
Iglesia de San Martiño Wikipedia Vilaboa (Pontevedra) 5n4z6n
La primitiva iglesia de Pontevedra con restos románicos y la escultura de un "Agnus Dei" 57243f
El templo actual hunde sus raíces en el siglo XII, pero a lo largo del tiempo ha sido testigo de numerosos cambios que han enriquecido su carácter, fusionando en su arquitectura el encanto del barroco rural con los sutiles matices del neoclásico 22e2h
Te podría interesar: A Caleira de Cobres: de antiguo patrimonio industrial a núcleo socio-cultural en Vilaboa 3t1s6s
El patrimonio histórico y cultural de Galicia conforma mucho más que un legado: es una suerte de hilo invisible que une generaciones, un tesoro compartido que da sentido a la identidad de sus pueblos. Lo mismo sucede con el patrimonio religioso, desde las humildes capillas hasta los majestuosos monasterios, cada una de estas construcciones funcionan como testigos silenciosos de una espiritualidad que trasciende los siglos. Otros elementos como los altares, cruceiros y petos de ánimas actúan como símbolos de fe, pero también como ventanas abiertas a un mundo de creencias y tradiciones que han resistido al paso del tiempo.
En el corazón de la comarca de Pontevedra, a medio camino entre la ciudad del Lérez y Vigo, Vilaboa emerge como un destino donde la naturaleza, la historia y la tradición marinera se entrelazan para dar vida a uno de los paisajes más auténticos de las Rías Baixas. Entre los tesoros que resguarda este municipio, destaca una curiosa joya del patrimonio religioso: la iglesia parroquial de San Martiño. Este templo, ejemplo del barroco rural gallego, combina la fuerza expresiva de este estilo arquitectónico con un aspecto mucho más neoclásico, fruto de las ampliaciones realizadas en los siglos posteriores a su construcción. Sin duda, un emblema de fe que, como Vilaboa misma, ha sido testigo del paso del tiempo y de la evolución de unas tradiciones que todavía laten con fuerza en su interior.
Una joya por descubrir en Vilaboa c6x28

Escultura del "Agnus Dei" sobre el prebisterio Vilaboa (Pontevedra)
El primitivo templo de San Martiño de Vilaboa hunde sus raíces entre los siglos XII o XII, si bien, y a pesar de las reconstrucciones, conserva todavía algunos vestigios románicos que ensalzan su valor histórico, entre ellos el presbiterio. Cabe recordar que las reformas más importantes tuvieron lugar entre los años 1673 y 1859, según consta en la propia parte externa de la capilla, en la que pueden observarse una inscripción sobre el dintel de la puerta del muro sur y otra en la parte frontal de la misma.
Su fachada actual refleja un predominante estilo barroco rural, enriquecido con elementos neoclásicos introducidos en su última reforma, como es el caso de la torre-campanario. Entre otros detalles arquitectónicos que resaltan su singularidad, la iglesia pontevedresa conserva también dos saeteras en el muro norte, una puerta tapiada con dintel en la parte sur y una cruz antefija coronando un Agnus Dei (cordero de Dios) situado sobre el prebisterio.
En el interior de la iglesia destacan cuatro columnas cuyos capiteles, decorados con gran detalle, llaman poderosamente la atención al primer vistazo. El primero presenta dos aves enfrentadas, mientras que el segundo exhibe dos grandes hojas que parecen cobrar vida sobre la piedra. En el lado sur, el primer capitel fascina con unas cabezas humanas acompañas de tres imponentes leones en tanto que el segundo continúa la temática vegetal con delicadas formas talladas. Estas curiosas ornamentaciones parecen preceder a la remodelación de la iglesia románica, ayudando de este modo a preservar un fragmento importante de su historia más antigua.
Entre cruces y manantiales 1d656l

Elementos exteriores de la iglesia de San Martiño Vilaboa (Pontevedra)
En el atrio de la iglesia de San Martiño albergó el cementerio local entre los años 1655 y 1934, en un espacio que hoy tiene un nuevo protagonismo gracias a su patrimonio histórico-artístico. Son varias las cruces que rodean este patio verde, pero destaca en su extremo derecho la figura de un crucero de base cúbica con aristas superiores suavemente rebajadas. En la parte superior de la estructura, se distinguen diversos símbolos que representan la Pasión y muerte de Jesucristo: una escalera de mano, un cáliz con hostias, un látigo y hasta una espada, todos ellos delicadamente esculpidos y enmarcados por elegantes molduras. En esta zona exterior también se conserva una emblemática fuente, cuyos orígenes datan de 1865 y añaden un toque de autenticidad y memoria al conjunto de elementos que rodean a este templo situado en las entrañas de Vilaboa.