A la izquierda, un muñeco en los aledaños de Ferraz durante la Nochevieja de 2023. A la derecha, la exministra de Industria, Reyes Maroto, exhibiendo la navaja ensangrentada que recibió en abril de 2021. E.P./Efe 2p4j1b
El muñeco apaleado, las balas y la navaja: los otros casos que llevaron al Gobierno a fantasear con un magnicidio en España 45w4b
Los jueces acabaron archivando todas las denuncias por no constituir delito. 2c1f57
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Llueve sobre mojado. No es la primera vez que el Gobierno y el PSOE acusan a la oposición de incitar un magnicidio contra Pedro Sánchez y atentados contra del Gobierno.
Tres ministros, María Jesús Montero, Pilar Alegría y Óscar López, han difundido el bulo según el cual el excapitán de la UCO Juan Vicente Bonilla es autor de un supuesto plan para atentar contra Sánchez.
Pero el PSOE ya ha recurrido anteriormente a episodios similares que acabaron en nada al fantasear con la incitación al asesinato por parte de fuerzas reaccionarias. Uno de ellos fue el apaleamiento de un muñeco con la cara de Sánchez en la calle Ferraz, ante la sede de los socialistas, en la Nochevieja de 2023.
La dirección socialista denunció entonces el hecho como un acto que "incita al odio y al magnicidio". Sin embargo, la jueza encargada archivó el caso y decretó el sobreseimiento "por no ser los hechos constitutivos de infracción penal".
Según la magistrada, se trató de un ejercicio de "crítica política" que tuvo lugar en un "ambiente festivo", donde los manifestantes "probablemente" habían consumido "bebidas alcohólicas".
De hecho, la juez puso en cuestión que el muñeco imitase el rostro de Pedro Sánchez: "Representa una figura de un varón unicejo, con orejas prominentes y nariz larga; en ningún caso la apariencia reproduce la imagen del presidente del Gobierno".
La foto de la navaja 4wc1n
Otro caso es el de la navaja ensangrentada que recibió en abril de 2021 la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, en plena campaña electoral en Madrid.
Maroto se implicó activamente en esos comicios, hasta el punto de que el candidato socialista, Ángel Gabilondo, había anunciado que sería su vicepresidenta económica en caso de que el PSOE llegara al Gobierno regional.
Pues bien, Maroto posó frente al edificio del Congreso con una foto del arma para alertar de que "los demócratas están amenazados de muerte si no paramos a Vox en las urnas".
Finalmente, la investigación policial determinó que el remitente era un vecino de El Escorial diagnosticado de esquizofrenia, sin conexión política. Y el PSOE acabó perdiendo aquellas elecciones.
Balas a Marlaska 6m1w4g
Otro episodio similar es el de las balas enviadas en sobres al Ministerio del Interior, al entonces vicepresidente Pablo Iglesias, al ministro Fernando Grande Marlaska y a la entonces directora de la Guardia Civil, María Gámez.
"Es la normalización y el blanqueamiento del discurso de odio de la ultraderecha", proclamó Iglesias, que lanzó una "alerta antifascista".
Aunque el Gobierno agitó aquel episodio en plena campaña, nunca se esclareció qué ocurrió exactamente ni quién fue el responsable y si lo hizo por motivos políticos.
La Justicia acabó sobreseyendo la investigación porque, de las pesquisas policiales "no se derivan datos para la identificación" de los autores.
Ahora, con el bulo de la "bomba lapa", la historia se repite, pero esta vez no habrá denuncia ante los tribunales, porque se trata de una mentira desmontada desde el principio.
Lo sorprendente es que, pese a estar acreditada la falsedad, Moncloa ha decidido no dar marcha atrás en su campaña contra la UCO de la Guardia Civil.
