JD Vance escucha mientras Trump hace un anuncio sobre un acuerdo comercial con Reino Unido, en el Despacho Oval, el 8 de mayo de 2025.

JD Vance escucha mientras Trump hace un anuncio sobre un acuerdo comercial con Reino Unido, en el Despacho Oval, el 8 de mayo de 2025. Leah Millis Reuters 232y4b

Estados Unidos

¿Quién se queda con la custodia de Vance?: El heredero del trono volará con el ala rota tras el divorcio de Trump y Musk 6g683o

El exsenador de Ohio salió en defensa de su jefe, pero evitó responder a las graves acusaciones que profirió sobre él el magnate de origen sudafricano, uno de sus valedores en su camino a la vicepresidencia.  56434h

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Álvaro Escalonilla
Publicada

“Después del divorcio entre Donald Trump y Elon Musk, ¿quién se queda con la custodia de JD Vance?”, bromeaba este jueves uno de tantos s en la plataforma X.

Cientos de miles de personas siguieron el salvaje cruce de acusaciones, amenazas e insultos que protagonizaron el presidente de Estados Unidos y el hombre más rico del mundo a través de sus respectivas redes sociales. Uña y carne hasta el pasado viernes, cuando escenificaron desde el Despacho Oval la salida pactada de la istración del dueño de Tesla y SpaceX, mandamás del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

El litigio guarda relación con el denominado Gran y Hermoso Proyecto de Ley de Trump, que busca reducir impuestos, elevar el gasto en defensa y eliminar un crédito fiscal para vehículos eléctricos heredado de la istración de Joe Biden que benefició a Tesla. Un paquete legislativo que Musk, claro, consideró una “abominación repugnante”, pero que el Congreso aprobó en mayo, por la mínima, eso sí. El proyecto de ley pasa ahora por el Senado, donde los republicanos, que tienen mayoría en la cámara, pretenden hacer modificaciones. Musk ha tratado de boicotearlo a lo largo del proceso.

El magnate de origen sudafricano se mordió la lengua durante la aparición ante los medios del pasado viernes para desdramatizar su salida. Sonrisas fingidas, agradecimientos forzados. Pero el jueves no aguantó más, y estalló.

“Los aranceles de Trump provocarán una recesión en la segunda mitad de este año”. “Es hora de soltar la verdadera bomba: @realDonaldTrump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”. “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado. Qué ingratitud”.

Musk, además, respondió “sí” a una publicación que abogaba por iniciar un proceso de impeachment contra Trump con el objetivo de reemplazarle por Vance.

Trump no se quedó atrás, claro. “Elon estaba ‘agotando mi paciencia’. Le pedí que se fuera. Le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie quería (¡y él sabía desde hace meses que lo haría!) y se volvió LOCO”. “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!”.

Las reacciones del movimiento MAGA llegaron en cascada. Steve Bannon, ideólogo del trumpismo, no tardó en pedir a los funcionarios federales que investigaran si Musk, nacido y criado en la Sudáfrica del apartheid, ingresó de forma legal en Estados Unidos, y que lo deportaran en caso de que hubiera infringido la ley. La congresista republicana Marjorie Taylor Greene, por su parte, escribió en redes sociales “sólo para que quede claro” que votó por Trump en las últimas elecciones. “No por nadie más”.

“He visto a gente entrar y salir, y he visto a muchos arrastrarse y rogar para volver. He entregado sangre, sudor y lágrimas, y sangro America First. Mi voto y mi apoyo valen lo mismo que el de cualquiera. Y lo mismo ocurre con cada estadounidense que votó por Donald J. Trump y le donó incluso un dólar, o ni un centavo porque no podían permitírselo. Estados Unidos votó por Donald J. Trump y ÉL es nuestro PRESIDENTE”, zanjó, en alusión a Musk.

Mientras el mandatario estadounidense recibía las primeras muestras de apoyo, en las redes, en las televisiones y en el Capitolio, JD Vance guardaba silencio. El vicepresidente se preparaba para intervenir en el pódcast del humorista Theo Von, cercano a las tesis de Trump, cuando estalló la guerra civil MAGA.

“Día lento de noticias, ¿de qué vamos a hablar siquiera?”, bromeaba Vance en la publicación en X en la que aparecía con Von, a la que Musk reaccionó compartiendo el emoticono con la cara llorando de risa.

La realidad es que Vance tardó varias horas en pronunciarse sobre la disputa, y sólo lo hizo cuando ésta acabó. “El presidente Trump ha hecho más que cualquier persona en mi vida para ganarse la confianza del movimiento que lidera. Me enorgullece estar a su lado”, escribió por la noche en X. Y en la mañana del viernes añadió: “Hay muchas mentiras que los medios corporativos dicen sobre el presidente Trump. Una de las más descaradas es que es impulsivo o de mal genio. Cualquiera que lo haya visto actuar bajo presión sabe que eso es ridículo”.

Vance escogió bando, sí, pero se limitó a verbalizar su respaldo a Trump y atacar a la prensa. En ningún momento respondió a Musk, que había proferido acusaciones gruesas contra su jefe. Silencio.

La portada de un periódico con Trump y Musk se exhibe en una tienda del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, en Arlington, Virginia.

La portada de un periódico con Trump y Musk se exhibe en una tienda del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, en Arlington, Virginia. Carlos Barria Reuters

El hombre de Silicon Valley 372i

Existe una teoría sobre Vance que ronda los foros de internet. Conocida como Dark MAGA o Dark Enlighment (Ilustración Oscura, en español), la teoría sostiene que una camarilla de multimillonarios del sector tecnológico de Silicon Valley pretende colocar a la cabeza del Gobierno federal a su presidente. Un presidente que gestione el país del mismo modo que cualquier director ejecutivo gestiona su empresa. En esa camarilla figura Elon Musk, y ese CEO deseado es JD Vance.

La hipótesis, que nace de una vieja aspiración del gurú Curtis Yarvin, comenzó a coger fuerza tras la elección de Vance como candidato a la vicepresidencia, cuando el entonces senador de Ohio no era, desde luego, la preferencia de Trump. Según Alex Isenstadt, reportero del digital Axios, la apuesta personal del candidato republicano como compañera de fórmula era Maria Bartiromo, un perfil radicalmente opuesto.

La presentadora de Fox Business, afín a Trump desde su etapa en la CNN, era su opción “favorita”, escribe en su libro Revenge: The Inside Story of Trump's Return to Power (Grand Central Publishing, 2025). Isenstadt sostiene, además, que Trump “estaba completamente decidido con respecto a Bartiromo y defendía su elección durante el vuelo a Butler (Pensilvania). Era excelente con los grandes donantes de Wall Street y sabía cómo manejarse en televisión, les dijo Trump a los de su equipo”.

Pero el caballo de Musk, y sobre todo de Peter Thiel, con quien el magnate de origen sudafricano fundó PayPal, era JD Vance. Y consiguieron imponerlo.

La cronología abona esta hipótesis. Musk anunció su respaldo a Trump precisamente el día después del atentado de Butler, cuando Trump mantenía a Bartiromo como la opción número uno para completar el ticket electoral. “Apoyo plenamente al presidente Trump y espero su pronta recuperación”, escribió el 13 de junio en su plataforma.

Dos días después del mensaje, Trump eligió a Vance como candidato a la vicepresidencia. Y Musk acabó inyectando un total de 300 millones de dólares en su campaña.

En febrero, poco después de tomar la motosierra al frente del DOGE, el hombre más rico del mundo dijo sobre el exsenador de Ohio que era “el mejor vicepresidente de la historia y nuestro futuro presidente”. Dos meses después, Vance le devolvió el gesto cuando comenzaron a filtrarse los primeros rumores sobre su salida. “DOGE tiene mucho trabajo por hacer y, sí, ese trabajo continuará después de que Elon se vaya. Pero, fundamentalmente, Elon seguirá siendo un amigo y un asesor tanto mío como del presidente”, declaró a la Fox. ¿Y ahora?