El pueblo costero de Pontevedra que enamora a Sara Carbonero.

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El pueblo costero de Pontevedra que enamora a Sara Carbonero: sirven las mejores almejas a la marinera frente al Atlántico 1z1h4v

Se trata de un rincón gallego, perfecto para el verano, que combina mar, calma y una de las mejores cocinas marineras del país. 4q3uf

Más información: Ni Melide ni la Lanzada, esta es la mejor playa de Pontevedra, según National Geographic: aguas azules y arenas blancas 1h245w

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Galicia es tierra de sabores intensos, paisajes que dejan sin aliento y pueblos marineros que conservan el alma intacta. En la provincia de Pontevedra, uno de esos enclaves ha logrado seducir a miles de viajeros... y también a rostros conocidos. Es el caso de Sara Carbonero, quien ha encontrado en O Grove un lugar donde desconectar, inspirarse y disfrutar de una gastronomía que roza lo sublime.

Ubicado frente al Atlántico, en la entrada de la ría de Arousa, O Grove es mucho más que una localidad pesquera. Es un destino que combina autenticidad, belleza natural y una oferta gastronómica de primer nivel. Sus calles, su puerto, sus playas y su gente conforman un ambiente acogedor donde todo invita a quedarse. Pero si hay algo que destaca especialmente es su cocina, en concreto un plato que aquí alcanza cotas de excelencia: las almejas a la marinera.

Para Sara Carbonero, que ha visitado la zona en varias ocasiones, O Grove es sinónimo de paz, discreción y buen gusto. Amante de los lugares tranquilos y con encanto, la periodista y empresaria ha compartido en redes algunos momentos en este rincón gallego, dejando claro que aquí encuentra una conexión especial con el entorno… y con el plato estrella de la ría.

No es casualidad que O Grove sea conocido como la capital del marisco. Aquí se celebra cada año una de las fiestas gastronómicas más importantes de Galicia: la Festa do Marisco, donde miles de personas acuden a degustar productos recién extraídos de la ría. Y entre todos ellos, las almejas a la marinera son protagonistas absolutas.

El secreto está en la materia prima: almejas finas y babosas recogidas en los bancos marisqueros de la zona, reconocidos entre los mejores de Europa. La receta tradicional, con cebolla, ajo, vino albariño, perejil y pimentón, se ejecuta con precisión milimétrica en los restaurantes del puerto. El resultado es una salsa intensa, ligeramente espesa, que potencia sin tapar el sabor del molusco. Un equilibrio que en O Grove dominan como en ningún otro sitio.

En terrazas con vistas al mar, en pequeños mesones familiares o en restaurantes de renombre, las almejas se sirven recién hechas, humeantes, con pan gallego para mojar. Comerlas aquí no es solo disfrutar de un plato: es participar en una cultura culinaria que forma parte de la identidad local.

O Grove no solo vive del marisco. Es un destino turístico con personalidad propia. Desde su casco antiguo hasta la playa de A Lanzada, todo invita al paseo pausado. Hay senderos entre dunas, miradores al océano, puertos de bajura y pequeñas calas que en verano son todo un tesoro.

Una de las visitas imprescindibles es el puerto de O Grove, donde puedes ver llegar las embarcaciones marisqueras al amanecer y observar cómo se subasta el marisco en la lonja. También es recomendable dar un paseo en barco por la ría para conocer las bateas donde se cultivan mejillones, ostras y vieiras, y entender cómo se produce este milagro gastronómico.

Además, O Grove está unido por un puente a la isla de A Toxa, otro de los lugares preferidos por quienes buscan desconexión con un toque de sofisticación: balnearios, pazos señoriales y tiendas de jabones tradicionales.

El éxito de O Grove entre viajeros anónimos y famosos como Sara Carbonero no es casual. Aquí se encuentra la Galicia más auténtica, la que huele a mar, sabe a albariño y suena a conversaciones entre marineros. Es un lugar que no necesita promoción: quien lo visita, vuelve. Y quien lo descubre, lo recomienda como un secreto que merece ser compartido.

Si este verano buscas gastronomía de verdad, paisajes costeros sin artificios y un pueblo que lo tiene todo sin querer aparentarlo, O Grove es el destino que estabas esperando. Y si pides almejas a la marinera, hazlo sin dudar: aquí saben a mar… y a gloria.