
Helena Rodero.
Helena Rodero, farmacéutica: "tratar el cabello con amoniaco no lo daña apenas, a diferencia de tratarlo con..."
El amoníaco, aunque no es un ingrediente completamente inofensivo, sigue siendo la opción más segura y efectiva dentro de los tintes permanentes.
Más información: La alerta de los dermatólogos españoles ante el envejecimiento de la piel: "Una crema hidratante no hace nada"
Desde que tenemos uso de razón, el amoníaco ha sido considerado el gran villano en el mundo de los tintes capilares. Su fuerte olor y su capacidad de abrir la cutícula del cabello para permitir la penetración del color lo han convertido en un ingrediente temido y evitado. Sin embargo, en la práctica, sus efectos negativos no son tan graves como muchas personas creen.
Según los expertos como la farmacéutica Helena Rodero, el amoníaco es uno de los componentes más eficaces y menos perjudiciales para lograr una coloración duradera teniendo en cuenta que los tintes permanentes, por su propia naturaleza, afectan la estructura de la hebra capilar y, por ende, perjudican el cabello.
Teniendo en cuenta este último factor, Rodero hace hincapié en tres ingredientes que ella, como farmacéutica, buscaría en un tinte para que sea duradero y menos perjudicial: el amoniaco, el agua oxigenada y sustancias acondicionantes y nutritivas que puedan disminuir el daño de los anteriores.
La 'doble cara' del amoníaco en los tintes de pelo
El hidróxido de amonio, más conocido como amoniaco, es una de las sustancias más habituales en cosméticos y productos de uso diario. Esta sustancia química no solo es aceptable en cierta cantidad, sino que es producido de forma natural por los seres vivos, el agua y la tierra.
A pesar de ello, en los últimos años se ha convertido en la sustancia más temida, especialmente entre quienes buscan un tinte que no dañe el cabello. La realidad es que, según la farmacéutica Helena Rodero, esto es un falso mito y los tintes sin amoniaco son una peor opción.
Como ya hemos comentado, los tintes permanentes, por su propia naturaleza, afectan la estructura de la hebra capilar. Para lograr un cambio de color que resista el paso del tiempo y las lavadas, es necesario que el producto penetre en la cutícula del cabello, lo que implica un proceso químico agresivo. Este procedimiento permite una cobertura eficaz, incluso en cabellos con canas.
Teniendo en cuenta la dureza del proceso, el amoníaco ha demostrado ser una de las mejores sustancias no solo para cumplir su función, sino porque los ingredientes que emplean para sustituirlo pueden llegar a ser incluso más perjudiciales, como es el caso de la monoetanolamina (un derivado del amoníaco).
Diversos estudios científicos han demostrado que el amoniaco produce menos daño en la cutícula que la monoetanolamina. De hecho, las investigaciones sugieren que "tratar el cabello con amoniaco no lo daña apenas, a diferencia de tratarlo con monoetanolamina, con el cual la cutícula se queda deshecha".
El amoniaco, a pesar de su olor fuerte y penetrante, tiene una ventaja crucial: al ser un gas, se evapora tras el proceso de coloración, permitiendo que la cutícula capilar vuelva a cerrarse. Esto minimiza la posibilidad de que el cabello sufra daños prolongados y reduce la acumulación de residuos en la hebra capilar.
@helena.rodero #tintesinamoniaco #amoniaco #tintes #helenarodero #farmacéutica ♬ sonido original - Helena Rodero⚕️
No obstante, a diferencia del amoniaco, la monoetanolamina (también conocida como etanolamina o 2-aminoetanol) no se evapora completamente una vez aplicado el tinte, lo que implica que puede permanecer en el cabello y en el cuero cabelludo por períodos más largos. Esta permanencia puede generar efectos como la debilitación de la fibra capilar y el aumento de la fragilidad.
Cuando se utiliza este sustituto, el cuero cabelludo puede volverse más sensible, lo que podría desencadenar reacciones adversas como dermatitis de o, irritaciones, caspa, e incluso caída del cabello. Además, otro aspecto preocupante de la monoetanolamina es su combinación con óxido de etileno, un compuesto clasificado como potencialmente cancerígeno, según EWG SKIN DEEP.
Ante este panorama y según los expertos, la mejor opción es optar por tintes que contengan una baja concentración de amoníaco en su formulación, en lugar de alternativas con etanolamina. Según Rodero, estos son los ingredientes que debemos buscar en la etiqueta.
Agua oxigenada, amoníaco y sustancias nutritivas
Para minimizar el impacto negativo de un tinte, es fundamental prestar atención a su composición. En primer lugar, Rodero destaca la importancia del amoníaco o de un componente similar debido a todos los factores anteriormente nombrados. Lo peor, según la experta, es elegir productos con monoetanolamina.
Otro elemento esencial en la formulación de los tintes es el agua oxigenada. Su función es doble: por un lado, elimina el pigmento natural del cabello y, por otro, permite que los nuevos pigmentos se fijen y desarrollen correctamente. Sin este componente, el color no tendría durabilidad ni intensidad.
Sin embargo, es crucial saber que cuanto mayor sea el volumen de agua oxigenada presente en el tinte, más agresivo será el proceso y, por lo tanto, mayor el daño potencial en la hebra capilar.
El tercer aspecto fundamental para reducir los efectos negativos del tinte en el cabello es la presencia de sustancias acondicionantes y nutritivas. Estos ingredientes son claves para contrarrestar la acción del agua oxigenada y minimizar el daño estructural de la hebra capilar.
Entre los componentes beneficiosos se encuentran los aceites naturales, las proteínas y los antioxidantes, que aportan hidratación y refuerzan la fibra capilar después del proceso químico. No importa qué tinte se utilice, siempre habrá cierto grado de daño, pero la inclusión de estos ingredientes suaviza los efectos adversos y ayuda a mantener el cabello saludable por más tiempo.
"Como resumen", indica la experta, la elección de un tinte debe basarse en un equilibrio entre efectividad y cuidado capilar. Es preferible optar por productos con amoníaco en lugar de monoetanolamina, pero optar por el agua oxigenada, aunque debe ser moderada para evitar un daño excesivo. No obstante, las sustancias nutritivas son impresindibles.