
La vida actual de Alba Díaz.
La vida actual de Alba Díaz y las decisiones que más han incomodado a Vicky Martín Berrocal: “Me veo casada"
Hija de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Alba Díaz ha construido su propia imagen pública entre redes sociales, rupturas sentimentales y una vida cada vez más alejada del control familiar.
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Alba Díaz Martín no es una desconocida. Desde pequeña ha sido parte del imaginario mediático español, como hija de dos de las figuras más conocidas del panorama nacional: el torero Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y la diseñadora y empresaria Vicky Martín Berrocal. Pero si bien su apellido la colocó bajo los focos desde niña, ha sido su forma de gestionar la exposición pública y sus propias decisiones personales las que han hecho que su nombre gane peso por méritos propios… y también por alguna que otra polémica.
A sus 24 años, Alba ha pasado de ser “la hija de” a consolidarse como influencer de moda, rostro habitual de eventos de alto perfil y joven con voz propia. Con más de 400.000 seguidores en Instagram, colaboraciones con grandes marcas y una vida marcada por la estética cuidada y la exposición selectiva, la joven ha ido tomando decisiones que, según fuentes cercanas, no siempre han sido del agrado de su madre. Una independencia que ha traído tanto aplausos como críticas.
Y entre todo ese crecimiento personal, ha dejado claro en declaraciones recientes que su rumbo vital está más definido de lo que parece: “Me veo casada y con hijos”, dijo con naturalidad. Una frase que encierra no solo su visión de futuro, sino también un contraste con la imagen de libertad y vida sin ataduras que muchas veces se asocia a su perfil.
Alba ha desarrollado su carrera como influencer a partir de una estrategia bien medida: no ha participado en realities, no ha vivido escándalos mayores y ha sabido mantener su marca personal centrada en la moda, el bienestar y algunos detalles de su vida privada. Eso sí, cada paso que da es observado con lupa, especialmente por ser hija de una figura mediática como Vicky Martín Berrocal, que no duda en opinar públicamente sobre cuestiones que afectan a su entorno más íntimo.
Y precisamente ahí reside parte del conflicto. Fuentes cercanas han insinuado en más de una ocasión que algunas decisiones de Alba —como su exposición en redes, su vida sentimental o sus viajes prolongados— han generado tensiones con su madre. Vicky, muy protectora con su única hija, ha intentado guiarla sin imponer, pero no siempre ha visto con buenos ojos ciertas elecciones, especialmente cuando estas han provocado revuelo público.
Uno de los momentos que más miradas acaparó fue la relación de Alba con el empresario Javier Calle, quien ya era conocido en el universo mediático por su pasado sentimental. La relación fue breve pero muy expuesta, y dejó ver que Alba no tiene reparos en vivir sus emociones a la vista del público, aunque ello suponga incomodidad para su entorno.
La pareja actual de Alba Díaz es Marcos Terrones, un músico y productor madrileño de 30 años, conocido artísticamente como Oddliquor. La relación QUE se hizo pública en marzo de 2024 y, desde entonces, han compartido momentos significativos juntos, como la adopción de una perrita llamada Cumbia, lo que refleja la seriedad de su vínculo.
Aunque muchos la asocian con la imagen de juventud libre, viajes constantes y vida de lujo, Alba Díaz también ha dejado ver que tiene claros ciertos valores tradicionales. En entrevistas recientes, ha afirmado sin rodeos: “Me veo casada y con hijos”. Una frase que sorprendió a algunos de sus seguidores, pero que encaja con su evolución hacia una imagen más madura.
Este tipo de declaraciones también reflejan el deseo de Alba de tomar el control de su narrativa: una joven que, pese a nacer en una familia conocida, quiere decidir su futuro sentimental, profesional y familiar sin necesidad de aprobación externa. Incluso si eso supone tomar decisiones que “incomodan” a su madre o que no encajan con lo que se espera de una influencer de su generación.
Alba ha sabido combinar dos mundos: el del glamour que heredó de su madre y el del carácter espontáneo y cercano que viene de la sangre torera. Pero con el paso de los años, ha ido marcando su propio camino, uno que incluye tanto ambición profesional como aspiraciones personales ligadas a la familia.
Alba Díaz Martín sigue construyendo una identidad propia, entre el respeto a su legado familiar y la necesidad de afirmarse como mujer independiente. Las decisiones que toma pueden generar debate —sobre todo dentro de su entorno más cercano—, pero responden a una voluntad clara de definir su camino.
Con una vida pública cuidadosamente gestionada, pero no exenta de titulares, Alba se consolida como una figura mediática que no teme decir lo que piensa: quiere casarse, quiere ser madre y quiere hacerlo a su manera. Aunque eso incomode a su madre, al público o a quienes esperan que repita los pasos de quienes la precedieron.