Exposición Fundación Luis Seoane

Exposición Fundación Luis Seoane 4y1a4r

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La Fundación Luis Seoane expone en A Coruña una destacada colección de arte japonés 4t286r

La muestra 'Arte y guerra. Geishas y samuráis en el antiguo Japón' podrá visitarse gratuitamente desde el 29 de mayo al 7 de septiembre 103a3m

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Del 29 de mayo al 7 de septiembre, la Fundación Luis Seoane acogerá la exposición 'Arte y guerra. Geishas y samuráis en el antiguo Japón', un proyecto comisariado por Ferrán López Alargada, presidente de la Federación Española de Anticuarios, que reúne una selección de obras pertenecientes a una de las colecciones de arte japonés más importantes de nuestro país. "Desde el Gobierno de Inés Rey promovemos la llegada a nuestra ciudad de importantes muestras como esta, que se exhibirá en uno de los espacios culturales de referencia a nivel gallego", indicó Gonzalo Castro, concejal de Cultura y Turismo.

La muestra, impulsada por el Ayuntamiento de A Coruña, ofrece una panorámica completa sobre la vida japonesa del siglo XIX a través de un conjunto de piezas significativas como grabados ukiyo-e o estampas del mundo flotante, fotografías de época, armaduras y kimonos tradicionales, y una serie de objetos diversos, junto con un apartado dedicado a La gran ola de Kanagawa de Katsushika Hokusai, quizá la representación más célebre de este período.

En total, más de cien obras seleccionadas por el comisario de la muestra, agrupadas en seis secciones: Teatro, Geisha, Shunga. Las imágenes de primavera; Netsuke, kakemono y fotografías de época; Cultura de guerra y Samuráis.

Teatro 5c2v3f

La exposición se abre con los ukiyo-e, estampas realizadas con la técnica de la xilografía, un procedimiento de impresión en relieve de origen chino que se remonta al período Han (206 a.C. – 220 d.C.) y que se introduciría en Japón hacia el siglo VII d.C. Los ukiyo-e se popularizaron durante el período Edo (1603–1868) en versión sumi, solo en negro; luego las imágenes serían coloreadas a mano en rojo y naranja, más tarde en verde, amarillo y rosa y finalmente, hacia mediados del siglo XVIII, a todo color como nishiki-e, literalmente "estampas brocadas".

Dentro de los ukiyo-e destacan los que representan escenas del , el teatro clásico japonés reservado en sus inicios a la aristocracia; y los relacionados con el teatro kabuki, término que podría traducirse como “desviarse” o “transgredir”. Surgido de la cultura chonin, es la versión popular del Nō y una de las expresiones artísticas más significativas del período Edo. Las representaciones se inspiraban en la vida de prostitutas y bailarinas de bajo rango y en los ronin o samuráis sin señor, y los actores que los interpretaban eran auténticos héroes populares.

Geisha 6n463b

La representación de la figura femenina fue extensa dentro de la producción de los artistas del ukiyo-e, un auténtico reclamo para plasmar la esencia de la nueva sociedad, las modas, la belleza idealizada y la sensualidad, la gracia y la opulencia.

Las geishas eran artistas, bailarinas e intérpretes de instrumentos, no prostitutas. Poéticamente denominadas en Japón "mariposas de la noche", constituían una auténtica profesión de refinadas anfitrionas-entretedoras, expertas en el arte de la conversación. Vestían elaborados kimonos, que significa "lo que uno lleva" o "lo que se lleva sobre los hombros", una prenda tradicional utilizada indistintamente por hombres y mujeres. En esta sección, el público podrá ver además objetos de uso cotidiano como peines, abanicos, espejos o pelucas.

Shunga. Las imágenes de la primavera 4w6l1v

Este apartado aborda el shunga o imágenes de la primavera, conocidas también en la época como makura-e, imágenes de la almohada, y warai-e. Se trata de un género destacado en la producción ukiyo-e en el que se recogen estampas de temática erótica, muy diferentes a sus equivalentes occidentales de la época, que solían ser de carácter más licencioso.

Estas representaciones son comunes en la obra de los grandes maestros del arte japonés y revelan una concepción del erotismo extremadamente sutil. En ellas existe una especie de codificación simbólica de la vida y, por tanto, de las actividades sexuales, donde prevalece el énfasis "expresionista" e incluso la caricatura.

Netsuke, kakemono y fotografías de época 2b355i

En la exposición se podrán ver varios ejemplares de netsuke o "raíz para sujetar", un rio imprescindible en la vestimenta tradicional japonesa que utilizaban y aún utilizan en ciertos actos hombres, mujeres y niños. Dado que el kosode o kimono carece de bolsillos, en el siglo XVII se inventaron estas piezas prácticas, consistentes en “un contrapeso que, unido por un cordón a un objeto, permite colgarlo del cinturón u obi, y además evita que se deslice”. De este modo, era posible llevar monedas, tabaco, un estuche para pincel y tinta, etc.

El kakemono, literalmente "colgante", es otro tipo de soporte en papel o seda en el que se representaban imágenes o escrituras, un elemento que pone de manifiesto la búsqueda constante del equilibrio en los espacios interiores propia de la cultura japonesa.

También en esta sección se abordará la importancia de la fotografía a la hora de documentar la desaparición de un mundo, tal y como lo recogió el fotógrafo italiano Felice Beato, considerado el padre de la fotografía japonesa, junto con otros artistas occidentales que se interesaron por la cultura y sociedad niponas.

Cultura de guerra ua2r

El protagonista de esta sección es el musha o guerrero tribal, arquetipo de héroe solitario, líder en el campo de batalla, esteta, guardián de la paz y defensor del poder aristocrático. Con el paso de los siglos, se transformará en la figura del samurái, que significa “el que sirve”, representación heroica y mítica de la tradición guerrera de Japón construida sobre una continua transposición de historia y leyenda.

Samuráis g726x

El guerrero japonés siempre priorizó su agilidad en combate sobre cualquier forma de protección que pudiera disminuirla. La propia conformación de la antigua armadura japonesa, de la que podrán verse varios ejemplos en la muestra, favorecía esta característica: su estructura laminar (armadura tipo dō-maru), la calidad del material y su grosor moderado proporcionaban una defensa válida contra armas ligeras y una protección menor, suficiente frente a ataques directos (golpes de lanza o cortes de espada), que al mismo tiempo garantizaba al guerrero la agilidad necesaria para defenderse correctamente.

Este tipo de armaduras se mantuvo básicamente intacto a lo largo del tiempo, con ligeras adaptaciones a medida que variaban las tácticas de combate, hasta la introducción de las armas de fuego en los siglos XVI y XVII, cuando la imperiosa necesidad de reforzar la protección personal del samurái llevó al abandono de la armadura laminar en favor de la armadura de placas o tosei-gusoku.