
La presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, durante un pleno que celebra el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Europa Press 3y196b
El CGPJ vota por primera vez las presidencias de las Salas clave del Supremo y fracasa: ningún candidato logra ser elegido k363h
Los dos sectores del órgano de gobierno de los jueces se enrocan en los 10 votos que tiene cada uno, por lo que las ternas de candidatos vuelven a la Comisión de Calificación para una nueva propuesta. a4g2j
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El nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha sido incapaz esta mañana de elegir a los presidentes de las Salas de lo Penal y de lo Contencioso-istrativo del Supremo, dos puestos clave por estar al frente de los tribunales que juzgan a los aforados y que controlan la actividad istrativa del Gobierno.
Tras cuatro votaciones consecutivas para cada plaza, los dos candidatos a presidir la Sala Penal -Andrés Martínez Arrieta y Ana Ferrer- y los dos para la Sala de lo Contencioso-istrativo -Pablo Lucas y Pilar Teso- no han logrado los 13 votos mínimos necesarios para ser elegidos. Ninguno ha pasado de los 10 votos.
De este modo, después de más de seis meses de proceso selectivo (las plazas salieron a concurso el pasado 21 de octubre), el órgano de gobierno de los jueces fracasa en una de sus principales funciones. Las ternas volverán a la Comisión de Calificación para que efectúe una nueva propuesta.
Mientras tanto, esas dos Salas seguirán presididas en funciones por Martínez Arrieta y Lucas, que, pese a no ser conservadores, son los candidatos que han apoyado los 10 vocales propuestos por el PP.
Los otros 10 vocales del CGPJ, propuestos por PSOE y Sumar, han respaldado a Ferrer y Teso, las dos candidatas que, según los conservadores, quiere poner el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, al frente de esas dos Salas cruciales del alto tribunal.
De nada han servido las insistentes gestiones y los llamamientos de la presidenta, Isabel Perelló, para que se llegara a un acuerdo. Pese a su apoyo a Arrieta y Lucas, que a su juicio merecen terminar sus carreras como presidentes titulares de las Salas que ya dirigen, Perelló ha votado hoy en blanco: ya sabía, antes de entrar en el pleno, que no saldría elegido ningún candidato.
El CGPJ ha conseguido, en ocasiones a trancas y barrancas, ir desatascando las más de cien plazas de designación discrecional que heredó del anterior período, fruto de que el Gobierno promovió una ley para impedir que un Consejo en prórroga de mandato hiciera nombramientos de altos cargos judiciales.
Pero el nuevo órgano de gobierno de los jueces, elegido el pasado julio gracias a la intermediación de la propia Comisión Europea, encalla ante los nombramientos judiciales en los que existe interés político.
Su incapacidad para cumplir las funciones básicas para las que fue creado genera un creciente malestar en el Tribunal Supremo y la desafección de la generalidad de la carrera judicial.