Ni Matalascañas ni Mazagón: la playa perfecta para escapar del calor del Rocío, en plena naturaleza y a solo 30 minutos 116q40

La mejor playa para huir del bullicio del Rocío no es Matalascañas. A solo media hora de la aldea, se encuentra Cuesta Maneli, un paraíso natural entre Mazagón y Matalascañas que ofrece tranquilidad, paisaje virgen y la posibilidad de desconectar por completo.

Situada dentro del entorno protegido del Parque Nacional de Doñana, esta playa es la opción ideal para quienes buscan alejarse del ambiente festivo y multitudinario que rodea la romería.

A diferencia de otras zonas costeras cercanas, Cuesta Maneli permanece fuera del circuito habitual de peregrinos y visitantes que acuden a Matalascañas tras el camino o durante el mismo, por lo que garantiza una desconexión real del festejo religioso. 

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Sin embargo, es importante puntualizar que el no es inmediato: hay que recorrer una pasarela de madera de más de un kilómetro que serpentea entre dunas y pinares hasta desembocar en una playa de arena fina y aguas limpias.

Todo esfuerzo tiene su recompensa, así que ese pequeño sacrificio garantiza un entorno silencioso, amplio y poco transitado, incluso en días de máxima afluencia en la zona.

El paisaje, completamente virgen, se mantiene intacto gracias a las medidas de protección ambiental. No hay chiringuitos, sombrillas ni construcciones: solo el mar, el viento y el rumor de las olas. Más tranquilidad, imposible. 

Esta ausencia de servicios convierte a Cuesta Maneli en una playa ideal para quienes valoran la naturaleza en estado puro y desean evitar cualquier referencia al bullicio romero. Además, la amplitud de la playa permite mantener la distancia sin dificultad, lo que refuerza la sensación de aislamiento y calma.

Paraje Natural Acantilado del Asperillo 634a43

Esta playa forma parte del Paraje Natural Acantilado del Asperillo, una zona declarada Monumento Natural por sus impresionantes formaciones geológicas. El acantilado que acompaña el a la playa ofrece unas vistas espectaculares, sobre todo al atardecer, cuando la luz tiñe de tonos rojizos la arena y la vegetación.

Este entorno, además de ser un regalo visual, actúa como barrera natural frente al ruido y la actividad humana, acentuando aún más la sensación de estar en un lugar apartado y protegido.

Durante los días del Rocío, en los que el tránsito de personas, caballos y carriolas puede resultar abrumador, sobre todo para aquellos que huyen de todo lo que tiene que ver con multitudes, Cuesta Maneli se presenta como una alternativa accesible y radicalmente distinta.

La proximidad a la aldea del Rocío permite una escapada corta sin necesidad de planificar grandes desplazamientos, mientras que su carácter aislado garantiza el descanso que muchas personas buscan tras días de intensa actividad.

Elegir Cuesta Maneli como refugio no solo significa cambiar de escenario, sino también de ritmo. Frente a la exaltación festiva de la romería, esta playa propone una pausa, un respiro y un reencuentro con la naturaleza.

Y todo ello, a solo 30 minutos de uno de los eventos más multitudinarios y emocionantes de Andalucía. 

Para quienes desean equilibrio entre devoción y descanso, tradición y desconexión, Cuesta Maneli se consolida como la mejor playa para escapar del Rocío. Eso sí, los que busquen esta escapada deben preocuparse de llevar agua, comida y los utensilios necesarios, ya que, igual que no hay gente, tampoco hay bares ni comercios.