Desde que Trump está en la presidencia de EEUU las bolsas mundiales han entrado en una “montaña rusa”. Tanto un día se desploman a toda velocidad, como al día siguiente suben de golpe. Todo sucede al albur de las declaraciones y hechos de su política. 453n6z
Cuando Trump anunció los aranceles del 145% a los productos chinos las cotizaciones bursátiles se fueron al suelo. El lunes pasado (12 de mayo de 2025), después de las declaraciones de un pacto entre USA y China para una tregua de noventa días con una desescalada de esos aranceles (el 10% en China y el 30% en USA) las bolsas respiraron y subieron.
Es sabido que las oscilaciones en las cotizaciones han sido siempre una fuente de riqueza para los avispados y los especuladores amantes del riesgo.
Se cuenta que la familia Rothschild aumentó su fortuna considerablemente financiando al ejército inglés en las guerras contra Napoleón en el siglo XIX. La leyenda dice que en 1815, cuando Napoleón fue definitivamente derrotado en Waterloo, los agentes de la familia compraron grandes cantidades de acciones antes de que la noticia de la victoria aliada llegase al mercado.
La razón es que Rothschild y sus agentes la conocieron con anterioridad y la ocultaron durante un periodo de tiempo. Bastó un desfase de horas para que los famosos banqueros aumentasen su fortuna de manera espectacular.
Lo probable es que se esté ganado mucho dinero, si se tiene información de primera mano de esos cambios de política con cierta antelación, o si se adivinan por un análisis acertado
Quizás se hubieran podido impugnar esas operaciones aduciendo el uso de “insider trading” (información privilegiada). Una figura legal basada en el código ético que considera inmoral el uso de información no disponible al mercado en general y poseída por una situación de privilegio. Pero esa impugnación hubiera sido muy difícil de demostrar. Primero, porque conlleva demostrar que se poseía esa información; segundo habría que demostrar, a su vez, que su uso implicó una deslealtad con la confidencialidad debida a una institución o personas determinadas.
Entonces era tan difícil de demostrar, como ahora acusar a los que han especulado y ganado en bolsa con los vaivenes de Trump; comprando acciones en momentos de baja cotización, debido a el mantenimiento de una determinada política “trumpiana”; y vendiéndolas cuando están al alza por el desmantelamiento de esa política.
Pero lo probable es que se esté ganado mucho dinero, si se tiene información de primera mano de esos cambios de política con cierta antelación, o si se adivinan por un análisis acertado.
Seguro que ha habido, hay y habrá, ganadores y perdedores en esa “montaña rusa” bursátil debido a los cambios de políticas “trumpianas”.
Por eso sería muy interesante conocer sus identidades ¿Los habrá en los círculos cercanos al presidente Trump? ¿Hasta podría el propio presidente hacerlo a través de testaferros o fondos financieros intermedios? Desde luego es el propio Trump o sus allegados los que con más anterioridad conoce los posibles cambios de sus políticas. O ¿sólo será el resultado de analistas espabilados y atentos que saben reaccionar racionalmente a las señales que emiten los protagonistas políticos del gobierno Trump y sus negociadores?
El exceso de manzanas cuando entren en producción las nuevas plantaciones deteriorará su precio en el mercado
Ni lo sé, ni puedo afirmar que sea cierta una cosa o la otra, como tampoco puedo asegurar que sean falsas. Pero parece que las afirmaciones o desmentidos de Trump y los acuerdos y desacuerdos de sus embajadas negociadoras tienen efecto en las cotizaciones. Hasta ahora han funcionado.
Pero como en el caso de Rothschild, no se puede demostrar ni que haya información privilegiada, ni que exista deslealtad con una institución; tampoco lo contrario.
Lo que es seguro que alguien se está literalmente forrando ¿Quién o quiénes? La imaginación es libre.
De todas formas, si usted, querido lector, no ha ganado con estas oscilaciones del mercado bursátil, olvídese; ya es tarde.
Lo primero que se aprende en los negocios agropecuarios es que cuando se difunde que un producto es negocio, ya ha dejado de serlo. Si todo el mundo dice que las manzanas tienen muy buenos precios, no plante manzanos. El exceso de manzanas cuando entren en producción las nuevas plantaciones deteriorará su precio en el mercado.
Así es la vida, hay que especular cuando nadie lo hace. Si todos especulan se acabó el chollo. Seguro que Trump también sabe esto.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.