El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Europa Press. 6i431i

Economía

Manual para sobrevivir a los aranceles: claves, dudas y trampas del desafío de Trump l1y5i

Pese a la incertidumbre, hay cierto consenso sobre qué elementos hay que tener en cuenta antes de entrar en pánico. 3i2a4m

Más información: Trump reaviva la guerra comercial con la Unión Europea: anuncia un arancel del 50% a partir del 1 de junio 6f5g61

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Donald Trump vuelve a amenazar a la Unión Europea (UE). Asegura que impondrá aranceles del 50% a todos los productos procedentes del bloque comunitario a partir del 1 de junio tras dar por fracasadas las negociaciones a contrarreloj que pretendían evitarlos.

Con ellos, llegan multitud de consecuencias para las economías nacionales, y también personales, a uno y otro lado del Atlántico.

Los hogares están en el punto de mira: son los consumidores quienes pagan las guerras comerciales. Para ellos se abre ahora un panorama de complejos encarecimientos en multitud de productos.

¿Cuáles son los afectados y en qué medida? Son las preguntas del millón y muy difíciles de responder dada el carácter global de la economía en la que vivimos.

Porque que EEUU imponga un recargo del 50% a todo lo que provenga de la UE no supondrá solo que los ciudadanos de ese país paguen más por medicamentos, aceite de oliva, vino, chocolate belga y hasta estanterías de Ikea que proceden del Viejo Continente.

También golpeará, si finalmente la UE activa la represalia prevista por valor de 95.000 millones de euros, a coches y piezas de vehículos, maquinaria y vino y bebidas alcohólicas estadounidenses.

Sin olvidar otros impactos indirectos. Productos complejos en su elaboración, como ordenadores que vende EEUU, se ensamblan con componentes que vienen de diferentes partes del mundo en los que hay recargos diferentes a los que ahora puede sumarse el que imponga la UE en represalia.

Cuestiones como estas son las que hacen que se repita la palabra 'incertidumbre' entre los analistas. Aunque sí hay cierto consenso sobre qué elementos hay que tener en cuenta, por lo menos por ahora, para entender por qué el mundo financiero ha entrado en pánico e intuir si la cartera de los españoles le seguirá.

¿Cuándo y cómo notaremos los aranceles? 695h3d

Los primeros efectos de los aranceles los sentirán los estadounidenses, porque, en esencia, la medida de Trump lo que hace es encarecer la entrada al país de los productos que provengan del bloque comunitario.

Dicho encarecimiento será, si cumple su amenaza, de un 50%. El recargo se suma a la tasa universal del 10% que ya aplicaba EEUU desde abril. También están vigentes recargos del 25% al aluminio, al acero y a los coches que provengan de la UE.

En total, estos aranceles ya en vigor afectaban a exportaciones europeas por valor de 380.000 millones de euros, que suponen el 70% del total.

Los estadounidenses, que ya pagan más por los productos mencionados, pasarían a partir del 1 de junio a encontrar a mayor precio los ítems que compra en abundancia a la UE. Son, esencialmente, medicamentos, aceite de oliva, vino, chocolate belga y hasta estanterías de Ikea, que importa la mayor parte de sus productos de Europa.

Se estima que ese recargo supondrá un gasto adicional para los hogares estadounidenses de unos 1.900 dólares más este año, según los cálculos de la Tax Foundation. ¿Y nosotros? Habrá que esperar para ver si la UE acepta que las negociaciones están rotas y activa su paquete de respuesta.

¿Qué productos van a encarecerse en la UE? 6b6z66

La UE ya tiene preparados dos planes de represalia. El primero contempla un recargo arancelario del 25% a importaciones de Estados Unidos por valor de 21.000 millones de euros. Afectaría a productos icónicos norteamericanos, como las motos Harley-Davidson, los vaqueros Levi's, la soja, el zumo de naranja, el tabaco, los yates de lujo o los diamantes.

A esto se uniría una nueva lista negra de productos norteamericanos por valor de 95.000 millones de euros que la UE gravaría –aún no ha decidido el porcentaje de recargo– y que incluye aviones Boeing, coches y vino y otras bebidas alcohólicas como el bourbon.

Todos estos productos se encarecían de forma automática para los ciudadanos de la UE en el momento en que el bloque comunitario activase sus aranceles de respuesta, que dejan fuera a los servicios. Se evita así, por ejemplo, que se encarezcan para los europeos las compras por internet o servicios de streaming.

Una curiosidad es el caso del Iphone. Trump ha amenazado este viernes también a Apple con un arancel del 25% para todos los iPhone que no se fabriquen en Estados Unidos si mantiene sus planes de concentrar su producción en India.

La compañía liderada por Tim Cook, que no tiene producción en EEUU, esperaba esquivar así los efectos de la batalla arancelaria de EEUU y China, donde se ensamblan los teléfonos.

Se abre ahora la duda de cómo va a reaccionar Apple: si no logra evitar que se encarezcan sus costes deberá decidir si repercute este encarecimiento en los clientes –y si en todas las geografías, para distribuir y reducir su impacto– o si busca fórmulas alternativas.

¿Podemos esquivar su impacto comprando a otros? 204i3z

Existen alternativas tanto en Europa como Asia para los productos estadounidenses: se hacen vaqueros y motos en numerosos países. También ordenadores y móviles.

Pero esta es una opción que, al menos desde Bruselas, se ve con cautela. Reducir la lista de importadores puede provocar encarecimiento de productos si proceden del propio bloque por la menor capacidad de producción.

Sería un revés, justo cuando los consumidores empezaban a superar la inflación que ha puesto contra las cuerdas a buena parte de los europeos en los últimos dos años.

La alternativa, comprar a Asia, también está plagada de riesgos. Los productos de esta área, esencialmente chinos, son producidos a menor coste y suponen en muchas situaciones una competencia feroz para la industria comunitaria, como en el caso del aluminio.

China, que ya es el primer país del que importa la UE (el 20% del total, unos 500.000 millones de euros al año), ya se ha mostrado dispuesto al acercarse más. Pero desde Bruselas advierten: "Tendremos que tomar medidas de salvaguarda para más industrias", ha dicho recientemente al Financial Times un alto diplomático de la UE.

¿Es mejor lanzarse ya a la compra de productos de EEUU? 3r2b5

Esta sería la gran trampa de la sacudida arancelaria. Por ahora no hay motivos para hacer acopio; falta por conocerse primero si la amenaza se concreta, porque Trump ya accedió a dar una tregua de 90 días.

Este anuncio puede ser otra forma de presión. También está pendiente de activarse el paquete de medidas diseñado por la UE. En todo caso, suele haber inventario que evite un encarecimiento inmediato de los productos que importamos de EEUU.

Es una situación muy diferente a la que se vive ya en el propio EEUU, donde sí se han producido escenas de esta índole.

Por ejemplo, en Manhattan, donde tiendas de alimentación ya mostraban en abril señales de desabastecimiento de productos como aceite de oliva español e italiano, además de otras importaciones gastronómicas como quesos y chocolates.

Todo para tratar de evitar el impacto que traen los aranceles. Pero es importante tener en cuenta que hacer acopio genera un riesgo adicional sobre los precios: como se ha comprobado en Europa con el rally del aceite de girasol tras el estallido de la guerra en Ucrania o con el papel higiénico en la pandemia.

Compras aceleradas de un producto, o lo que es lo mismo, la reducción drástica de la oferta, eleva automáticamente su valor.

¿Vamos hacia una crisis económica? 724lg

Es la pregunta que sobrevuela desde que Trump anunciara en abril desde la Casa Blanca sus aranceles globales.

Desde entonces las bolsas han vivido de sangría en sangría hasta que finalmente EEUU acordaba congelar algunas tasas, sobre todo con China. Conviene recordar, por ejemplo, que en las tres sesiones posteriores a su comparecencia, Wall Street acumuló descensos de hasta el 13%. La bajada borró 6 billones de dólares del S&P 500.

En todo caso, la respuesta de las bolsas tras el anuncio de este viernes confirma que vuelve la máxima tensión. Los parqués del Viejo Continente han pasado de registrar ligeras pérdidas a dejarse cerca de un 3%. El Ibex 35 cedía un 1,18%, aunque sin poner finalmente en peligro los 14.000 puntos.

Aunque el FMI ha alejado los temores de una recesión global apuntados por Allianz o JP Morgan en los primeros compases del conflicto arancelario, ha dejado ya constancia de que esta batalla recorta drásticamente las previsiones de crecimiento: cae cinco décimas su estimación para este año del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, nueve la de Estados Unidos y seis la de China.

Además, recorta su previsión de crecimiento del comercio global para este año hasta el 1,7%, casi la mitad de lo que estimaba en enero.

¿Y España? Para nuestro país, el FMI mejora dos décimas su previsión de PIB, al 2,5%, y prevé un impacto limitado de los aranceles. Y aunque no demasiado significativo, obliga a revisar a la baja el crecimiento de nuestro país.

Lo itía en abril el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. "En el caso de la economía española, nuestra última previsión era el 2,7%, que es un crecimiento alto para la economía española. Lo lógico es que la revisemos a la baja", ha afirmado.

Mientras, Funcas considera que los aranceles restarán tres décimas al PIB español en 2025, año en que avanzaría un 2,3% según sus cálculos.