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Eduard Estivill, neurofisiólogo: "Si quieres descansar por la noche, tienes que replantearte dormir separado de tu pareja" 3e169
Según una investigación del Better Sleep Council de Estados Unidos, dormir separados resuelve los problemas del sueño. 43m6c
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El matrimonio, o simplemente el inicio de una convivencia en pareja, supone una serie de compromisos y requisitos. Sin ni siquiera ser conscientes, aceptamos una serie de normas, que aunque nosotros no las hayamos dictado, están normalizadas en la sociedad e ir en contra de ellas sería manifestarse como alguien extraño. Entre ellas encontramos cosas tan simples como, por ejemplo, dormir en la misma cama.
Parece muy obvio. Dos personas que se casan o deciden vivir juntos tienen que compartirlo todo, la casa, los gastos, los utensilios, los hobbies y, por supuesto, la cama. No es que solo sea una costumbre muy arraigada en prácticamente todos los países del mundo, sino que es una experiencia que las personas asocian directamente con el amor, la intimidad y el vínculo emocional.
Sin embargo, en los últimos años, se ha descubierto que dormir en camas separadas no solo mejora el descanso, sino que reduce los conflictos en pareja y puede aumentar la intimidad. De hecho, según una encuesta de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, alrededor del 35% de habitantes del país ya duermen en camas separadas. En España, ya son muchos expertos los que abogan por normalizar esta práctica y uno de ellos es Eduard Estivill, médico Neurofisiólogo y fundador de las Clínicas del Sueño.
Las desventajas de dormir en una misma cama 5k1x43
Según explican desde National Geographic, dormir o no en pareja es una práctica que ha evolucionado con el paso de los años. En la antigua Roma, las parejas romanas solían utilizar una cama para las conversaciones íntimas y la intimidad física; sin embargo, no era raro que se retiraran a camas separadas cuando llegaba la hora de dormir.
Con el paso de los años, eran los pobres quienes solían compartir cama, mientras que las familias más ricas podían reclamar habitaciones individuales. A partir del siglo XIX, se observó una tendencia a dormir en camas separadas, impulsada por preocupaciones higiénicas y la Revolución Industrial. En la actualidad, esa mentalidad continúa para una gran parte de la población y ya son muchos los que practican el sleep divorce, o divorcio del sueño.
Según explica Eduard Estivill, director de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Institut Dexeus de Barcelona y fundador de las Clínicas del Sueño, "dormir en pareja, desde el punto de vista puramente fisiológico, no es recomendable".
El sueño es un proceso delicado que responde a ritmos individuales: cada persona tiene su propia manera de conciliar el sueño, su postura favorita, su temperatura corporal ideal, sus horarios y su descanso. En la teoría, dormir al lado de tu pareja es una muestra de afecto y cariño; sin embargo, en la práctica, implica una convivencia nocturna que puede estar llena de interrupciones involuntarias.
"Cuando dormimos nos movemos, damos la vuelta, tosemos, damos espasmos, hacemos muchas cosas", explica Estivill. Estas pequeñas interrupciones, aparentemente inocentes, pueden acumularse con el tiempo y afectar seriamente la calidad del descanso. Un estudio publicado en 2014 concluyó que había una conexión entre las dinámicas del sueño y de las relaciones.
El dormir mal puede provocar un aumento en los conflictos y en las peleas. Nadie está de buen humor tras una mala noche, y la falta de sueño puede afectar en nuestra capacidad de empatía, la base de cualquier tipo de relación. Nos costará mucho más ponernos en el lugar del otro y comprender sus necesidades y sentimientos.
Trucos y mitos del Dr. Estivill para dormir bien.
Las parejas que duermen en la misma habitación y en la misma cama, suelen ser más proclives a experimentar perturbaciones nocturnas causadas por el otro, y esto puede acarrear problemas de salud (aumento del cortisol, la hormona del estrés) y sobre todo, discusiones de pareja.
Un estudio realizado por la Paracelsus Private Medical Univesity en Núremberg (Alemania) desveló que los problemas para dormir y los conflictos de pareja tienden a ocurrir de manera simultánea, es decir, que una noche de insomnio provocada por las perturbaciones de tu pareja puede causar conflictos en la relación a la mañana siguiente.
Además de los ritmos de cada miembro de la pareja, existen hábitos de sueño sensoriales. Un miembro de la pareja puede necesitar un colchón firme para descansar bien, mientras que el otro solo logra relajarse en una superficie más blanda. Entran en juego preferencias sobre la temperatura, las mantas, la luz o incluso el ruido.
Más allá de las desventajas de dormir en camas conjuntas, el doctor Estivill hace referencia a que la práctica de afecto solo se realiza al principio. Aunque muchas parejas comiencen la noche abrazadas o en o íntimo, lo más común es que, a medida que el cuerpo entra en fases más profundas del sueño, cada uno tienda a buscar su propio espacio, alejándose naturalmente para encontrar la posición más cómoda.
🔥¿DORMIR EN PAREJA PARA DORMIR MEJOR?
— Antelm Pujol, M.D. (@AntelmPujol) March 22, 2022
😴Dormir en pareja se asocia a :
✅ 10% más de sueño REM
✅ Menos sueño fragmentado
✅ Más tiempo dormido sin interrupción
❌ Más movimientos en la cama
👨⚕️Por tanto, mejor calidad y cantidad de descanso. Etiqueta a tu crush 😜 pic.twitter.com/hh8eYJzDhQ
Por este motivo, aunque a nivel emocional compartir la cama parezca irrenunciable, es importante normalizar y desmitificar la idea de que dormir separados implica un problema en la relación. "No pasa nada y no dejas de querer a tu pareja si os planteáis o bien dormir en camas separadas, aunque sea en la misma habitación, o incluso dormir en habitaciones distintas", confiesa Estivill.
Dormir bien es un acto de autocuidado que, a su vez, puede fortalecer el vínculo de pareja. Si el descanso es mayor, nuestro estado de ánimo también mejorará, y eso facilitará la convivencia. Habrá menos peleas, sabremos resolver mejor los conflictos y nos mostraremos mucho más empáticos y cariñosos con nuestra pareja.
De hecho, la intimidad también puede llegar a mejorar y según un estudio realizado en Reino Unido, el 38% de parejas británicas que tomó la decisión de irse a su propia cama después de haberla compartido, aseguró que sus relaciones de pareja habían mejorado.
Al final, a dormir en camas separadas y romper con la "rutina" de dormir juntos, surge ese sentimiento de echar de menos al otro y, por lo tanto, aumenta el deseo y mejora las relaciones de la pareja. Lo más importante es que ambas partes estén de acuerdo y que ninguno de los dos lo sienta como una traición.
Para ello, el doctor recomienda distribuir las noches entre dormir juntos algunos días y otros separados, dependiendo de las necesidades del momento o incluso del humor con el que se encuentren. Esta flexibilidad puede ser una muestra de madurez y entendimiento mutuo.