El presidente de EEUU, Donald Trump, realiza un anuncio sobre el escudo antimisiles Golden Dome junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington, el 20 de mayo de 2025.

El presidente de EEUU, Donald Trump, realiza un anuncio sobre el escudo antimisiles Golden Dome junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington, el 20 de mayo de 2025. Kevin Lamarque Reuters 1x3b4s

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Trump pone en bandeja a Putin que bombardee a Ucrania tras dejar de enviar una tecnología esencial para defender su cielo 2f6w5t

La decisión, adelantada por el diario The Wall Street Journal y justificada como una “cuestión urgente identificada por el secretario de Defensa”, coincide con una creciente tensión entre Washington y Kyiv. 6u4c6a

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La istración Trump ha decidido redirigir una tecnología crucial en la defensa antidrones ucraniana hacia sus propias fuerzas desplegadas en Oriente Medio, en una nueva muestra del repliegue estadounidense respecto a su compromiso militar con Ucrania.

Según una notificación confidencial al Congreso, el Pentágono ha dejado de destinar a Kyiv las espoletas de proximidad utilizadas para interceptar drones rusos, y en su lugar las ha asignado a unidades de la Fuerza Aérea de EEUU en la región del Golfo.

Estas espoletas -que permiten detonar cohetes al acercarse a un objetivo aéreo- forman parte del sistema estadounidense Advanced Precision Kill Weapon System, una tecnología de bajo coste pero alta precisión que Ucrania ha empleado con eficacia para derribar drones lanzados por Moscú.

El propio Departamento de Defensa ha promocionado en el pasado la efectividad de este sistema, empleado en una variante terrestre por las fuerzas ucranianas y en su versión aérea por cazas F-15 y F-16 estadounidenses.

La decisión, justificada como una “cuestión urgente identificada por el secretario de Defensa”, coincide con una creciente tensión en la relación entre Washington y Kyiv, como recoge The Wall Street Journal.

El miércoles, Donald Trump afirmó haber hablado con Vladímir Putin, quien le habría advertido de una “respuesta contundente” de Rusia ante los recientes ataques ucranianos.

El jueves, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, se ausentó de una reunión clave en la sede de la OTAN con ministros europeos, reforzando la señal de que EEUU no liderará ya el esfuerzo de ayuda militar a Ucrania.

En un memorando interno, Hegseth autorizó al t Rapid Acquisition Cell -el organismo que agiliza el suministro de armas a los comandantes estadounidenses- a desviar las espoletas originalmente adquiridas para Kyiv.

Aunque el Pentágono sostiene que actúa dentro del margen que le otorga la ley de gasto militar de emergencia aprobada en 2024, la falta de transparencia ha desatado inquietud en el Congreso.

El Pentágono aún no ha explicado cómo afectará esta medida a la defensa aérea de Ucrania, ni si la urgencia de la Fuerza Aérea estadounidense es realmente justificada”, ha denunciado un asesor demócrata del Comité de Servicios Armados del Senado.

Otro alto funcionario que sirvió durante la era Biden, Celeste Wallander, reconoció que tanto Ucrania como las tropas estadounidenses en la región enfrentan amenazas reales: “Ambos escenarios requieren una defensa antidrones urgente”.

La istración anterior había canalizado fondos del Ukraine Security Assistance Initiative para comprar esta tecnología y enviarla a Ucrania, dentro de un paquete de ayuda de miles de millones de dólares.

Aunque el dinero ya ha sido asignado, varios de los envíos previstos estaban programados para este año y el próximo. Todo ello queda ahora en entredicho si continúan los desvíos de material hacia otras zonas de despliegue estadounidense.

En paralelo, el Congreso debate cómo acelerar la producción de componentes para sistemas antidrones. Algunos legisladores ven la medida como una señal de alarma.

“Negarle a Ucrania un arma decisiva en un momento tan crítico es inaceptable. Y hacerlo sin una justificación pública clara puede ser incluso visto como una represalia”, advirtió una fuente legislativa.

La decisión de Trump de no pedir más fondos para la iniciativa de seguridad ucraniana ni de emplear el resto de los 3.850 millones de dólares autorizados por el Congreso para enviar armas desde los propios arsenales del Pentágono refleja, una vez más, un giro estratégico: Washington ya no considera el frente ucraniano como prioritario.

En palabras del propio Hegseth, el Pacífico occidental -y no Europa del Este- es ahora el “teatro prioritario” de defensa estadounidense.