
Alberto Núñez Feijóo, reunido este lunes con alcaldes y portavoces de la comarca de la Central de Almaraz (Cáceres). E.E. 3i4n5t
El PP lleva su ley de nucleares al Congreso y presiona a los cuatro diputados extremeños del PSOE para evitar el cierre de Almaraz 634ik
Feijóo desafía al Gobierno con una iniciativa que debería tener "los votos asegurados" con Junts. La cuenta atrás del desmantelamiento de la planta extremeña comienza este mes. 34py
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El reactor I de la central nuclear de Almaraz será el primero de los siete que están operativos en España en echar el cierre. Y lo hará, según el calendario "pactado entre las eléctricas y Enresa", según el Gobierno, en 2027. Y si nadie lo evita, este mismo mes se activará el punto de "no retorno", ante el comienzo de los primeros trabajos para el desmantelamiento.
Contrario al "apagón nuclear", como mínimo desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP, el partido conservador someterá a votación este mes de junio, clave para Almaraz, una proposición de ley para revocar este calendario de cierre del parque nuclear.
Una ofensiva legislativa en la que el foco político se desplaza ahora hacia los cuatro diputados extremeños del PSOE. Si ellos votaran a favor, la ley del PP no necesitará para salir adelante de los "siete votos asegurados", pero siempre pendientes de "prebendas negociadas en Waterloo", de Junts.
La propuesta llega después de que el Congreso ya aprobara en febrero una Proposición No de Ley (PNL) instando al Gobierno a reconsiderar el apagón nuclear.
Aquel texto salió adelante con los votos de PP, Vox, UPN, CC y el aviso de la abstención Junts y ERC. Sólo PSOE, Sumar y Bildu votaron en contra.
Ahora, con un texto "que sí tiene fuerza jurídica", los populares suben la apuesta. Y lo hacen advirtiendo que el caso de Almaraz es urgente. La planta extremeña podría no poder volver atrás su cierre en cuestión de semanas si el Gobierno no cambia de posición, obligado por el Congreso.
La proposición de ley 192469
El documento registrado por el PP —al que ha tenido este diario— aún no tiene fecha definitiva para entrar en pleno, "pero será este mes", confirman fuentes de Génova, según el cupo del que cuentan los populares, como principal partido en la Cámara baja.
La norma establece la modificación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Y sobre todo, fija como nueva condición que la vida útil de las centrales se base en “criterios técnicos y de seguridad”, no políticos.
También exige reformar otras leyes para permitir que las empresas puedan solicitar una prórroga directamente al Gobierno sin pasar por un nuevo pacto con Enresa.
El PP lleva desde 2022 reclamando al Ejecutivo de Pedro Sánchez una rectificación sobre el cierre de las nucleares. Así lo hizo al entregarle, en septiembre de aquel año, un documento completo para un Pacto de Estado de Energía, que incluyó luego en su programa electoral del 23-J.
La respuesta de Moncloa fue siempre la misma: "La decisión de cierre la tomaron las compañías eléctricas", aseguran fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO). "Si piden formalmente seguir operando, el Gobierno no se opondrá", añaden.
El problema es que las eléctricas —Iberdrola, Endesa y Naturgy— se niegan a pedir esa prórroga sin una señal política clara, y un cambio de las condiciones fiscales impuestas desde el Ministerio "que hacen inviable el negocio actualmente". Y, por ahora, el PSOE de Sánchez no la quiere dar.
Contra la UE y Extremadura 2ub33
En paralelo, la Comisión Europea sí defiende la energía nuclear. La incluyó en 2022 en su taxonomía verde, y ese mismo año amonestó a España por un plan de riesgo energético que no contemplaba escenarios de dependencia nuclear, como el gran apagón del pasado 28 de abril.
Junts, por su parte, ya ha acercado posiciones con el PP, a través de intermediarios, tal como ha podido confirmar este periódico.
En Génova se confía en que los de Carles Puigdemont apoyen la proposición de ley. Cataluña depende en más de un 50% de las tres plantas nucleares que aún funcionan en su territorio: Ascó y los dos reactores de Vandellós. A eso se suma el aviso de ERC en febrero, cuando también votó a favor de la PNL, alertando de los riesgos de apagones si se cierran.
Pero el independentismo se mueve por otras motivaciones, constatan en la sede del PP. Y con todo, la presión política la trasladan los populares a los diputados socialistas por Extremadura: Maribel García y Juan Antonio González (Badajoz), y Emilia Almodóvar y César Ramos (Cáceres). Su voto "en conciencia" podría ser decisivo.
Este lunes, Feijóo mantuvo un encuentro con alcaldes y portavoces de la comarca de Campo Arañuelo (comarca de la Central de Almaraz).
En Extremadura, gobierna el PP de María Guardiola, pero la defensa de Almaraz es compartida por el PSOE regional. Su líder, Miguel Ángel Gallardo, vive inmerso en otros problemas: su enfrentamiento Sánchez se imbrica con su implicación en el presunto caso de corrupción y enchufe a hermano del presidente, David Sánchez, en la Diputación de Badajoz.
Gallardo ha exigido en el pasado, públicamente, que se prolongue la vida útil de la central. Pero ahora trata de responsabilizar a las eléctricas y al PP. "Si de verdad quieren que se prorrogue Almaraz, que las compañías lo pidan y el Gobierno la tramitará", dijo este lunes en la Asamblea autonómica.
En el PP critican este doble lenguaje. "Gallardo sabe perfectamente que sin una reforma legal o una señal política, las compañías no moverán ficha", señalan fuentes del Grupo Popular. De ahí su presión directa sobre los diputados del PSOE por Cáceres y Badajoz.
Negociación rota 3d1349
Además, la batalla por las nucleares ya formó parte de las negociaciones entre el ministro Carlos Cuerpo y el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo.
Fue en abril, cuando ambos exploraban un acuerdo para aprobar el decreto contra la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump. El PP pedía incluir la prórroga de las nucleares en el pacto. Cuerpo se mostró receptivo, pero, según fuentes populares, Moncloa frenó cualquier cesión.
Desde entonces, el PP ha redoblado su apuesta, con el apoyo de sus socios europeos del PPE. Feijóo lo dijo claramente en el foro Wake Up, Spain!: "Ningún patriota puede defender que cerremos nuestras centrales nucleares en plena crisis energética".
Ahora, la ofensiva entra en su fase decisiva. Si la ley avanza, las compañías podrían tener margen para pedir la prórroga. Si no lo hace, Almaraz se cerrará en apenas dos años. Y con ella los más de 8.000 empleos que da en la comarca.
Los populares no ocultan su objetivo: "Vamos a hacer todo lo posible para evitar que España renuncie a una energía barata, segura y sin emisiones. Y el primer paso es salvar Almaraz".