
Imagen de la sala de prevención de sobredosis que el Ayuntamiento tiene desplegada en la Cañada Real. Cedida 1dh4a
El estreno de la 'narcosala' de la Cañada Real, el refugio de los adictos contra la sobredosis: 38 casos y "experiencias positivas" 5n683e
El Ayuntamiento, a través de Madrid Salud, ha ampliado su Centro de Reducción de Daños con una sala que funciona desde enero. 6w3qz
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Hay un descampado de tierra en la Cañada Real que representa un "oasis" para los adictos a la droga. Ahí, junto a la iglesia de Santo Domingo de la Calzada del párroco Agustín, se encuentra el Centro de Reducción de Daño. Lo montó el Ayuntamiento de Madrid en 2019 para ofrecer higiene, alimentos, ropa y ayuda psicosocial a los consumidores. Los servicios de este lugar se han ampliado en los últimos meses con una sala para prevenir las sobredosis de los drogodependientes.
En sus primeros meses de vida, la 'narcosala' ha registrado 51 entradas. En total, 38 personas han sido atendidas en este lugar entre enero, cuando se puso en marcha, y el 21 de marzo. Es un espacio con sillas y mesas separadas por mamparas donde los profesionales supervisan el consumo intravenoso. Se trata de evitar las consecuencias que tiene para los toxicómanos inyectarse la droga en vena con malas prácticas y sin higiene. También se les hacen pruebas rápidas para detectar si padecen enfermedades transmisibles y se les motiva para que consuman de otras maneras con menos riesgo.
En estos tres meses, se han realizado cinco pautas de inicio de tratamiento y se han hecho cinco valoraciones desde el área sanitaria para derivación a hospital. "Quienes han utilizado la sala describen la experiencia como 'positiva y satisfactoria'", explican desde el Área de Portavoz, Seguridad y Emergencias. Este departamento municipal, que lidera la vicealcaldesa Inma Sanz, gestiona el Centro de Reducción de Daños a través del organismo Madrid Salud.

Una furgoneta aparcada en el Sector 6 de la Cañada Real. Europa Press
En la sala 'antisobredosis' trabajan médicos, enfermeros, trabajadores sociales y monitores. A finales de 2024, mientras se montaba el espacio, hubo una labor previa para atraer a drogodependientes a este rincón de la Cañada Real. No se les convence a todos. Hay adictos que rechazan el recurso por la "vergüenza" que les daría que el equipo del centro les viera en un momento de paranoia. Por eso, los profesionales continúan trabajando para captar a más personas que lo necesiten. También fomentan el uso de la sala entre los drogodependientes que acuden al Centro a comer o a lavar la ropa y entre las personas que deambulan por los alrededores. El objetivo es desmontar las "ideas erróneas" que tienen sobre la sala y que se familiaricen con el personal sanitario.
Un "oasis" en la Cañada 3nf4q
La Cañada Real nació a mediados del siglo pasado. Comenzó siendo una vía pecuaria y más adelante atrajo a inmigrantes rurales, marroquíes y gitanos españoles y rumanos. Situado al margen de la ley, en el asentamiento ilegal conviven construcciones y chabolas a lo largo de un camino anárquico que discurre en forma de hilera. Se ubica en el extremo este de la capital y pasa por otras localidades. Desde hace años, varias istraciones y ayuntamientos trabajan en una solución y realojando a sus habitantes.
El asentamiento, además, es conocido por ser un mercado de la droga y un foco de atracción para toxicómanos. La iglesia de Santo Domingo de la Calzada y el Centro de Reducción de Daños se encuentran en un descampado del sector 6, uno de los más marginales de la Cañada. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida autorizó hace unos días un nuevo gasto (727.685 euros), integrado en el Fondo de Reequilibrio Territorial, para el recurso gestionado por Madrid Salud.
El año pasado, el Centro de Reducción del Daño atendió a 358 personas (273 hombres y 85 mujeres). De ellas, 192 acudieron por primera vez al recurso. La mayoría de los pacientes eran policonsumidores de cocaína y heroína. Casi ocho de cada diez adictos recurrían a la inhalación, mientras que el resto optaba por los pinchazos en vena. A todas estas personas se les da desayuno, comida y merienda para que tengan una alimentación básica y equilibrada.
"El Centro es considerado por la población usuaria atendida como un 'Oasis en Cañada', siendo un referente para las personas que ya acudían a diario para satisfacer sus necesidades básicas -alimentación, ducha, servicio de lavandería…-, recibir apoyo psicosocial y poder tener un acompañamiento terapéutico en sus procesos vitales, y para aquellas que por primera vez en el año 2024 han sido valoradas", indican las mismas fuentes municipales.