Toda una vida dedicada al trabajo.

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Sociedad

Florencia Herranz, jubilada: "Echo mucho de menos a mi marido, los mayores hemos hecho muchos sacrificios” 6j353

Tras toda una vida trabajando, esta sevillana hace frente a uno de los problemas que más afecta a los españoles de la tercera edad. 1y19r

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A sus 87 años, Florencia Herranz es un ejemplo de tenacidad, amor por la familia y sentido de la responsabilidad.

Nacida en 1938 y residente en Sevilla desde hace décadas, esta jubilada andaluza acumula una larga trayectoria profesional que comenzó incluso antes de cumplir los veinte años.

Hoy, ya retirada, reflexiona sobre el valor del trabajo, el papel de los mayores en la sociedad y la importancia de unas pensiones dignas tras toda una vida de esfuerzo.

Su familia es su mayor apoyo.

Su familia es su mayor apoyo.

Florencia empezó su carrera como maestra, tras sacarse el título de Magisterio y aprobar las oposiciones. Sin embargo, aquel primer destino en un pequeño pueblo de Guadalajara no terminó de convencerla. "Al principio estaba muy contenta, pero al poco tiempo me di cuenta de que aquello no era para mí", explica.

Así, tomó la decisión de pedir una excedencia y seguir formándose. Con valentía y sin conocer a nadie en el ámbito, decidió presentarse a las oposiciones del sistema penitenciario y acabó trabajando como funcionaria en Sevilla. "Fue una experiencia muy bonita, ayudé en todo lo que pude y guardo muy buenos recuerdos", comenta con cariño.

Sus hijos son su pilar.

Sus hijos son su pilar.

Ahora, en su etapa de jubilación, el ritmo es otro. Su día a día está marcado por la cercanía de la familia y el amor por sus seis nietos, a quienes ayudó mucho durante su infancia, especialmente en verano. "Les daba clases por las mañanas para que volvieran bien preparados al colegio", recuerda entre risas.

Aunque el paso de los años ha traído consigo problemas de salud, como la rotura de las dos caderas, Florencia mantiene el ánimo y las ganas de vivir: "Mi nieta, que es oftalmóloga, me dice 'abuela, no parece que tengas tu edad, te pones a hablar y pareces una amiga mía'".

Su familia, su gran apoyo.

Su familia, su gran apoyo.

En cuanto a su situación económica, "la abuela Flori", como le llaman todos sus nietos, tiene opiniones encontradas. Y es que tras tres oposiciones y años de sacrificio, al menos disfruta de una pensión con la que poder vivir, aunque considera que no es suficiente y que "podrían ayudarnos un poco más, los mayores hemos hecho muchos sacrificios, por nosotros pero sobre todo por vuestro futuro".

Su historia pone de manifiesto la importancia de un sistema de pensiones justo y sostenible que valore las décadas de aportación de personas como ella.

A pesar de todo, Florencia sigue intentando sacar lo mejor de su día a día, aunque reconoce que el recuerdo de su marido, fallecido hace unos años, es una constante. "Echo mucho de menos a mi marido, porque no lo esperábamos y él me ayudaba muchísimo", confiesa con emoción.

Aun así, se esfuerza en mantenerse activa, cocinar para la familia y disfrutar de pequeños momentos como ver una película o dar un paseo.

Florencia recuerda todos los días a su marido.

Florencia recuerda todos los días a su marido.

Como mensaje final, Florencia lanza dos consejos esenciales a las nuevas generaciones: "Respetad a vuestros padres y pensad en el futuro. La vejez, además de fea, es cara, y nadie te va a regalar nada".

Una historia que se suma a la de muchos otros jubilados, siendo un homenaje silencioso a toda una generación que trabajó sin descanso y que, hoy, solo piden vivir su vejez con tranquilidad y respeto.