Según indican los satélites de la ESA y la NASA, en solo 23 años, los glaciares de la Tierra han perdido 6.542 millones de toneladas de hielo. Esta desaparición alarmante de nuestras reservas de agua dulce ha sido seleccionada como el foco del Día Mundial del Agua este año, destacando cómo su retroceso es una de las manifestaciones más visibles y urgentes del cambio climático, causando una amenaza directa para el equilibrio hídrico del planeta. 6dm5n
El motivo principal de esta crisis es el aumento de las temperaturas globales, debido a las emisiones de CO₂, que en 2024 alcanzaron los 37.400 millones de toneladas, según el Global Carbon Project. La actividad industrial, responsable de una gran parte de estos gases, tiene un impacto directo en el deshielo de los glaciares y, consecuentemente, en la disponibilidad de agua. Por ello, el tejido empresarial tiene el deber de encontrar la manera de formar parte de la solución y no solo del problema.
Este escenario demuestra la importancia de que las empresas nos adelantemos a las exigencias normativas y de que incorporemos soluciones a la urgencia climática de forma proactiva en nuestras operaciones. Es crucial entender que la sostenibilidad no puede seguir siendo vista como un reto a futuro, sino como una responsabilidad inmediata.
Desde L’Oréal Groupe, llevamos años asumiendo este compromiso de forma transversal, y un claro ejemplo de ello es nuestra fábrica de Burgos, que tengo el orgullo de dirigir. Hoy lo expongo como modelo de cómo las empresas podemos ser agentes de cambio e implementar una transformación sistémica que promueva nuevas formas de consumo y nos ayude a avanzar hacia una transición verde y un futuro más justo que respete las necesidades globales.
En Burgos, hemos desarrollado la fábrica 4.0 del futuro, en la que tecnología, innovación y digitalización se unen a la sostenibilidad para preservar el planeta y sus recursos. Para lograrlo, ha sido necesario acompañar el compromiso con una inversión significativa en tecnologías de vanguardia - una herramienta clave para la implementación de prácticas industriales sostenibles. En línea con esta necesidad, el sector cosmético se caracteriza por su inversión constante en I+D, situándose como una industria impulsada por la innovación.
En términos de conservación de agua, en L’Oréal Groupe hemos dirigido parte de esta inversión a la implantación de nuestro sistema Waterloop, que consiste en un sistema de circuito cerrado que recupera y recicla el agua en toda la fase de producción. Gracias a este sistema, hemos conseguido ahorrar más de 64.570 m³ de agua en el último año y un acumulado de 250.000 m³ desde su instalación. La adopción de estas medidas es crucial, especialmente en el sector cosmético, que cuenta con un consumo elevado del agua tanto en sus procesos productivos como en la elaboración de sus productos.
Pero el ahorro del agua es solo un paso, tal y como señala el lema del Día Mundial del Agua de este año. Para contribuir a la accesibilidad del agua como recurso vital, también debemos trabajar en reducir nuestras emisiones y contribuir a la conservación de los glaciares. En 2023, conseguimos evitar la emisión de 5.449 toneladas de CO₂ gracias a diversas acciones como el consumo de energías renovables y nuestro corredor sostenible de trenes y barcos para evitar el transporte en aviones y camiones.
El verdadero cambio ocurre cuando todos los actores sumamos esfuerzos y nos apoyamos entre nosotros. Un claro ejemplo de ello es nuestra planta de biomasa, que permite que toda la energía que consume nuestra fábrica sea 100% renovable, y a la que distintas empresas del polígono se han adherido para reducir sus emisiones. De esta forma, fomentando la sostenibilidad, incentivando la innovación y fortaleciendo la cooperación, podemos construir un futuro más responsable y próspero.
Todas estas medidas son ejemplos de cómo las empresas podemos evaluar nuestra actividad y encontrar fórmulas que incorporen la innovación para garantizar nuestra eficiencia a través de un compromiso constante con el medioambiente. Nuestro objetivo es la evolución y mejora constante en este ámbito, yendo más allá de nuestro actual liderazgo como industria sostenible a través de la transformación de nuestros procesos para alcanzar un impacto ambiental positivo.
En definitiva, el agua es un recurso demasiado valioso para seguir comprometiéndolo. La industria tiene el deber de adoptar modelos de producción con impacto ambiental cero, no como una opción, sino como una necesidad. Las empresas que lideremos esta transformación no solo ayudaremos a construir un mundo más sostenible, sino que también nos posicionaremos a la vanguardia de un futuro en el que la innovación y la sostenibilidad van de la mano.
*** Inés Fernández, Directora de la Fábrica Internacional de Productos Capilares de L'Oréal Groupe.