Imágenes del computador cuántico gallego

Imágenes del computador cuántico gallego CESGA 453v33

Autonomías 4.0 La carrera por la supremacía cuántica

El mapa regional de la cuántica: otra batalla por el posicionamiento con proyectos, estrategias… y polémicas 3t2w2k

Regiones punteras como País Vasco, Cataluña o Galicia rivalizan en cúbits, mientras que otras están potenciando ya sus estrategias para la creación de ecosistemas. 56192i

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No es ni la primera ni la única vez que va a pasar. En un sistema de autonomías como el español, la competencia se sobreentiende. Tradicionalmente, y por poner sólo algunos ejemplos, todo el mundo ha querido tener la región mejor comunicada en tren, el mejor sistema de salud o la oferta turística más impactante.

La irrupción de la tecnología ha sumado en la última década otro factor de competitividad. Dicho de otro modo, y por elegir también únicamente tres ejemplos, todo el mundo ha querido tener la mejor estrategia en inteligencia artificial, el mejor ecosistema de startups o los mejores centros de ciberseguridad.

Ahora mismo, una de las tendencias del momento -si bien aún le queda mucho camino por recorrer- es la computación cuántica. Y, efectivamente, si alguien pensaba que una determinada comunidad autónoma se iba a quedar de brazos cruzados mientras otra empezaba a progresar en este ámbito, estaba muy equivocado.

De hecho, son muy pocos los territorios españoles que aún no han aparecido en escena, aunque todo hace indicar que, más pronto que tarde, puede que, de alguna u otra manera, lo acaben haciendo.

De momento, echando un vistazo al mapa regional de la computación cuántica, ya encontramos algunas regiones punteras, con ordenadores y emuladores ya instalados; otras, con estrategias de desarrollo sobre la mesa y dotación presupuestaria aprobada; y otras que incluso han tenido tiempo de llevar este asunto al terreno de la polémica.

Al margen de los desencuentros –iremos a ellos más adelante- conviene destacar que podríamos considerar punteras en computación cuántica a Cataluña –con el BSC a la cabeza-, País Vasco y Galicia.

Digamos que, a nivel europeo, las miradas se dirigen a estos territorios cuando miran a la computación cuántica española.

Uno de los hitos se ubica en el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga). Allí, Fujitsu hizo posible el desarrollo del ordenador cuántico con mayor potencia (32 cúbits) instalado en una institución pública del sur de Europa.

El ordenador nació con la vocación de estar abierto a la investigación y a la innovación de todos los sectores académicos y empresariales y es la piedra fundacional del Polo de Tecnologías Cuánticas que está impulsando el gobierno gallego.

Este polo está ubicado bajo el paraguas de la Red Gallega de Tecnologías Cuánticas, una red de colaboración entre la istración, los centros tecnológicos y de investigación, las universidades y el sector empresarial para sumar esfuerzos y avanzar en el liderado de Galicia en estas tecnologías.

Si Galicia es un referente, no lo es menos el País Vasco. Hace dos meses se anunció el cambio de rumbo de un proyecto que nunca llegó a ver la luz, un ordenador cuántico de 127 cúbits en San Sebastián y que ahora se replanteará por un equipo de nueva generación, modular y escalable.

Enmarcado en la estrategia BasqueQuantum, estará equipado con la nueva generación de procesadores de la compañía IBM, compañía que pilota el proyecto. Será una realidad a finales de 2025.

Ya que hemos hecho parada en San Sebastián es obligada la referencia a la citada polémica. Una polémica que tiene que ver con el hecho de que la estrategia vasca en cuántica y los proyectos asociados han surgido de forma independiente a la hoja de ruta marcada por el Gobierno de España.

En su momento, el ejecutivo no dudó en afear que las istraciones vascas actúen por libre. La estrategia española, Quantum Spain, que incluye instalaciones en Barcelona, se basa en la idea de fomentar la soberanía europea en este sector. El País Vasco, con su acuerdo con IBM -aunque podría decirse lo mismo de la participación de Fujitsu en Galicia-, se sale de ese raíl.

Con todo, lo que no puede negarse es que esta competencia, que ya no es entre regiones, sino entre una región y el propio Estado, habla a las claras del potencial vasco en el sector, con ramificaciones incluso a nivel provincial.

Y es que hasta la Diputación de Vizcaya tiene una estrategia propia (Biqai) que cuenta con alianzas de grandes tecnológicas para fomentar la aplicación en casos reales.

Más allá de Cataluña, Galicia y País Vasco, conviene destacar también otras regiones donde el potencial cuántico se empieza a atisbar con nitidez. Destaca también Castilla y León.

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La Junta de Castilla y León, a través del Centro de Supercomputación Scayle, presume de desempeñar un papel clave en el despliegue de la infraestructura nacional de computación cuántica, al formar parte activa del proyecto Quantum Spain y albergar uno de los primeros emuladores cuánticos disponibles en España. Por primera vez, investigadores, empresas y entidades públicas podrán acceder a estos recursos punteros, integrados en la Red Española de Supercomputación (RES), a partir del próximo 1 de junio.

Esta convocatoria pionera marca un antes y un después en el ecosistema tecnológico y científico nacional, al abrir el a ordenadores y emuladores cuánticos para el desarrollo de soluciones avanzadas en áreas estratégicas como la inteligencia artificial, la química computacional, la optimización industrial, las finanzas o la criptografía.

También conviene prestar atención a dos regiones con un potencial creciente, Asturias y Aragón. En tierras asturianas, destaca QUTE, el emulador de ordenador cuántico de 38 cúbits, desarrollado entre CTIC y el Grupo Quantum and High Performance Computing (QHPC) de la Universidad de Oviedo, es el sistema de simulación cuántica más avanzado de España y uno de los más punteros a nivel europeo, dicen sus promotores.

En tierras aragonesas, desde hace diez años, existen potentes líneas de investigación propias en este campo. Se cultivan aspectos teóricos, como el desarrollo de algoritmos para diferentes aplicaciones y el análisis y diseño de nuevos circuitos cuánticos y fotónicos. En este sentido, es clave la participación del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA).

Por otra parte, varios grupos trabajan en el desarrollo de dispositivos, incluyendo un prototipo para un procesador cuántico, sensores superconductores ultrasensibles para la caracterización de materiales, detectores de radiación para misiones espaciales, así como la electrónica para controlar dichos dispositivos.

Completan este mapa regional de la cuántica, comunidades cada vez más comprometidas con este sector como Andalucía, Extremadura y Canarias. Las tres llevan tiempo impulsando la creación de un ecosistema propio y dando interesantes pasos al respecto.

Así, por ejemplo, en los últimos meses la Agencia Digital de Andalucía ha licitado un contrato de dos millones de euros que va a permitir a la istración andaluza disponer de los servicios para implementar un sistema de innovación en tecnologías exponenciales y el remoto a computadores cuánticos. Este contrato se enmarca en el Proyecto de Cuántica de la ADA.

Extremadura, gracias al trabajo del Centro de Supercomputación de Extremadura (Computaex), está emergiendo como otro de los actores claves del sector cuántico en nuestro país, e incluso ha avanzado en la licitación de un emulador cuántico. Por último, a través del proyecto Qcircle, Canarias quiere también buscar posicionamiento a nivel nacional.