
El candidato presidencial polaco Karol Nawrocki , respaldado por el principal partido de oposición Ley y Justicia (PiS), reacciona a las encuestas de salida de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Varsovia, Polonia, el 1 de junio de 2025. Reuters 381k4c
De portero de discoteca a presidente de Polonia: por qué Karol Nawrocki hará la vida imposible a la UE desde dentro 3y142z
Con un pasado tan polémico como su discurso, el nuevo presidente polaco intentará frenar la agenda reformista de Donald Tusk, orientada a revertir la deriva autocrática de los últimos diez años. a1l46
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En boxeo, imponer el ritmo desde el primer asalto puede marcar el desenlace del combate. Todo indica que Karol Nawrocki, historiador, exboxeador y nuevo presidente de Polonia, saltará al ring político con esa intención: frenar los movimientos del Gobierno liderado por el primer ministro proeuropeo Donald Tusk.
Respaldado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), Nawrocki se impuso en las elecciones presidenciales del domingo con un ajustado 50,9% de los votos, derrotando por los pelos y tras horas de empate técnico a su rival, el liberal Rafał Trzaskowski, alcalde de Varsovia y candidato de Plataforma Cívica, el partido de Tusk.
Estos resultados mantienen a Polonia dividida en dos centros de poder que tiran en direcciones opuestas: el Gobierno y la Presidencia. Y es que a pesar de que el presidente polaco no tiene voz ni voto en la definición de las políticas (que son competencia exclusiva del Ejecutivo), sí posee poder de veto sobre la legislación, influencia en política exterior y en el Ejército, además de la facultad para nombrar embajadores.
En otras palabras, Nawrocki puede bloquear la agenda nacional de Tusk, quien ha orientado sus esfuerzos a revertir el retroceso democrático y a abordar las violaciones del Estado de Derecho de la istración previa del PiS que tensaron la relación del país con la Unión Europea. Bueno, y que provocaron el bloqueo de 137.000 millones de euros de los fondos europeos por la deriva autoritaria del entonces Gobierno.
"La presidencia de Nawrocki supondrá un camino difícil para el Gobierno de Tusk. El primer ministro enfrenta un final complicado para su proyecto político, ya que ningún cambio importante [como la liberalización de la extremadamente restrictiva ley del aborto o la recuperación de la independencia judicial] será posible. La principal misión de Nawrocki será debilitar al Gobierno y allanar el camino para que el PiS regrese al poder en las elecciones de 2027", explica Piotr Buras, jefe de la oficina de Varsovia y miembro sénior de políticas del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

Karol Nawrocki durante un mitin.
El último año y medio no ha sido especialmente sencillo para Tusk, ya que Andrzej Duda, el presidente saliente y miembro del PiS, bloqueó sistemáticamente la agenda reformista del Gobierno. Sin embargo, vaticina Buras, "las opiniones políticas de Nawrocki son mucho más radicales y de derechas que las de Duda, lo que anticipa una cohabitación aún más tensa".
Esta afirmación encaja en cierto modo con el perfil del nuevo presidente, que no solo carece de experiencia política, sino que también arrastra un pasado polémico como hooligan violento en el fútbol y está vinculado a episodios oscuros, como el supuesto engaño a un anciano para apropiarse de su vivienda de protección oficial y la acusación de que ayudó a conseguir prostitutas para los huéspedes de un hotel de lujo donde trabajaba como portero.
"Polonia entrará en un período de conflicto político e inestabilidad, con un Gobierno debilitado tanto en legitimidad como en capacidad de acción", señala el experto del ECFR. Pero lo más probable es que el futuro intercambio de golpes también resuene en la Unión Europea.
Ante esta situación, Tusk ya ha anunciado que someterá su Gobierno a una cuestión de confianza ante el Parlamento para que "todos vean, incluidos nuestros oponentes, tanto dentro como fuera del país, que estamos preparados para esta situación".
"Comprendemos la gravedad del momento, pero que no tenemos intención de dar un solo paso atrás", ha advertido en un discurso televisado. Previendo esta situación, el primer ministro también ha asegurado que su Gobierno ya tiene preparado un "plan de contingencia" por si el nuevo presidente intenta frenar los "buenos cambios" del país.
La llegada de Tusk al Ejecutivo en 2023 supuso, en teoría, el inicio del regreso de Varsovia al redil europeo, tras años de gobiernos ultraconservadores que se convirtieron en un quebradero de cabeza para Bruselas por sus continuos ataques al Estado de Derecho desde 2015, año desde el que los ultraconservadores han mantenido un firme control sobre la presidencia. Ahora, con Nawrocki —que ha colocado a la UE en el centro de sus críticas durante la campaña y ha agitado la consigna de "Polonia primero y primero los polacos"—, la narrativa del regreso europeo de Polonia podría esfumarse.
En realidad, el presidente polaco no es responsable de la política de la UE, y será Tusk, no Nawrocki, quien siga asistiendo a las cumbres europeas. Sin embargo, lo más probable es que Nawrocki trate de orientar al país hacia el euroescepticismo, apoyado por del bloque populista, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y cambie el tono de la conversación. "Sí, queremos un mercado común, queremos desarrollo, queremos ser una voz fuerte en la Unión Europea, pero no queremos que nuestra libertad en todo el ámbito de la vida social sea decidida por las élites de Bruselas", dijo Nawrocki en un mitin en marzo.
En este sentido, Natalia Letki, profesora asociada de la Universidad de Varsovia, opina que estas elecciones presidenciales eran un referéndum sobre la presencia de Polonia en la Unión Europea. "Los políticos de derechas presentan a la UE como una limitación del interés nacional polaco, una restricción a nuestra soberanía y un modelo dominante de valores", sostiene Letki en su conversación con EL ESPAÑOL.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, asiste a una reunión informativa en el Centro de Operaciones Marítimas - Comando del Componente Marítimo en Gdynia, Polonia, el 22 de mayo de 2025.
Por eso, durante la contienda electoral, Nawrocki se ha opuesto a ceder más competencias al bloque y a la idea de "crear un Ejército europeo". En política exterior, ya anunció que priorizará la alianza estratégica con Estados Unidos, especialmente bajo el mandato de Donald Trump, a quien considera el gran garante de la seguridad regional europea y cuyo Gobierno le apoyó en las elecciones. Es decir: primero Polonia, luego Estados Unidos, y después la UE.
Además, Nawrocki, respaldado por el PiS, pero candidato independiente, ha prometido bloquear la solicitud de Ucrania para unirse tanto a la OTAN como a la UE, en un contexto marcado por crecientes tensiones entre Kyiv y Varsovia, motivadas por el envío de ayuda militar y una disputa sobre el comercio de granos y cereales ucranianos.
Este posicionamiento, advierte Timothy Garton Ash en su newsletter, tendrá importantes repercusiones para toda Europa. "Para Europa, este resultado significa que uno de sus países clave, especialmente en defensa y frente a la amenaza rusa, será un socio más débil, menos unido y menos seguro, tanto dentro de la UE como en la ‘coalición de los dispuestos’ —formada por Alemania, Francia, Polonia (conocida como el ‘triángulo de Weimar’) y el Reino Unido—, fundamental para el futuro de Ucrania", señala el historiador y periodista británico.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Friedrich Merz, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, hablan por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en mayo de 2025.
La UE responde con pragmatismo b254y
A pesar del revés que supone la victoria del ultranacionalista polaco, en Bruselas han optado por la táctica de poner buena cara al mal tiempo. Ursula von der Leyen ha enviado un tuit de felicitación a Nawrocki en el que ha escrito: "Estoy segura de que la UE seguirá manteniendo una excelente cooperación con Polonia".
"Todos somos más fuertes juntos en nuestra comunidad de paz, democracia y valores. Trabajemos, pues, para garantizar la seguridad y la prosperidad de nuestro hogar común", le ha pedido la presidenta de la Comisión Europea al nuevo presidente polaco.
Congratulations to Karol Nawrocki. I’m confident that the EU will continue its very good cooperation with Poland. We are all stronger together in our community of peace, democracy, and values. So let us work to ensure the security and prosperity of our common home.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen.ec.europa.eu) 2 de junio de 2025, 8:14
"Damos la bienvenida a cualquier presidente o jefe de estado elegido democráticamente. Y como siempre, buscaremos una buena cooperación, aprovechando la excelente colaboración que tenemos con Polonia", ha agregado la portavoz de la presidenta, Paula Pinho.
¿Teme el Ejecutivo comunitario que la elección de Nawrocki suponga la puntilla para el plan de restauración del Estado de derecho puesto en marcha por Donald Trump, y que el nuevo presidente ha prometido en campaña vetar? "Confiamos en que las reformas iniciadas por el Gobierno polaco continuarán", ha respondido la portavoz.
"Polonia está y siempre ha estado en el corazón de Europa. Confío en que siga siendo una potencia fuerte, activa y decisiva en la construcción de una Unión más segura y próspera", ha dicho por su parte el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en su mensaje de felicitación.
Lo cierto es que Bruselas descongeló en febrero de 2024 un total de 137.000 millones de fondos europeos adjudicados a Polonia (tanto de Next Generation como de ayudas a la cohesión), que estaban bloqueados por la deriva autoritaria del anterior Gobierno de Ley y Justicia.
Una decisión que se adoptó tras el anuncio por parte de Tusk del plan de acción para restablecer la independencia judicial y el Estado de derecho en Polonia. Sin embargo, muchas de sus medidas todavía no se han ejecutado y el nuevo presidente tiene poderes para vetarlas, lo que podría provocar un nuevo choque de trenes entre Varsovia y Bruselas.
"Un desafío a la ortodoxia de Bruselas" 471h4e
Los que sí se han felicitado por la victoria de Nawrocki son los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el grupo de derecha radical en la Eurocámara liderado por los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y al que está adscrito también Ley y Justicia.
ECR sostiene que el triunfo de su candidato supone un "desafío a la ortodoxia de Bruselas". "Este resultado nos recuerda que no se puede determinar el futuro de Europa en Bruselas sin escuchar a sus ciudadanos", ha dicho uno de los copresidentes del grupo, Patryk Jaki.
"Nos enorgullece apoyar a una presidenta que defiende la tradición, la responsabilidad y una Europa de poderes equilibrados. Europa debe seguir siendo una comunidad de naciones libres, no una máquina que anula la voluntad popular. El presidente Nawrocki transmite ese mensaje con legitimidad democrática", sostiene el otro copresidente de ECR, el italiano Nicola Procaccini.