
Una captura del vídeo de la Casa Ronald McDonald de Málaga.
La Casa Ronald McDonald, el hogar de los pequeños del Materno de Málaga: “Cuando un niño enferma, lo hace toda su familia”
Con motivo del Día Mundial del Niño Hospitalizado, este hogar abre sus puertas para mostrar cómo todos los que la habitan y sus voluntarios viven el día a día.
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“El hotel, la casa de los niños o la casa de los colores”. Así definen los más pequeños que residen en la Casa Ronald McDonald de Málaga, el hogar que acoge a los niños y sus familias mientras están en tratamiento en el Hospital Materno Infantil de Málaga porque consideran que hay que cuidar de todos, ya que “cuando un niño enferma, enferma toda su familia”.
Félix, Izan, Gala, Blanca, Claudia o Miriam son algunos de los niños que viven en esta casa, acompañados de sus familias. Cada uno de un sitio en concreto, porque en este hogar, no importa de dónde se llega, sino que todas las familias tengan un sitio donde dormir, mientras el pequeño se recupera de su enfermedad.
Félix y su familia llegaron el pasado 29 de diciembre al Materno porque el pequeño recién nacido inhaló meconio e ingresó grave con una crisis cardiorrespiratoria a la UCI, según cuenta Óscar, su padre, en un vídeo difundido por la Casa Ronald McDonald de Málaga. Esta casa para ellos “realmente supuso un alivio y que sea gratuita es un regalo”.
El objetivo de este hogar es que las familias puedan estar con sus hijos durante su enfermedad y que puedan estar todos. Madres, padres, hijos hospitalizados e hijos que no estén en un proceso médico porque quieren que nadie sienta que está descuidando a sus pequeños por estar pendiente de otro.
Ese es el caso de Mónica. Su pequeño Izan nació con 26 semanas de gestación y al tener que estar pendiente de él se sentía “mal porque tenía otro bebé”. Gracias a la Casa ha podido estar con sus dos pequeños y ahora “la Casa Ronald es mi segunda casa y para Izan su primer hogar”.
Todas las familias coinciden en una cosa: buscar alojamiento en Málaga es muy complicado y muy caro. “Todas en unas circunstancias tan complicadas de una enfermedad importante, que te impone un desplazamiento de tu vida, de tu casa, de todo”, exponen los familiares de Blanca y Claudia que añaden que su estancia en este hogar ha sido “súper especial” porque han podido ver a sus pequeñas contentas pese a estar viviendo estas circunstancias.
“Cuando un niño enferma, enferma toda su familia. Cuidar al cuidador es fundamental porque al final los niños son lo que le decimos que son y lo que ven reflejado en nosotros”, sostiene Laura García Hidalgo, oncóloga del Hospital Materno Infantil de Málaga, que también define la Casa Ronald como “si estás en mitad de una tempestad y te echan un salvavidas”.
Además, añade que “para todos los profesionales que trabajamos en el hospital, tener esta casa cerca es un lujo y una herramienta fundamental para cuidar al niño y para cuidar al cuidador, para que toda la familia esté junta, esté unida y hacerle un poco más fácil el proceso”.
“Los niños vienen con muchísima alegría. Unos les dicen el hotel, otros la casa de los niños y otros la casa de colores. Ellos viven esto como una desconexión, un pequeño oasis cerca del hospital y vienen felices”, sostiene la profesional.
Al mismo tiempo que Paola Herrera, voluntaria, añade que “el ambiente de la casa es mágico, único y muy familiar. Siempre digo que venir a esta casa es venir a un hogar repleto de niños y de familias que te quieren y te hacen sentir uno más de ellos”.