: un estilo de vida pausado, conectado con la naturaleza, pero sin renunciar al confort moderno.
Según Asatryan, la demanda de ses, alemanes, belgas y suizos ha crecido notablemente, atraídos por fincas con historia, paisaje agrícola y excelente conexión con el Mediterráneo.
Muchas de las propiedades que buscan son casas solariegas y masías de los siglos XVII y XVIII, rodeadas de viñas, olivos, almendros y caquis; y en ocasiones, con bodegas antiguas o cultivos activos.
De hecho, el agente inmobiliario señala que la zona de Terres dels Alforins se ha consolidado como un referente vitivinícola y un paisaje agrícola de alto valor.
Vida pausada 17n53
A menos de una hora del mar y con fácil a Valencia o Alicante por tren o autovía, la zona reúne todas las condiciones para quienes quieren una vida más pausada, sin perder conexión con el mundo.
Un ejemplo de ello es la Finca San Agustín, en Ontinyent. Cuenta con una capilla del siglo XVIII y está rodeada de campos con diversos cultivos. Además, dispone de licencia turística, lo que convierte esta casa en una destinación especialmente atractiva para el ecoturismo.
Estas fincas no solo son consideradas un refugio personal, sino que cada vez más compradores las ven como una oportunidad real de explotación en el sector del ecoturismo.
Imagen de la Finca de Ontinyent en la 'Toscana Valenciana'. EE
"Muchos de nuestros clientes internacionales buscan una conexión real con el entorno, sin renunciar al confort. El modelo de vida aquí no es rural como tal, es simplemente más slow-paced, explica Romik.
"Por ejemplo, Ontinyent es una ciudad con todos los servicios: complejos deportivos, centros comerciales, cines o colegios internacionales. La 'Toscana Valenciana' ofrece autenticidad y calidad de vida, pero también inversión con sentido", añade.
Esa es, precisamente, la clave de su éxito: un entorno con historia, belleza y potencial económico, que permite vivir con calma, pero no en aislamiento.
Fincas históricas 3r1m2e
El mercado de estas fincas históricas se mueve en rangos cada vez más altos. Según datos de K&N Elite, el precio de las casas en la zona varía entre los 600.000 y 1.300.000 euros, en función del estado de conservación, rehabilitación y extensión.
Pues bien, si se incluyen los terrenos agrícolas anejos, el valor puede superar fácilmente los 2 millones de euros, especialmente si se trata de explotaciones activas con viñas, caquis u olivos, productos con una demanda creciente tanto en el mercado nacional como internacional.
"En esta zona, muchas veces el valor real está en el terreno, no solo en la edificación. Los compradores lo saben y buscan propiedades que les permitan combinar residencia con explotación sostenible o turismo rural de calidad", apunta Asatryan.
La 'Toscana Valenciana' ya es una realidad consolidada en el mapa europeo del nuevo lujo inmobiliario: "El lujo de vivir bien, vivir con tiempo y vivir conectado con la tierra", concluye.
