Avión Yak-52B modificado.

Avión Yak-52B modificado. X Omicrono 55515e

Defensa y Espacio

Viejas avionetas de los años 80 para derribar drones a escopetazos: la última idea de Putin para frenar a Ucrania 5b3y

Los rusos están adaptando aviones Yak-52B acoplándoles armas de corto alcance para derribar UAVs enemigos de forma arriesgada. 4t643b

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Las soluciones que tanto Rusia como Ucrania toman para hacerse frente uno a otro siguen sorprendiendo en España. Sobre todo en materia de drones, con soluciones tan ingeniosas como acoplar escopetas a drones para acabar con otros drones. Rusia ha pensado algo parecido, y por ello ha implementado estas armas en avionetas soviéticas de los 80.

Las redes sociales se han hecho eco de algo inaudito: rusos acoplando nada menos que escopetas de calibre 12 a avionetas Yak-52B, con el único objetivo de contrarrestar drones ucranianos. Además, están equipadas con radares y ordenadores a bordo para identificar objetivos.

Todo nace de una oficina de diseño que ha desarrollado esta idea, para que haga las veces de arma cazadora de drones. Los internautas, así como fuentes locales rusas, barajan la idea de que estas oficinas estén especializadas en la construcción de aeronaves modernas.

Acabar con drones a escopetazos 5z5972

Numerosos vídeos y fotografías ubicadas en Rusia a través de Telegram muestran lo que parece ser una avioneta modernizada Yak-52B, equipada con escopetas bajo las alas y con equipamiento básico de monitoreo de objetivos diurno.

En concreto, se trata de una Yak-52B modificada y apodada como Yak-52B2, con una torreta con sensores en el ala izquierda aire-aire y aire-tierra, y en el ala derecha una escopeta automática semiautomática de calibre 12. El ordenador de control 'chiva' información al piloto sobre el objetivo y el tiempo.

Este Yak-52 es un tipo de avión de entrenamiento soviético que a día de hoy sigue fabricándose en Rusia. Se concibió en un primer momento para entrenar a pilotos tanto civiles como militares en cuestiones de acrobacias. Siguen, además, en servicio.

En concreto, esta avioneta sigue usándose en numerosos países y cuenta con un motor radial Vedeneyev M-14P de 360 caballos de potencia y 9 cilindros en estrella. Integra una aleación de aluminio D1 y una estructura de acero. La hélice es de paso variable con dos palas de madera.

Pesa 1.040 kilos, y es tremendamente fácil de manejar, tanto en pleno vuelo como en aterrizaje. Tal es su popularidad en los terrenos de las acrobacias que se sigue utilizando en entornos de acrobacias y niveles competitivos, gracias a su capacidad de volar en malas condiciones.

Hablamos de la variante básica, mientras que el modelo modificado es un Yak-52B, un avión de ataque a tierra ligero biplaza capaz de albergar 32 cohetes aire-tierra S-5. Esta versión se desarrolló para conflictos bélicos directos, como el de Afganistán.

Lo más llamativo es que Rusia no habría sido ni mucho menos la única en tener esta idea. Existen vídeos que datan de abril del 2024 en los que se pueden ver estos mismos aviones Yak-52 acabando con drones de reconocimiento Orlan-10, en este caso usando un rifle desde la cabina trasera.

Los ucranianos utilizan el Yak-52 en la Patrulla Aérea Civil de Ucrania, una organización civil conformada por civiles con aeronaves y por aviadores amateur que se encargan de eliminar estos drones. La diferencia es que Rusia ha optado por escopetas como armamento.

No es una solución ideal 6x3fy

Es cierto que la propuesta ucraniana es complicada, ya que implica apuntar desde la cabina trasera de forma manual. Sin embargo, la rusa es mucho menos eficiente. La munición es más limitada, el alcance mucho más corto y obliga al avión a aproximarse mucho más a su objetivo.

Detalles como la velocidad de la aproximación o la distancia entre la aeronave y el dron pueden resultar en una mayor probabilidad de impacto, pero por contra, pueden acarrear otros muchos problemas. Por ejemplo, el dron podría deshacerse en pedazos que impactarían contra el avión, dañándole.

Si el dron tiene una ojiva o material explosivo, la necesaria proximidad del avión contra este provocaría que tras su destrucción, muy posiblemente estas explosiones dañasen el fuselaje o incluso el armamento propio del Yak-52.