Vigo y el taekwondo: una relación de amor que nace en los años 70 y que perdura hasta hoy g6i60

"El camino del pie y del puño". Eso es lo que significa literalmente taekwondo, un arte marcial tradicional coreana que entró en Vigo en los años 70. En esa década, las artes marciales hacen acto de aparición para el mundo entero y popularizadas especialmente a través de la figura de Bruce Lee, protagonista de películas de acción.

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"Según yo conozco, la historia del taekwondo en Vigo empezó con el maestro Chan", comienza Miguel Meilán, del Gimnasio Escuela Tao. Se refiere el vigués a Chang I Sung, uno de los maestros coreanos que se instalaron en 1974 en Galicia; él, en Vigo; Lee Dong Kyu, en Ourense; Suh Seung Yeul, en Pontevedra; y Uh Soo Il, en A Coruña.

"El maestro Chan tenía un club en la Travesía de Vigo y digamos que él fue un poco el abuelo de todos los que estamos en Vigo", prosigue Miguel, que atiende a Treintayseis en la entrada de su gimnasio, repleta de trofeos y galardones de los que hace gala Tao.

A partir del maestro coreano, se ramifican varios nombres; principalmente, el de Santiago Durán, figura imprescindible para entender el desarrollo de este arte marcial en Vigo, y de él el de los que levantaron los siguientes gimnasios en la ciudad: el propio Meilán, Alfonso Guedella, fundador y director del Gimnasio Kiap, y José Luis Baptista, del Budo Castrelos. A partir de ellos tres, se puede seguir una suerte de árbol genealógico que llega hasta la etapa más reciente.

Santiago Durán, un "visionario" 1b4p2f

"Santiago Durán fue un hombre que fomentó muchísimo el taekwondo en Vigo. Para mí fue el que más lo extendió y más lo dio a conocer", profundiza sobre la figura del "impulsor" de este arte marcial en la ciudad. De hecho, desde la Federación Galega de Taekwondo lo definen como "visionario" y con un "enfoque innovador", ya que logró "tremendas campañas publicitarias y contratos con los mejores competidores del momento para formar a sus deportistas".

Durán comenzó dando clases en los colegios, precisamente donde Meilán dio sus primeros pasos. "Yo empecé de niño, como una actividad extraescolar; en esa época no sabíamos nada de qué era eso del taekwondo, y ofrecía la actividad como "karate volador", y eso a un niño le sonó a lo máximo", rememora. Posteriormente, Durán abrió el Budo Castrelos, "y nos pasamos todos para allí".

Los alumnos de Alfonso Durán comenzaron a competir desde el primer día, aunque sólo se practicaba la modalidad de combate en una sola categoría y diferentes pesos; hoy en día, se compite como mínimo cada dos fines de semana y a la de combate se han sumado las modalidades de pumse y de exhibición.

Parte de la gran aceptación del taekwondo en Vigo también llega precisamente porque "vale para todo el mundo". Desde pequeños a mayores, el amplio abanico de posibilidades permite competir a cualquier edad y en las modalidades que mejor se adapten al que lo practica. Desde el que disfruta con "las sensaciones fuertes", con el combate, más practicado por los jóvenes; los que quieren el trabajo en equipo, los que ahondan en las plasticidad; todos tienen un hueco y una modalidad.

Las cualidades del taekwondo 5f5b2f

Ese "camino del pie y del puño" que es el taekwondo es lo que lo define como arte marcial. A pesar de que todas manejan las extremidades, en el caso del taekwondo se trabaja mucho las piernas y la elasticidad. "Es difícil ver un arte marcial en el que se pueda mover las piernas tan fácilmente como nosotros", añade Miguel.

Para él, el taekwondo aporta muchas cosas al que lo practique, compita o no. Desde una forma de entrenar divertida y estar bien físicamente a valores que, de alguna manera, cada vez están más en contraposición con los de la sociedad actual.

"Te transmite una serie de valores como son la constancia, el esfuerzo, el respeto", enumera, además de destacar que hay cosas que "le cuesta un poco a esta sociedad, porque todo es muy cómodo, pasamos mucho tiempo sentados", y "si te dejas guiar por el cuerpo, no vas a hacer nada". Al contrario, tratan de fomentar esa capacidad de sacrificio de, a pesar del agotamiento del día a día, ir a entrenar "como una religión" y salir lleno de energía.

Una saga familiar 6g946

En el caso de Miguel, que fundó Tao en 1985, no es el único que practica taekwondo en su casa. De hecho, los Meilán son una saga viguesa de deportistas de este arte marcial; su mujer, sus dos hijos y sus nietos también forman parte de esta otra familia. "Es una forma de vida, así pasas muchas horas con tus hijos, con tus nietos, vas de viaje a campeonatos", señala. Sus hijos, Samuel y David compitieron a alto nivel, logrando hitos importantes, igual que su nieto, de nombre también Samuel, que lo ha apartado un poco por la Universidad.

"Ahora las que quedan son las nietas, de 10 y 5 años, que están compitiendo", dice Miguel. Sus hijos conocieron a sus parejas en el gimnasio Tao, su consuegra practica taekwondo, al igual que su mujer; ambas siguen entrenando. "Es un poco la historia de nuestra vida", resume.

El taekwondo vigués ha estado siempre en lo más alto de las competiciones, tanto Tao como los otros pioneros, pero en el caso del gimnasio de Meilán, el gran foco le llegó tras una brillante participación en Got Talent. "No deja de ser un espectáculo televisivo, que está muy bien la experiencia y lo pasamos muy bien, nos encantó, pero es una pena que se valore tanto, mediáticamente, y consiguiendo logros deportivos que cuestan muchísimo más esfuerzo, tenga tanta repercusión", lamenta.

De Got Talent se llevaron la idea de "darle una vuelta" a su imagen y su denominación. Del Gimnasio Escuela Tao a Taekwondo Tao, a la que suma también una nueva imagen. Eso sí, sin dejar de lado su escudo tradicional, que refleja la idiosincrasia de deporte que pone de relieve la constancia, la armonía y la evolución.