
Rafael Pérez, junto al director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras. Europa Press 1k3f6v
Rafael Pérez, 'dos' de Interior, cesó de un día para otro: tenía reuniones programadas en la agenda para toda la semana 701c1o
El hombre de confianza de Marlaska tenía concertadas citas con la Cruz Roja y con distintos responsables de seguridad. e505d
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Rafael Pérez Ruiz abandonó de forma sorpresiva este martes el cargo de secretario de Estado de Seguridad. Lo hizo en medio de los escándalos que cercan al Gobierno.
Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, la mano derecha de Fernando Grande-Marlaska tenía una agenda prevista de actos para esta semana. Entre ellas, una concretada con la presidenta de la Cruz Roja.
En esa reunión iba a tratar un tema que, según fuentes policiales, ha causado un profundo malestar en la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, y en las unidades de seguridad ciudadana de la Policía.
Se trata de la falta de colaboración de la ONG en los puertos y aeropuertos, que dificulta el trabajo policial en la gestión migratoria.
La idea de esta reunión era limar asperezas entre la Policía y la Cruz Roja para poder cooperar en la llegada de inmigrantes a territorio nacional.
Lo cierto es que Rafael Pérez se va alegando una salida por "motivos personales", pero tenía toda la semana planificada con reuniones con distintos responsables de seguridad.
En ocasiones previas había manifestado su intención de marcharse, pero el ministro le convenció para que siguiera.
Esta vez, sin embargo, tras las publicaciones de las maniobras de la fontanera del PSOE y de Santos Cerdán contra la Guardia Civil, decidió que su tiempo en Interior había finalizado. De un día para otro se sentó con el ministro, comunicándole este mismo martes que ya no seguiría en su cargo.
De hecho, como señalan fuentes próximas al ministro, la actividad en la mañana de este pasado martes era absolutamente normal en la sede de Amador de los Ríos. Tanto, que el propio Rafael Pérez siguió con sus quehaceres habituales. Nadie sospechaba nada.
Marlaska no ha obstaculizado su salida. Aun así, el ministro desvinculaba este miércoles la dimisión de su número dos de la polémica por los escándalos.
También negó que su salida guarde relación con el contrato de balas con una empresa de Israel. Hace unos días, dijo, él ya asumió en primera persona "si hubo algún desajuste o algún error".
Una época de escándalos 181gd
Marlaska repitió que le hubiera gustado que continuase en el cargo.
Casi desde el inicio de su andadura junto al ministro, en junio de 2018, Pérez ha tenido que capear todo tipo de escándalos al frente de Interior: el crimen de Barbate, la tragedia de la valla de Melilla, el caso Ghali, el caso Pegasus, los privilegios a los presos etarras, la cesión de competencias a los Mossos, los ceses de Sánchez Corbí y Pérez de los Cobos...
Como consecuencia, su jefe, Grande-Marlaska, ha sido reprobado hasta en tres ocasiones por el Congreso de los Diputados.
Pérez abandona el Ministerio tras casi siete años al lado de Marlaska, al que ya considera un amigo personal. Su objetivo es volver a la carrera judicial.