Un okupa encaramado a la fachada de un edificio y la policía solicitando que baje, en A Coruña

Un okupa encaramado a la fachada de un edificio y la policía solicitando que baje, en A Coruña

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Nuevo incidente en el edificio okupa de la calle Vista de A Coruña: "Se puso a trepar por la fachada"

Los bomberos han vuelto a tapiar el a la vivienda, esta vez también en ventanas. Todo ello después de que se produjera un incendio y se volviera a ocupar

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El calvario que están viviendo a diario los vecinos de la calle Vista, en A Coruña, no tiene nombre. Desde hace cuatro años, sufren las consecuencias de la actividad que se realiza en el edificio abandonado próximo a sus casas. "Ruidos, peleas, suciedad...", y un cúmulo de actividades ilícitas que a nadie le gustaría sufrir en su barrio. Pero lo de ayer fue algo que no habían visto nunca: "Un hombre trepando por la fachada".

Después de que se produjera un incendio en el edificio hace tan solo dos semanas, la policía tapió la entrada para evitar que volviera a entrar gente. Sin embargo, a los pocos días, ya volvía a estar ocupado. Sin saber muy bien cómo, estas personas entraban y salían a sus anchas. Incluso trapicheaban en plena calle. Fue ayer cuando los vecinos salieron alarmados a la ventana tras escuchar unos gritos. "Un hombre estaba tirando cosas por la ventana y haciendo señas a la gente que estaba abajo esperándole, seguramente porque estaba trapicheando con ellos", cuenta.

Este subía y bajaba por la fachada con gran agilidad, como si lo hiciera todos los días. En ese momento, los vecinos llamaron a la policía, preocupados por el altercado que se estaba produciendo en plena calle, a eso de las 22:00 horas. "Se presentaron unos cinco coches de policía y un furgón", cuentan de la Asociación de Vecinos, según lo que les comentaron los testigos que presenciaron la escena. 

Desde la calle, los agentes pedían amablemente al hombre que bajara de allí, mientras él se mantenía encaramado a la fachada, negándose a las órdenes de las autoridades. Finalmente, lo lograron. Al rato, solicitaron la intervención de los bomberos, que procedieron también a tapiar las ventanas de los últimos pisos. Se entiende que, después de esto, el inmueble vuelve a estar desocupado. Aun así, alrededor de una hora después, los residentes de los edificios colindantes volvieron a escuchar al mismo hombre dando golpes y voces.