La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado todas las alarmas al pronosticar para el próximo sábado, 31 de mayo, una temperatura máxima de 42 grados en Sevilla. De cumplirse este registro, será el mes de mayo con la temperatura más alta del siglo XXI en la capital andaluza, superando por un grado el récord anterior de 2022.
Hasta ahora, mayo de 2022 ostentaba el título de mes más cálido del siglo en Sevilla, con una máxima registrada de 41 grados. Un valor que próximamente quedará relegado al segundo puesto por la intensidad del calor previsto para este 2025, marcando así un nuevo hito en las estadísticas meteorológicas recientes.
Más allá de la temperatura máxima, los datos previstos para las mínimas también sorprenden. Para ese mismo sábado se espera una temperatura mínima de 23 grados, un valor que solo encuentra precedentes en los registros habituales de julio y agosto, los meses más calurosos del año en la ciudad.
La mínima de referencia del mayo más cálido hasta ahora —el de 2022— fue de 19,8 grados, lo que supone una diferencia de 3,2 grados respecto a la previsión de este año.
Para encontrar un mayo con temperaturas tan elevadas hay que remontarse una década. En 2015, concretamente el 13 de mayo, los termómetros alcanzaron los 40,8 grados de máxima y una mínima de 17,4 grados.
Este contraste térmico resulta especialmente revelador al compararlo con los valores actuales, que no solo superan ampliamente la máxima de entonces, sino también su mínima, consolidando 2025 como un año excepcional en términos de calor para el mes de mayo.
Variabilidad térmica 7m1w
Uno de los rasgos más característicos de este mes es su variabilidad térmica, consecuencia directa de su carácter de transición entre la primavera y el verano. Esta inestabilidad se traduce en oscilaciones abruptas de temperatura, tanto a lo largo de los días como entre jornadas consecutivas.
Un ejemplo llamativo de este fenómeno se vivió entre el 27 y el 28 de mayo de 2021, cuando la temperatura máxima subió 10,1 grados en apenas 24 horas, pasando de 21,8 a 31,9 grados. Aún más notable es lo ocurrido el día anterior, el 26, cuando se habían registrado 33 grados de máxima.
Esto implica que, en un margen de 48 horas, la temperatura descendió 11,2 grados para después volver a subir 10, un vaivén térmico muy poco común en otras épocas del año.
En el extremo opuesto, el 17 de mayo de 2018 marcó la temperatura máxima más baja registrada en mayo en los últimos diez años, con 30,2 grados. Desde entonces, los registros no han hecho más que escalar, alcanzando este 2025 una diferencia acumulada de 11,8 grados respecto a aquel valor.
Otro dato relevante lo aporta el propio mayo de 2015, que ostenta el récord de mayor diferencia térmica entre la máxima y la mínima de una misma jornada. Aquel día, la ciudad pasó de los 40,8 grados de máxima a una mínima de 17,4 grados, lo que supuso una oscilación térmica de 23,4 grados en solo unas horas.
Con este nuevo hito previsto para el cierre del mes, Sevilla no solo se enfrenta a un episodio de calor extremo, sino también a una tendencia creciente que parece consolidarse año tras año en los registros de mayo.
Una evolución que invita a la reflexión sobre el impacto del cambio climático en la climatología local y que coloca, una vez más, a la capital andaluza en el foco del termómetro nacional.