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Una de las grandes ventajas de las cámaras de acción y drones de firmas como DJI es que captan momentos que hasta el momento eran prácticamente imposibles de inmortalizar. En España estamos acostumbrados a que precisamente esta compañía publique impresionantes vídeos de deportistas extremos destacando en sus respectivos campos, por ejemplo esquiando con drones. Lo último de DJI ha sido captar el récord mundial de vuelo entre dos globos aerostáticos en un acto de funambulismo extremo.

Hablamos de Julien Roux, especialista francés de 28 años que basa toda su experiencia en el deporte llamado highlining, o lo que es lo mismo, caminar sobre redes muy estrechas unidas por dos puntos extremadamente altos, usualmente con un vacío enorme bajo estas cuerdas. El pasado 15 de noviembre, Roux pudo realizar este mismo deporte en su demostración más extrema: pasando de un globo aerostático a otro a 4.832 metros de altura, estableciendo un nuevo récord mundial.

DJI estaba ahí para inmortalizarlo con su propia tecnología. Y es que la compañía es conocida precisamente por su amplio surtido de drones de altas capacidades, que se usaron en el acto de Roux no solo para grabar el momento, sino para instalar el highline, reduciendo brutalmente el tiempo de preparación de días a unos pocos minutos. Todo ello usando únicamente equipo proveniente de DJI, que mostró ser capaz de afrontar toda esta situación sin problema alguno.

Funambulismo extremo entre globos 2q6x5h

Todo comenzó con un jovencísimo Roux, que a los 18 años sufrió un accidente durante una de sus incursiones acrobáticas. Tras su rehabilitación, el llamado deporte slackline consistente en andar sobre cintas planas de unos cinco centímetros le llamó la atención. Todo vino después; no paró de realizar esta curiosa práctica, pese a tener vértigo, según relatan en DJI. Luego, Roux probó con el highlining entre dos globos aerostáticos provisto por la empresa, con Roux como protagonista.

Las condiciones eran sencillamente extremas. La fila tenía únicamente 20 metros de largo, y se situaba entre dos globos aerostáticos en pleno vuelo. Todo ello sin ninguna red de seguridad bajo Roux que lo salvara. Lo único que evitaba que Roux acabase en una muerte segura era un arnés y una cuerda entre dos globos que se movían en la atmósfera superior. Una cuerda highline que, por cierto, fue instalada por dos drones de DJI.

El vídeo de Julien Roux de DJI.

Cuando los globos y Roux se situaron en el aire, el equipo de DJI usó drones como el DJI Mavic 3 Pro para grabar toda la escena desde el aire y la Osmo Action 5 Pro para conseguir tomas de a bordo. En las cestas de los globos se instalaron DJI Ronin 4D, para evitar que los movimientos oscilantes de estos globos arruinaran las tomas de estas escenas. Así, se consiguieron tomas extremadamente estables incluso a cientos de metros de altura.

De hecho, según explica la propia DJI, Roux pudo usar estos drones incluso en sus labores de entrenamiento. Para entrenar, el especialista se vale de un dron DJI Flip, un dron ligero y versátil que usa protectores de hélice para ensayar escenarios de exposición y visualizar sus movimientos en la misma red. Para colocar las líneas elevadas, los drones elegidos fueron los mismos Mavic 3 Pro que registraron en vídeo todo el proceso de highlining de Julien.

El experto, que lejos de haber cumplido el récord mundial de highlining, ha destacado la utilidad de los drones de DJI para sus hazañas sobre el aire, asegurando que estos "han transformado por completo el futuro del highlining", eliminando todas las barreras logísticas asociadas a este deporte y abriendo "nuevas posibilidades, desde las cumbres alpinas hasta el cielo abierto", ha explicado el mismo Roux en sus declaraciones.