
La cúpula restaurada del Palace Hotel. Rachelle Kong 3e5w4g
Los secretos del (nuevo) Palace: la vuelta de la lámpara palmera y 1.875 cristales como nuevos en la mejor cúpula de Madrid 3z6u2b
Inaugurado en 1912, este hotel ha sido uno de los testigos más privilegiados de la historia de Madrid. Ahora recupera la belleza de esos tiempos. 72j33
Más información: La fachada del Palace se destapa: recupera su color original de 1912 tras quitarle "17 capas de pintura" n5b4r
En 1912, tardaron quince meses en levantar el que entonces era el hotel más grande de Europa, The Palace Madrid. Ahora, casi dos años ha llevado reformarlo y rediseñarlo para convertirlo en un The Luxury Collection. Claro que, en esta mudanza de cara y de propietarios, el mítico hotel madrileño no ha echado el cierre ni un sólo día y los huéspedes han ido conviviendo con obras y cambios que hacen que ahora el nuevo-viejo Palace luzca con un encanto único, dejando por el camino muchos de sus secretos al descubierto.
El primero, que llama mucho la atención nada más fijarse en la fachada, es el color. Hace ya más de un siglo que se utilizó para su construcción, como gran revolución, el hormigón armado que acabó encalado en blanco. Sin embargo, en esta renovación The Palace se ve como se veía el primer día, en un beige cálido que contrasta con el terracota, revelando ornamentos florales y guirnaldas que no habían sido visibles en décadas y que han aparecido tras quitarle hasta 17 capas de pintura.
Otras de las "ventanas al pasado" que se han abierto con esta reforma son las maderas del hall y la señalización, o el arco de la puerta de entrada que vuelve a sonreír con su medio punto y la lámpara en forma de palmera que ha recuperado su sitio señorial, en mitad de la mejor cúpula de Madrid.

La recepción de The Palace, a Luxury Collection Hotel, Madrid, como era en origen.
"Hasta ahora estaba en el hall por miedo a que la cúpula no aguantara su peso, pero ahora sí que puede presidir este espacio del nuevo restaurante que es un jardín interior típico de la época", recuerda Paloma García, directora de comunicación del Palace que conoce hasta el último rincón de este histórico hotel.
Precisamente la cúpula interior es el elemento que mejor ha resucitado en estas obras puesto que se han desmontado, cristal a cristal, las 1.875 piezas que la conforman para devolver sus colores y su estado original. En el mismo hotel se creó un taller de rehabilitación para los cristales que podían limpiarse en Madrid y los que estaban más dañados se han llevado a Barcelona para que fueron los magos de la familia Bonet, autores de las maravillosas vidrieras de la Sagrada Familia, los que obraran el milagro.

Las mesas para comer en La Cúpula del The Palace.
El resultado es un espacio mágico, donde la luz parece detenerse sin importarle el tiempo que haga fuera y matiza el enorme salón creando un estado de levitación muy apreciado ahora en la tan ansiada y lujosa relajación. Además, el silencio del cielo acristalado sólo lo rompe por el susurro de quienes se sientan en sus cómodos sillones a comer o a tomar un café o por el sonido de un piano.
En este espacio nace el nuevo restaurante, La Cúpula, que apuesta por combinar la tradición culinaria del hotel, es decir, su famoso Solomillo Wellington, con un enfoque moderno de recetas atemporales, que toman cuerpo en la ensalada Waldorf de Pablo Picasso o en el steak tartar de Julio Camba.

27 Club, un bar coctelería que homenajea a una generación literaria en The Palace de Madrid.
La otra opción que tiene el madrileño y el huésped es sentarse a tomar un café y un rico cóctel y aprovechar el carrito de tartas que van cambiando cada día o elegir el 27 Club, un bar que homenajea a esta generación literaria tan importante, en el que se puede ver en una pared la poesía que Federico García Lorca escribió en una servilleta, una de esas tantas tardes que pasaba con Dalí sentado en este lugar.
No es lo único recuerdo vivo que sigue anclado al club. En un libro de firmas expuerto en una balda aparece la reserva de Pablo Picasso y en las láminas que recuerdan a huéspedes ilustres se ve a Einsten y Marie Curie y Ava Gadner y a Orson Welles.
Columnas de mármol único 214b4f
El intento por devolver al Palace a lo que significó en 1912 se nota hasta en los mármoles que conforman sus gigantescas columnas. Los responsables de la reforma han recorrido cielo y tierra para encontrar los más parecidos a los originales. "Al final los conseguimos en Alicante", aseguran desde el hotel. Pero costó lo suyo.
No es la primera vez que meten mano al hotel para renovar sus instalaciones pero sí la primera vez que se busca un equilibrio entre su arte y su historia, "elevar el legado histórico del hotel pero con una apuesta contemporánea", resumen sus responsables.

La puerta de entrada al The Palace, a Luxury Collection Hotel, Madrid.
Por eso, han transformado los espacios comunes pero han querido simplemente rediseñar las 470 habitaciones con las que cuenta The Palace, enorme para un cinco estrellas superlujo, y darles un toque Belle Epoque y a la vez muy funcional.
Así los tapices y las moquetas juguetean con el recuerdo de artistas, científicos y de la farándula más glamurosa que pisaron ese suelo y tocaron esas paredes. Todo lo que adorna ahora mismo los pasillos es arte creado por el equipo de Lázaro Rosa Violán y los muebles recuerdan a los tiempos felices de The Palaces con sus lujosos terciopelos, formas redondeadas, maderas, metales, muebles revisionados o tejidos naturales.

Una suite de The Palace, a Luxury Collection Hotel, Madrid.
Si cree que ya conoce todo los secretos del Palace, todavía falta uno más por desvelar: ser un The Luxury Collection, parte de la familia Marriot Bonvoy, se nota no sólo en el arte o el estilo, sino sobre todo en las suaves sábanas que te envuelven o en el olor fresco y floral del gel de baño que se utiliza. En este caso, historia y actualidad se cruzan para que el descanso con vistas al Madrid más dinámico se conviertan en memoria. En un recuerdo vivo para todos los que pisen el (nuevo) The Palace.