
En la imagen, un ciudadano bangladesí que trabajó para Mastermind declara en la Audiencia de Las Palmas durante la celebración del primer juicio relacionado con la trama. Efe. 1j4i2p
Mauritania captura y extradita a 'Mastermind', líder de la mafia que traficaba con migrantes de Bangladés y Pakistán a Canarias 6j7251
La Policía Nacional del país norteafricano lo puso a disposición de las autoridades españolas tras localizarle en un restaurante de Nuackchott. o374o
Más información: De Pakistán a El Hierro por 13.000 euros: mafias bangladesíes explotan 'la ruta canaria' para traer inmigrantes asiáticos. b6m2f
Mohamed Shajhan Sheak, alias Mastermind, ha sido finalmente capturado. El hombre que en las sombras dirigía con puño de hierro una de las redes de tráfico de personas más sofisticadas y lucrativas del Atlántico ha sido extraditado desde Mauritania a España y enviado a prisión provisional en la isla de Gran Canaria.
La investigación, liderada por la Fiscalía de Extranjería y la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF), ha permitido desarticular una trama que, durante al menos tres años, ha traficado con migrantes bangladesíes y pakistaníes a través de la peligrosa ruta canaria.
Su caída comenzó con el testimonio de Imran, un migrante pakistaní que en 2021 llegó a El Hierro tras haber atravesado un entramado de sobornos, explotación laboral y pagos en efectivo que lo llevaron de Dubái a Nouakchott y, finalmente, a una patera con rumbo a Europa. Su historia, publicada en EL ESPAÑOL, sirvió como punto de partida para una operación internacional que ahora ha dado su golpe final.

Reconstrucción del viaje realizado por migrantes pakistaníes llegados a El Hierro en manos de una organización criminal de origen bangladesí.
La red criminal 596s1r
La organización que dirigía Mastermind funcionaba como una empresa de logística del horror: cada fase del viaje estaba diseñada para exprimir económicamente a los migrantes. Los captaban en Bangladés y Pakistán con la promesa de una entrada segura en Europa por 13.000 euros. Tras el pago inicial, los trasladaban hasta Dubái o Delhi, donde esperaban el momento de continuar su viaje. Desde allí, la ruta proseguía hasta Mauritania, el nodo clave en esta red de migración irregular.
Una vez en el país norteafricano, los migrantes eran alojados en hoteles controlados por la organización. Si no habían completado el pago, eran obligados a trabajar en los negocios de Mastermind, que incluían restaurantes en Nouakchott. Allí, entre ollas y platos sucios, los migrantes pagaban su travesía con jornadas extenuantes sin salario. Solo después de haber liquidado su deuda se les permitía avanzar a la siguiente fase: una patera sobrecargada y sin garantías de llegar a su destino.
Detención y extradición 2d3p4w
La investigación de la UCRIF comenzó en 2022, cuando un grupo de nueve migrantes bangladesíes fueron interceptados en Gran Canaria. Los testimonios apuntaban principalmente a un hombre: Mastermind. Desde entonces, los agentes siguieron el rastro del dinero, los testimonios de supervivientes y la red de complicidades que permitía el funcionamiento del negocio.
La captura, según ha podido conocer EL ESPAÑOL de fuentes policiales, se produjo hace unas semanas en un operativo conjunto entre la Policía Nacional de Mauritania y la Interpol. Mastermind fue arrestado en un restaurante de Nouakchott y extraditado a España bajo una orden internacional de captura. El Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y tráfico de personas.

El cayuco en el que viajaban los 65 pakistaníes que llegaron a El Hierro hace un par de meses, junto a un grupo de migrantes subsahiaranos, en el puerto de La Restinga.
La desarticulación de la organización no significa el fin del problema. La ruta canaria sigue siendo una vía de entrada para migrantes asiáticos, en un fenómeno que antes estaba circunscrito al Mediterráneo oriental. Con Libia y Túnez reforzando sus controles migratorios, las mafias han comenzado a diversificar sus rutas. La llegada de 65 pakistaníes a El Hierro en una sola embarcación el pasado año fue una señal de alerta: la red de Mastermind no operaba de manera improvisada, sino con una estructura consolidada y con ramificaciones en múltiples continentes.
Las mismas fuentes policiales confirman que la investigación sigue abierta y que podría haber nuevas detenciones. Algunos de los colaboradores de la organización continúan en libertad, tanto en Mauritania como en Marruecos y Bangladés. La caída de Mastermind es un golpe contundente, pero el negocio del tráfico de personas sigue activo y mutando para eludir a las autoridades.
Tres hombres clave 1y183e
Los investigadores identificaron a tres individuos clave dentro de la organización criminal que trasladaba a víctimas de origen bangladesí y pakistaní hasta Marruecos y Mauritania, donde las conexiones de la red en el Aeropuerto Internacional de Nouakchott permitían que los migrantes ingresaran sin levantar sospechas. Personal fronterizo sobornado facilitaba la entrada sin controles rigurosos, utilizando documentos falsificados o permitiendo el paso sin requerir acreditaciones.
En la cúspide de la organización se encontraba Mohamed Shajhan Sheak, alias Mastermind, quien supervisaba cada paso del proceso y garantizaba que las operaciones siguieran funcionando sin interferencias. Otro de los cabecillas, Humayun Ali, coordinaba el traslado de los migrantes desde Emiratos Árabes hasta Mauritania y manejaba las transacciones financieras del negocio ilícito.
Finalmente, Ali Sangare era el encargado de organizar las travesías marítimas, asegurando que las pateras estuvieran listas para zarpar hacia Canarias. El esquema de corrupción en el aeropuerto era crucial para el éxito de la red, permitiendo un flujo constante de migrantes sin alertar a las autoridades.

Barcos de pesca en Nouakchott, Mauritania.
Una odisea i3250
Muchos de los migrantes que lograron llegar a Canarias tras pagar a la red de Mastermind se encuentran ahora en un limbo legal. Algunos han sido deportados, otros han conseguido asilo y muchos más esperan en los centros de acogida sin certeza sobre su futuro. Lo que es seguro es que, para ellos, la travesía no terminó en el momento en que pisaron tierra europea.
El testimonio de Imran, aquel migrante pakistaní que narró su odisea hace meses, se vuelve ahora más relevante que nunca. "Pensaba que Europa era el final del camino, pero en realidad es solo otra etapa", dijo en su momento. Sus palabras resuenan hoy mientras el hombre que se enriquecía con la desesperación ajena enfrenta la justicia. Mastermind está en prisión, pero la ruta canaria sigue abierta y las mafias buscarán nuevos líderes para seguir explotando el sueño de Europa.