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El caso Air Europa confirma que existía una ‘vía rápida’ para acceder a las ayudas del Fondo de Solvencia por la pandemia 3d1v5a
Los datos del informe de la UCO explican cómo los Hidalgo lograron sus 475 millones en créditos en apenas dos meses y medio desde que se creó el fondo. 3k215l
Más información: El rescate de Air Europa mediante el soborno a Ábalos se convierte en el gran caso de corrupción de la era Sánchez. 1p1g26
Los datos que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha revelado sobre las ayudas que el Fondo de Solvencia de la SEPI otorgó a Air Europa a finales de 2020 han levantado de nuevo las sospechas sobre el uso de una "vía rápida" para sacar adelante unos expedientes de forma paralela al trámite oficial.
El Tribunal de Cuentas publicó un informe en septiembre del año pasado en el que certificaba que todos los expedientes se habían ajustado a la legalidad vigente, pero las revelaciones de la UCO apuntan a la existencia de un cauce paralelo para acelerar los casos, según iten fuentes empresariales conocedoras de la situación.
Es más, en el caso de Air Europa, las fechas manejadas por los investigadores apuntan a que toda esa presión paralela se realizó casi a la par de que, en julio de 2020, se aprobara el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FSAEE) gestionado por la SEPI.
Air Europa había contratado los servicios de Víctor de Aldama para lograr unas ayudas sin las cuales la empresa, como otras tantas líneas aéreas europeas, estaría quebrada tras el parón de la pandemia. La amistad de Aldama con Koldo García Izaguirre, el entonces asesor de José Luis Ábalos como ministro de Fomento, era clave para los Hidalgo, propietarios de la aerolínea.
Los propios datos del Tribunal de Cuentas señalan que apenas se tardaron 70 días en tener aprobados los 475 millones para Air Europa, el primer expediente de todos, frente a una media en los 29 restantes procesos que salieron adelante de 355 días.
Air Europa fue el primer caso y el más rápido, con el detalle también descubierto ahora en la investigación judicial, de que se separó la ayuda en dos tramos -240 millones en créditos participativos y 235 millones en préstamos ordinarios- para no superar el límite que obligaba a pasar por el control de la UE.
Incluso a primeros de agosto de 2020, en plena segunda fase de la pandemia, se preparó una nota de prensa aludiendo a la consecución de las ayudas, para facilitar la financiación y el funcionamiento de la compañía, a la que ya habían apremiado con posibles embargos si no pagaba el alquiler de algunos de sus aviones.
Desde la SEPI y desde Hacienda se itió además con celeridad el preceptivo carácter estratégico de la compañía de la familia Hidalgo, dentro del nuevo Marco Temporal aprobado en la UE para paliar las consecuencias de la Covid.
Según los datos de la Comisión Europea, entre abril y diciembre de 2020 se concedieron préstamos y fondos para la recapitalización a más de 16 compañías aéreas europeas, por más de 16.300 millones de euros, con los 6.000 millones de Lufthansa y los 7.000 de Air a la cabeza.
La propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, incidió al anunciar la aprobación de la ayuda en que "Air Europa presenta un servicio esencial para asegurar la conectividad de España y contribuye a garantizar una adecuada oferta de los destinos turísticos favoreciendo al conjunto de los s. Todo ello le confiere el carácter estratégico que es preceptivo".
La SEPI marcó también el paso a Air Europa para que nombrara un nuevo consejero delegado, cosa que hizo en junio de 2022, casi dos años después de las ayudas. Nombró a Nuño de la Rosa (ex CEO de El Corte Inglés), que ahora pilota la venta de una parte de Air Europa para devolver, al menos, la mitad de lo recibido del Estado.
Rápido y arriesgado 231250
Fuentes de la investigación cercanas a aquellos procesos aseguran que esa eficacia no se logró en todos los expedientes, ni siquiera en los de otras aerolíneas que también recibieron ayudas.
El Fondo de Solvencia se creó en julio de 2020, tras los primeros golpes duros de la pandemia, y los Hidalgo tenían el respaldo de la SEPI con nota de prensa incluida en agosto, el visto bueno en septiembre y la aprobación definitiva de los 475 millones a primeros de noviembre.
En total se tramitaron 74 peticiones de ayudas al Fondo de Solvencia, de las que solo se aceptaron 30. Cinco de ellas eran compañías aéreas y otras 12 pertenecían al sector turístico. De los 10.000 millones de euros con los que se dotó al Fondo, apenas se usaron 3.256, poco más de la tercera parte.
Muchas empresas desistieron de su petición ante las condiciones que se imponían, no tanto por la devolución del dinero como por la entrada de representantes de la SEPI en sus órganos de gestión y vigilancia.
Apenas cinco meses más tarde de la operación Air Europa, el Fondo de Solvencia aprobó los 53 millones de ayudas a Plus Ultra, una compañía con escasa actividad y de origen venezolano sobre las que se abrió incluso una investigación judicial.
El expediente de Plus Ultra fue el tercero y se cerró en seis meses, pero su judicialización tuvo dos consecuencias que marcarían todas las demás peticiones al Fondo, sobre todo por la posible responsabilidad de quienes firmaban y aprobaban cada paso en los expedientes.
Por un lado, se extremaron los requisitos legales y todos los demás procesos de aprobación del Fondo de Solvencia, desde el tercero en adelante, pasaron a estar en liza con la SEPI uno o dos años hasta resolverse, a favor o en contra.
Y por otro lado, ante la posible responsabilidad de los altos cargos del Estado a la hora de firmar documentos que luego pueda poner en duda un juez y apuntar a delitos penados con varios años de cárcel e inhabilitación, se multiplicó la contratación de consultores externos en los que apoyarse.
Incluso se relacionó la salida de alguno de los del Consejo Gestor del Fondo de Solvencia ante el riesgo que podría suponer para su carrera en la istración alguna de las tomas de decisiones que se presentaban.