Una de los constantes interrogantes que aparecen en la investigación judicial de la dana es qué ocurrió con las comunicaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre el aumento del caudal del barranco del Poyo, que ocasionó la mayor parte de las muertes.
El organismo estatal fue actualizando la información a través del sistema automático SAIH. Pero fue a las 18.43 horas cuando envió el famoso correo alertando de la brutal subida: el de que ya alcanzaba los 1.686 m3/s.
Un técnico de Emergencias ha afirmado este martes ante la jueza que supieron de ese mail, pero que no lo trasladaron al Cecopi porque allí estaba conectado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, y dieron por hecho que la información la estaría comunicando él.
La jueza sostiene que la Generalitat tenía sobrada información para tomar las medidas de protección a la población -desde la de la CHJ hasta las llamadas del 112 con rescates e inundaciones-. Sin embargo, una de las preguntas que surgen es si alguien en el Cecopi leyó el correo de la Confederación, si hubo aviso a sus y si el mail se verbalizó en algún momento de la reunión.
La cadena de comunicación respecto al citado aviso sigue sin quedar clara. El presidente de la CHJ, Miguel Polo, estaba conectado al Cecopi. La Generalitat ha incidido en varios informes en que no comunicó nada de manera verbal. Sin embargo, la Confederación ha replicado que en el momento del correo hubo una desconexión telemática.
La propia delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, itió en su declaración que se enteró del desbordamiento por una llamada con la alcaldesa de Paiporta, que le contó lo que estaba sucediendo.
A ello se añaden otras manifestaciones. La operadora de sistemas y documentalista del SAIH Carmen González explicó este lunes en el Senado que el mail se mandó a las autoridades competentes en materia de Emergencias de la Generalitat.
Concretamente, se envió al Centro de Coordinación de Emergencias. Saben que lo recibieron pero no si lo abrieron. Además, explicó que los correos automáticos de avisos por lluvia y estado de los caudales también se remiten siempre a la Delegación del Gobierno y a las subdelegaciones.
Por su parte, el exsecretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso llegó a señalar ante la jueza durante su declaración como investigado que era "posible" que nadie en el Cecopi "abriese" el mail de la CHJ.
Se anotó en el Coordcom 6h5qt
La comparecencia de este martes un técnico de la Generalitat que participó en el envío de la alerta sigue aportando más preguntas. En su declaración como testigo ante la magistrada, ha detallado, según fuentes conocedoras del interrogatorio, que una de sus compañeras le dijo a él que "se había recibido una comunicación del SAIH del barranco del Poyo".
En ese momento, se lo trasladó al jefe de la unidad de análisis. Se trataba de su superior jerárquico. Ambos se encontraban la tarde de la dana en la sala de control del Centro de Coordinación de Emergencias, mientras la reunión del Cecopi se celebraba en otra sala a escasos metros.
Una vez se lo transmitió, ha dicho, se anotó en la carta del Coordcom "para conocimiento del resto de agencias". Es el sistema que integra todas las comunicaciones internas de Emergencias en la Generalitat.
El conocimiento de este correo, ha precisado, no se le trasladó al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, quien se encontraba en el Cecopi, ni a nadie de este órgano. Daban por hecho que al estar allí el presidente de la CHJ informaría al respecto. Queda en el aire, una vez más, qué ocurrió con esa cadena de comunicación verbal.