César Millán, más conocido como 'El encantador de perros', sigue sorprendiendo con su forma tan natural y cercana de entender a los animales. Así lo hemos podido ver en una de sus últimas demostraciones en directo, donde mostró cómo enseñar a los perros a no lanzarse sobre la comida, algo que le pasa a muchísima gente en casa.
Durante la sesión, trabajó con una mujer que tenía problemas para controlar a su perro cada vez que había comida a la vista. Según explicó César, esto es normal, porque los perros tienen un olfato muy potente y su primer instinto es ir corriendo a por lo que huele bien.
Mientras hacía la práctica, el experto dejó claro que lo importante aquí no es reñir al animal ni levantarle la voz, sino enseñar desde la calma y la seguridad. "La clave está en relajar al perro mientras tú mantienes una energía tranquila y segura, porque ellos sienten esa energía", explica.
El experto recomienda no usar gritos ni violencia.
Según César, si el dueño se muestra tranquilo y firme, el perro también se tranquiliza. No hace falta pegar tirones de correa ni gritar. Se trata de que el perro entienda que no puede tocar la comida sin permiso, y eso se consigue poco a poco, con práctica y mucha paciencia.
“Una vez que logras eso, el perro se relaja y deja de ir hacia la comida de forma impulsiva”, añadió. Y es que una cosa que dejó muy clara es que los perros sienten todo lo que transmitimos. Si estás nervioso, el perro lo nota. Si estás relajado, también. Por eso, el primer paso para corregir al perro es mirar cómo estás tú: tu postura, tu tono de voz y tu actitud en general.
Durante la demostración, César no usó correa ni castigo. Sólo su presencia, su energía calmada y unas cuantas señales con el cuerpo. El perro, poco a poco, entendió que no podía lanzarse a por la comida sin que su dueña le diera permiso.
Este tipo de enseñanzas son muy útiles para evitar problemas cuando hay visitas, en reuniones familiares o incluso en el día a día. Y es que un perro que sabe esperar y controlarse hace la vida mucho más fácil.
De esta manera, el conocido adiestrador recuerda que no se trata de ser autoritarios, sino de comunicarse bien con el perro y enseñarle de forma natural.
Con calma, constancia y una actitud firme, cualquier perro puede aprender a comportarse mejor. Y al final, eso hace que la convivencia sea mucho más agradable para todos.